También conocida como Disposición Final Segunda de la Ley de Economía, y también conocida como la ley más impopular en muchos años, ha sido hoy aprobada en España la ley Sinde. Mucho miedo había en las últimas semanas desde que el PP llegó al poder de que este momento llegase, pero finalmente los internautas han visto como sus temores se convertían en realidad, ya que en el Segundo Consejo de Ministros de la X Legislatura hoy todo ha acabado.

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Todavía no está claro

En principio sólo sería infracción alojar contenido protegido, pero parece ser que el nuevo reglamento considerará también infracción el hecho no sólo de enlazarlo, sino además de indicar dónde descargarlo. Vamos, que los espías, rastreadores y detectives de Internet se van a tener que empezar a poner las pilas para acabar con el fundamento y razón mismas de Internet.

El procedimiento para cerrar una web que incumpla esta ley obliga a que sea una comisión administrativa nombrada por el gobierno la que se encargue de determinar si dicha web debe ser cerrada o no, prohibiendo al juez encargado analizar a fondo el asunto, teniendo que ceñirse a lo que esta comisión diga. Así que los jueces que hasta ahora no daban la razón a la industria de contenidos digitales dejarán de ser escuchados, porque su palabra ya no es válida.

En palabras de Soraya Saén de Santamaría:

“España entra en el estándar internacional de lucha contra la piratería (…) Cumplimos nuestros compromisos electorales e internacionales (…) proteger los derechos de propiedad intelectual frente al expolio con protección judicial, frente a quienes indebidamente hacen negocio contra la piratería (…)”

Por lo que podemos ver claramente como todo esto se lleva a cabo como títeres de otros países que han decidido cerrar el acceso a los derechos de la red antes que nosotros, sin ser una iniciativa propia, sino un acto llevado a cabo por presiones externas para quedar bien.

Desgraciadamente vamos a ver como los derechos de los internautas van a ser obviados para defender industrias privadas que no hacen otra cosa que robar y aprovecharse de la gente que han presionado a un gobierno que debería defender a sus votantes, no a los intereses económicos de empresas y corporaciones. Afortunadamente nosotros aún tenemos la otra palabra, y aunque no lo creáis, existen soluciones.

vía | BandaAncha