Europa FIN DE AÑO

Colonia se blinda para evitar otra “Nochevieja de los horrores”

La ciudad alemana despliega un fuerte dispositivo para prevenir agresiones sexuales como las de hace un año.

31 diciembre, 2016 02:10
Berlín

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La última noche de 2015 fue una pesadilla para las estimadas 1.200 mujeres víctimas de robos y agresiones sexuales – violaciones incluidas – desatados en numerosas ciudades alemanas a manos de hombres mayoritariamente de origen inmigrante. La ciudad de Colonia fue el epicentro de este fenómeno masivo hasta entonces nunca visto en suelo germano.

Según la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA, por sus siglas alemanas), sólo en Colonia se registraron 650 de las más de 1.000 agresiones sexuales contabilizadas. Por eso, más que sobre Hamburgo, Stuttgart, Düsseldorf u otras ciudades donde también se denunciaron agresiones la pasada Nochevieja, ahora todas las miradas están puestas en la metrópolis cultural del oeste alemán.

De ahí también que, en Colonia, se estrene un fuerte dispositivo de seguridad. Su objetivo no es otro que evitar la repetición de imágenes como las que permiten a algunos medios de comunicación llamar a la última noche de 2015 la “Nochevieja de los horrores”. 

En total, el despliegue de seguridad en Colonia movilizará este año a más de 2.000 agentes. La gran mayoría (1.500 efectivos) serán policías del Land de Renania del Norte-Westfalia. Otros 600 pertenecen a los servicios del orden de la ciudad. A estos efectivos se añade un número indeterminado de miembros de la policía federal desplegados ante la estación central de tren. Allí se registraron la pasada Nochevieja buena parte de las agresiones y robos.

Este año también se ha hecho posible una mayor videovigilancia. Además, se ha limitado con un nuevo sistema de iluminación la existencia de recovecos oscuros en las calles. Esos espacios son más propicios para la comisión de crímenes. En las zonas más transitadas se van a dejar ver hasta un centenar de patrullas compuestas por tres agentes que pasearán “poniéndose a disposición de los ciudadanos” en caso de que sea necesario, explican a EL ESPAÑOL fuentes de la Policía de Colonia. Paralelamente, habrá varias decenas de equipos policiales destinados a la vigilancia.

El dispositivo también tendrá una clara dimensión antiterrorista. Decenas de bloques de hormigón y vehículos policiales al inicio de las calles empleadas para los festejos tendrán por objetivo evitar que puedan irrumpir camiones de alto tonelaje como en el reciente atentado de Berlín. Allí, un ataque en un mercadillo de Navidad reivindicado por la organización terrorista del Estado Islámico dejó doce muertos y 45 personas heridas.

Con las nuevas medidas “resulta improbable que un incidente como el del año pasado vuelva a ocurrir en esta Nochevieja”, dice a EL ESPAÑOL René Rieger, experto en cuestiones de seguridad y presidente del Grupo de Investigación sobre Oriente Medio y Asuntos Internacionales (MEIA, por sus siglas inglesas), un think tank con sede en Múnich.

SIN FUEGOS ARTIFICIALES EN EL CENTRO

“No veremos imágenes como las del año pasado, hemos hecho todo lo posible para que eso no vuelva a ocurrir”, asegura a este periódico Benedikt Kleimann, uno de los portavoces de la Policía en Colonia. La policía federal, por su parte, contribuirá velando especialmente por mantener limpias de fuegos artificiales los alrededores de la catedral y otros lugares aledaños. Para ello se ha delimitado una zona del casco antiguo cuya entrada será controlada por agentes de las fuerzas de seguridad.

Que allí no ardan artefactos pirotécnicos constituye una toda una novedad y algo que beneficia al artista Philipp Geist. El berlinés ha dispuesto allí una instalación de luz y sonido con la idea de dejar imágenes bien distintas a las de las escenas del año pasado. En “la Nochevieja de los horrores” se vieron fuegos artificiales lanzados de un extremo a otro de la céntrica plaza con dirección hacia grupos de personas que estaban allí de fiesta. A largo plazo, impactaron más las imágenes de mujeres denunciado a gritos ante el comportamiento de grupos de hombres.

Buena parte de los responsables de los ataques y robos pudieron evitar a las autoridades. Según la BKA, se ha investigado a unas 110 personas por su implicación en aquellos hechos. Pero en ese grupo no están todos los responsables. De ellos, en su mayoría mayoría hombres de origen inmigrantey algunos de ellos demandantes de asilo llegados en plena crisis de los refugiados, se puede decir que son los causantes del despertar de las dudas sobre la política de puertas abiertas a los refugiados de la canciller Angela Merkel.

Para Thomas de Maizière, el ministro del Interior alemán, la Nochevieja de 2015 fue el “punto de inflexión del debate sobre los refugiados en Alemania”. En las primeras citas electorales celebradas en Alemania tras aquella noche – las elecciones de los Länder de Baden-Wurtenberg (suroeste), Renania-Palatinado (oeste) y Sajonia-Anhalt (centro-este) –, el partido xenófobo Alternativa para Alemania (AfD) confirmó su auge entrando en los parlamentos de esas tres regiones. En Sajonia Anhalt, AfD obtuvo un 21,5% de los votos, en Renania-Palatinado un 10,2% y en Baden Wurtenberg un 12,5%.

“Lo que ocurrió en Colonia tuvo un efecto significativo en el debate sobre refugiados e inmigrantes en Alemania. Fueron unos hechos que animaron la propaganda de AfD y otros grupos xenófobos”, constata Rieger, el analista.

MANIFESTACIONES XENÓFOBAS PROHIBIDAS

Está por ver si la última noche de este año contribuye al auge de AfD o de los más críticos con la política de la canciller. Alegando “razones de seguridad” las autoridades ya han prohibido esta semana sendas manifestaciones paralelas convocadas para esta Nochevieja en la plaza de la catedral por AfD y por la formación neonazi Partido Nacional Demócrata (NPD).

En cualquier caso, “los dispositivos de seguridad de 2016 y de 2015 no se pueden comparar, para nada”, sostiene Kleimann, el portavoz de la Policía de Colonia. Tanto es así que en la última noche del año de 2015 no llegaban a 150 los efectivos de policía desplegados por las calles de la ciudad. Sólo un puñado de ellos estuvieron en la plaza de la céntrica y monumental catedral gótica de la ciudad. De ahí que resulte fácil imaginar que quedaran superados.

APRENDER DEL CAOS DE 2015

Sven-Erik Wecker, del Sindicato de Policía Alemán (DPolG, por sus siglas alemanas), rechaza desde Berlín describir a sus colegas en Colonia como “desbordados” en la pasada Nochevieja. Pero sí reconoce a EL ESPAÑOL que, ante la adversidad, no hubo “una coordinación óptima” entre la policía del Land de Renania del Norte-Westfalia y la policía federal de Alemania. Agentes de ambos cuerpos eran responsables de la zona donde reinó el caos en Colonia.

“Se ha aprendido de lo que ocurrió, por ejemplo, ahora las responsabilidades entre la policía del Land y la federal se han aclarado en el dispositivo de seguridad y ambos cuerpos han aprendido a trabajar juntos”, estima Wecker. 

A su entender, resulta esencial que las autoridades políticas del país hayan aceptado que se vea más policía en las calles. “En los últimos años esto no era así”, apunta el sindicalista policial. Sólo en Colonia, esta Nochevieja, habrá hasta diez veces más agentes que en la última noche de 2015.