Imagen de Kim Jong-nam entrando al aeropuerto.

Imagen de Kim Jong-nam entrando al aeropuerto.

Asia

Los norcoreanos necesitarán visado para viajar a Malasia tras el asesinato de Kim Jong-nam

La muerte del medio hermano del dirigente de Corea del Norte ha complicado las relaciones entre los dos países.

2 marzo, 2017 16:03

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Malasia reimplantará la obligatoriedad de visados a los ciudadanos de Corea del Norte a raíz de la tensión surgida entre ambos países tras el asesinato en Kuala Lumpur de Kim Jong-nam, hermano del líder norcoreano, Kim Jong-un, informa la agencia Efe.

El viceprimer ministro de Malasia, Ahmad Zahid Hamidi, ha precisado que el Ejecutivo cancelará por "razones de seguridad" el acuerdo de viaje con Pyongyang y exigirá a partir del lunes próximo visado a los norcoreanos que lleguen al país.

"Espero que la decisión del Ministerio de Interior (de cancelar la exención de visado para norcoreanos) sea implementada por el Departamento de Inmigración por el bien de la seguridad nacional", dijo Ahmad Hamidi, quien ocupa también la cartera de Interior, a la agencia estatal Bernama.

La fricción diplomática surge a raíz del envenenamiento con un potente tóxico de Kim Jong-nam, aunque las autoridades malasias aún no le han identificado formalmente a la espera de poder cotejar el ADN con el de algún familiar y se refieren al fallecido como a Kim Chol.

Es el nombre que figuraba en el pasaporte diplomático de la víctima, que fue asaltada por dos mujeres el pasado 13 de febrero mientras imprimía la tarjeta de embarque en una terminal de salidas del aeropuerto de Kuala Lumpur.

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran cómo una de las mujeres restregó el rostro del fallecido con el supuesto veneno, identificado por un departamento policial como el agente nervioso VX, que terminó en cuestión de minutos con la vida de Kim Jong-nam.

Este miércoles la justicia malasia imputó el delito de asesinato a las dos sospechosas detenidas, la indonesia Siti Aisha y la vietnamita Doan Thi Huong, quienes alegan que habían sido contratadas para gastar una broma a la víctima y que, de ser halladas culpables, afrontan la pena de muerte.

La Policía malasia considera que las dos mujeres fueron reclutadas para cometer el asesinato por cuatro norcoreanos que huyeron a Pyongyang el mismo día del crimen y ha pedido ayuda a la Interpol para localizarlos.

Además de a las mujeres, las autoridades malasias mantienen bajo custodia a un norcoreano identificado como Ri Jong Chol, quien supuestamente trabajó como chófer para los cuatro compatriotas huidos.