Alfredo Serrano Mancilla, economista español vinculado a Podemos.

Alfredo Serrano Mancilla, economista español vinculado a Podemos. REDHS Youtube

América

Por qué Maduro ha 'decapitado' al gurú económico de Podemos en tres días

Alfredo Serrano formó parte del Comando de Abastecimiento de Maduro por 72 horas. Él dice que todo fue un error.

8 septiembre, 2016 01:04
Patricia Marcano Pablo López Hurtado

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El anuncio fue sorpresivo. Según la Gaceta Oficial 40.977 del 30 de agosto, el andaluz Alfredo Serrano Mancilla fue designado como miembro del Estado Mayor en el área de “Construcción y Consolidación de un Nuevo Sistema de Distribución y Comercialización”. El economista pasó de ser un asesor presidencial a formar parte del Comando para el Abastecimiento Soberano de Venezuela, el más reciente experimento del presidente Nicolás Maduro para enfrentar la crisis.

El argumento oficial, apoyado por Serrano, establece que el país suramericano vive una “guerra económica” y dentro de esa lógica belicista se ha nombrado al general del Ejército y ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, como jefe del Órgano Superior del Comando para el Abastecimiento Soberano, una especie de superministerio al cual deben rendir cuenta todos los demás despachos. Fue el propio Padrino López el encargado de firmar el nuevo cargo de Serrano Mancilla, vinculado a Podemos y director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica.

Para un grupo de economistas venezolanos este nombramiento no tenía sentido. A Sary Levy, profesora de la Universidad Central de Venezuela y exdecana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, le llamó la atención que se contratara a un profesional extranjero cuando en el Gobierno ha podido consultar “las formas de atender los problemas” con economistas locales.

“Siendo el abastecimiento un tema tan crítico, y sobre el cual diversos profesionales y cámaras nacionales han planteado vías para corregirlo, no se han atendido esas recomendaciones y se recurre a un asesor internacional”, dice.

Serrano no es bien visto entre buena parte de los economistas venezolanos, incluso entre los que han formado parte del Gobierno chavista en años anteriores.

Uno de ellos es Felipe Pérez Martí, quien fue ministro de Planificación y Desarrollo durante los primeros años de Hugo Chávez en la presidencia, quien ha calificado al español como un “izquierdista radical de derecha corrupta”: el primer caso por su discurso y el segundo porque el economista lo considera un personaje que beneficia con sus recomendaciones a los amigos del Gobierno.

Serrano ha sido apodado como el “Jesucristo de la economía” por el propio presidente Maduro y es defensor del “poder popular” y las comunas como forma de organización social. Es también el único extranjero que aparece dentro de la estructura del Comando de Abastecimiento Soberano. O por lo menos fue así durante los tres días que duró en el puesto.

Otra sorpresa más

Tan sorprendente como su rol oficial en el Ejecutivo, fue la remoción de Serrano. En la Gaceta Oficial del 2 de septiembre (40.980) aparece la resolución que nombraba al español en el cargo, pero con algunas modificaciones y la simple aclaratoria de “se reimprime por fallas en los originales”.

En la versión vigente, el general de División Pedro Jesús Serrano Duque ocupa el puesto anteriormente asignado al economista.

El Gobierno venezolano no ha dado más información al respecto y Serrano, al ser consultado por la agencia Reuters se limitó a decir que “hubo un error que ha sido corregido”. “Nunca fui yo la persona que conformaba parte de ese órgano de la Gran Misión de Abastecimiento Soberano. Nunca tuve ninguna responsabilidad en este tema”, respondió vía correo.

Desde el punto de vista político, lo ocurrido con Alfredo Serrano Mancilla puede tener varias lecturas, considerando que su designación y posterior cambio fue hecho por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, como jefe del “Comando para el Abastecimiento Soberano”.

“Hay que ver si esto supone una molestia para el presidente de la República”, señala Luis Salamanca, politólogo y abogado, por ser Serrano Mancilla el asesor de Maduro por decisión del mismo presidente.  

Si el cambio fue realizado sin consultar a Nicolás Maduro, los militares se estarían imponiendo sobre su figura, pero el politólogo ve esto como poco probable. Maduro ha podido estar de acuerdo con esa decisión y preferir que Serrano se dedique solo a su asesoría u otras cosas.

No descarta la existencia de algún elemento de nacionalismo presente entre los militares, por tratarse de un extranjero actuando en actividades tan vitales, de seguridad nacional y de soberanía para un país como lo es la economía. Pero son especulaciones que resultan de la opacidad y secretismo que caracterizan al chavismo. Incluso el propio Serrano ha asomado en Twitter su posición sobre las distintas versiones. Al respecto ha escrito que la prensa tiene una “gran imaginación”.

Salamanca recuerda que esa estrategia de los “errores” o “fallas” que llevan a la reimpresión de una decisión gubernamental ha sido aplicada desde hace 16 años por el chavismo cada vez que quiere reparar algún error político.

¿Quién manda aquí?

Más allá de lo ocurrido con su designación y remoción, hay otro hecho que se desprende de ese cambio, y lo identifica Mariana Bacalao, investigadora de opinión pública y profesora universitaria.

Hugo Chávez era más pragmático en la toma de decisiones, mientras que Nicolás Maduro tiene un techo, conformado por filósofos, ideólogos o asesores que no son venezolanos y que parecieran “favorecer a una agenda internacional, que no tiene nada que ver con lo que necesitan los venezolanos”, señala Bacalao.

Lo que se debe evaluar, ha dicho la investigadora, es el tema de quiénes están tomando las decisiones, en base a qué y cuáles serían las prioridades. “La ideología y el proceso o evitar que siga ocurriendo la hambruna, evitar las muertes, y que los venezolanos dejemos de transitar este camino tan terrible”.

Por esa incertidumbre y opacidad en el manejo económico, la especialista sostiene que entre la población existe la certeza de que el país está muy mal pero puede estar peor, y que con Nicolás Maduro las cosas no van a cambiar en positivo.

Por ello la insistencia en el cambio a través del referendo revocatorio, “porque el Gobierno no está interesado en rectificar”.