Zapatero, en su visita a Venezuela el pasado mayo.

Zapatero, en su visita a Venezuela el pasado mayo. Reuters

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La oposición venezolana considera que Zapatero está "descalificado" como mediador

Henrique Capriles, quien fuera candidato opositor al Gobierno, acusa al expresidente español de defender los intereses del chavismo.

4 julio, 2016 19:39
Caracas

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José Luis Rodríguez Zapatero sabía que el camino del diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana seria “largo, duro y difícil”. Así lo hizo público a las pocas horas de reunirse con los actores de ambos bandos. Lo que quizás no imaginaba el expresidente del Gobierno español es que su figura se convertiría en una piedra de tranca para las negociaciones entre los antagonistas.

Henrique Capriles Radonski, excandidato presidencial y principal impulsor del referendo revocatorio como salida constitucional a la crisis que vive el país caribeño, ha insinuado que Zapatero no tiene credibilidad como mediador, rol que le ha sido encargado al exsecretario general del PSOE por la Unasur. Para Capriles está claro que Rodríguez Zapatero defiende los intereses del chavismo, que busca “comprar tiempo” para evitar el plebiscito en contra de Maduro.

“Zapatero se está moviendo en aviones de Petróleos de Venezuela, viene en secreto, y bajo estas circunstancias, en mi opinión, el expresidente queda descalificado para liderar una mediación para el diálogo”, ha denunciado Capriles.

El diario Miami Herald publica que, en respuesta a esa postura, Zapatero habría “excluido” a Capriles de un eventual diálogo, aunque no existe un pronunciamiento oficial al respecto.

“Unas de las condiciones presentadas por el expresidente del Gobierno español era la exclusión en la mesa del gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, y de la exdiputada opositora María Corina Machado, dado al férreo rechazo de ambos a la propuesta de diálogo del régimen”, se lee en el rotativo.

El diario estadounidense también resalta que la oposición se ha negado a participar en una nueva reunión secreta con Unasur, como ya sucedió en Punta Cana, República Dominicana, hace varias semanas.

En ese sentido, Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, ha expresado que la disidencia apoya el diálogo, pero que se debe dar en la sede de la Organización de Estados Americanos en Washington o en algún lugar de Venezuela y no en República Dominicana, como han pretendido los mediadores encabezados por Zapatero. Ramos Allup también ha comentado que es “imposible dialogar con una pistola militar montada sobre la sien”, en referencia a las presiones que surgirían desde el seno de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela.

Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, coalición de partidos contrarios a Maduro, ha insistido en que no habrá un acuerdo con el Ejecutivo: “No hay pactos de cúpulas, aquí hay Constitución y la Constitución dice referendo revocatorio. Aquí se va a imponer la nueva mayoría democrática”. También ha negado rumores sobre reuniones secretas entre la MUD y José Luis Rodríguez Zapatero y al respecto asegura que no participan de la “diplomacia secreta”.

Diego Arria, dirigente opositor, ha resaltado en conversación con el Miami Herald que Maduro escogió a “presidentes amigos” como mediadores, en referencia a Zapatero, Martín Torrijos, exmandatario de Panamá, y a Leonel Fernandez, antiguo presidente de República Dominicana. “Yo no conozco ningún conflicto en el mundo (…) donde las víctimas permitan que el agresor (en este caso el régimen de Maduro) escoja los que van a mediar y los que van a facilitar”, ha expresado Arria.

La inconformidad del bando opositor por los mediadores es manifiesta. Henrique Capriles ha insistido en que el grupo de intermediarios debería incluir a otras figuras “si de verdad se quiere un proceso transparente y sincero, no un diálogo hipócrita”.