El líder estadounidense afirma que ahora es el momento de cerrar la cárcel.

El líder estadounidense afirma que ahora es el momento de cerrar la cárcel. Carlos Barria Reuters

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Obama pide el cierre de Guantánamo, pero es prácticamente imposible

El presidente ha presentado al Congreso una hoja de ruta para desmantelar la prisión. No hay fecha, sin embargo, para completar la operación y encontrará resistencia entre los legisladores.

23 febrero, 2016 16:53

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El comandante en jefe de Estados Unidos, Barack Obama, quiere cumplir otra promesa electoral: cerrar la prisión de Guantánamo en suelo cubano.

El plan de la Casa Blanca para desmantelar la cárcel incluye trasladar hasta 60 de sus 91 presos a centros de alta seguridad en suelo estadounidense. Se barajan 13 localizaciones distintas en estados como Colorado, Kansas o Carolina del Sur.

El presidente ha dado una rueda de prensa para anunciar su plan, que ha enviado al Congreso. "Vamos a cerrar este capítulo (...) no quiero legar este problema al próximo presidente, quienquiera que sea", ha afirmado, destacando que George W. Bush ya había jugueteado con la idea, pese a que la orden de abrir el penal vino del propio líder republicano.

Pero las aspiraciones del presidente se toparán con obstáculos en el Congreso. De hecho, Obama ha reconocido que se trata de un tema controvertido y difícil y ha pedido a los legisladores que den una "audiencia justa" a su propuesta.

Para hacer realidad el plan de la Casa Blanca, las cámaras en Washington tendría que reformar la ley, que impide relocalizar prisioneros a EEUU.

Obama no descarta la opción de intentar utilizar su poder ejecutivo para cumplir su promesa. Aunque hay opiniones dispares, muchos cuestionan que disponga de la autoridad para hacerlo. Preguntada al respecto por la comisión de Justicia de la Cámara de representantes, la fiscal general, Loretta Lynch, dijo en otoño que "la ley no lo permite actualmente".

Antes de la comparecencia de Obama, fuentes de la Administración adelantaron que el plan costaría entre 290 y 475 millones, informa Reuters. La Administración estima, con todo, que mantener los presos en EEUU sería entre 65 y 85 millones más barato al año.