El dictador sirio ya se negó a negociar con EEUU tras una oferta en marzo

El dictador sirio ya se negó a negociar con EEUU tras una oferta en marzo REUTERS/SANA

Mundo SIRIA

Ahora sí que vale negociar con Bashar al Asad

Tras meses de discusión entre los países occidentales, Francia se ha quedado sola en la defensa de no negociar con el presidente sirio.

13 octubre, 2015 02:10

Noticias relacionadas

El enfoque pragmático finalmente se impone en la duda que se cernía sobre los países occidentales acerca de pactar o no con el ‘diablo’ para luchar contra otro mal, el del autodenominado Estado Islámico. Bashar al Asad está acusado de crímenes de guerra, incluidas matanzas de civiles y torturas en los cerca de cinco años que dura ya la guerra civil en Siria. Tras meses de discusión en los que unos y otros países occidentales habían comenzado a decir en público si se debía contar con el dictador o no para solucionar el conflicto y luchar contra el DAESH, este lunes la Unión Europea ha dado un paso adelante y sus ministros de Exterioes han aprobado apoyar las negociaciones que está llevando a cabo la ONU con el régimen sirio, informa Juan Sanhermelando desde Bruselas. La Alta Representante para la Política Exterior, Federica Mogherini, ha reclamado: “Necesitamos un enfoque diferente, lo que significa implicar también a representantes del régimen (de Asad) en la mesa de negociación”. La idea es que Asad forme parte de un gobierno transitorio pero abandone pasado un tiempo (se habla de meses).

El efecto que el acuerdo de la UE pueda tener sobre el régimen sirio no es claro, pues el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ya hizo una oferta similar a Asad en marzo de este año y por toda respuesta obtuvo una negativa a que alguien se inmiscuyera en asuntos internos del país. Sin embargo, desde entonces han variado diversos elementos que pueden acelerar la negociación y la toma de decisiones:

  • El Ejército de Asad está muy debilitado, con sus tropas reducidas a la mitad.
  • Rusia -con un alto interés geoestratégico en el país, principalmente por acoger su única base naval en el Mediterráneo- ha intervenido desde principios de octubre para combatir al EI en Siria y apoyar a Asad también con ataques contra los rebeldes, según denuncia la oposición. 
  • Moscú ha actuado por su cuenta sin contar con Washington, a pesar de reuniones previas sobre la lucha contra los yihadistas, y ha forzado así que Estados Unidos y los demás países tengan que mover ficha.
  • La crisis de refugiados llegados a Europa en su mayoría desde Siria supone la peor crisis humanitaria del Viejo Continente desde la Segunda Guerra Mundial y tiene a la UE en un brete tratando de encontrar soluciones para frenar una llegada masiva que no puede o no quiere asumir.
  • Expansión del Estado Islámico por Siria y atentado en Ankara (Turquía) con más de 90 fallecidos.

El propio secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, confirmó en el marco de la reunión de ministros de Defensa de la semana pasada que hay "una renovada necesidad de iniciativas políticas para encontrar una solución política a la crisis en Siria, porque a largo plazo no hay una solución militar". De los 28 estados miembros de la UE, España y Alemania son los que más claramente se han expresado a favor de una solución dialogada con Asad, algo que desde EEUU su secretario de Estado John Kerry lleva tiempo tanteando e impulsando, según diversas fuentes. Francia es el país que más reacio se ha mostrado a realizar contactos diplomáticos con Asad y se está quedando sola, mientras que Reino Unido parece haber aparcado su escepticismo. Estas son las opiniones que han exteriorizado en los últimos meses los principales actores de este conflicto civil que con el fortalecimiento del Estado Islámico y la llegada masiva de refugiados se ha convertido en internacional en pocos meses:

FRANCIA: Hollande, 28 de septiembre, ante la ONU

“Asad es el origen del problema, no puede ser parte de la solución”, aseveró François Hollande en la Asamblea General de Naciones Unidas. No es que los países a favor de negociar con el dictador sirio lo consideren la solución final, pero sí parte de la solución en un primer avance hacia el alto el fuego. Francia no lo ve así. El presidente Hollande defendió ante la ONU que hay que combatir por igual la “alianza del terrorismo y la dictadura”. “No porque un grupo terrorista lo masacre a él también va a obtener finalmente una forma de perdón o amnistía el régimen que ha creado esta situación”, declaró.

Este mismo lunes en Bruselas el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Harlem Désir, ha subrayado la postura de Francia: “Para que haya paz en Siria hace falta una transición política, que debe hacerse sin Bashar al Asad”. Pero esta postura ya no parece encontrar adeptos entre los principales países de la comunidad internacional.

ESPAÑA: Rajoy, 1 de octubre, entrevista en Antena 3.

“El objetivo es DAESH (terroristas del Estado Islámico). Y luego hay otras personas que sin duda alguna también habrá que apartarlas [SIC]. Pero es fundamental darle duro y atacar a esos. Yo creo que Bashar al Asad tendrá que apartarse, pero en un primer momento hay que contar él, porque no podemos ser enemigos de todo el mundo”, aseguró el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Es la postura que llevaba tiempo defendiendo el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que este lunes en Bruselas ha indicado: “Cuanto más tardemos en emprender una negociación, habrá más muertos, más desplazados internos, más avance de los terroristas y más presión sobre las fronteras europeas. Urge poner en marcha esa negociación y la negociación sólo es posible teniendo sentado en la mesa al régimen de Bashar al Asad, aunque Al Asad mismo no pueda formar parte de la solución en Siria”.

ALEMANIA: Merkel, 24 de septiembre, cumbre europea

“Hay que hablar con muchos actores, entre ellos Asad”, manifestó Angela Merkel en el debate europeo sobre la gestión de la crisis de refugiados. La canciller alemana es otra de los gobernantes que han impulsado esta postura en la Unión Europea. Merkel aseguró que hay que negociar con el Gobierno sirio, pero también con el iraní (aliado explícito de Rusia en este conflicto).


REINO UNIDO: Hammond, 4 de octubre, entrevista en Reuters

“Si el precio de hacerlo [poner fin al conflicto sirio] es que tenemos que aceptar que Asad permanezca como cabeza del Estado por un tiempo, me importa realmente si serán tres días, tres semanas o tres meses o incluso más tiempo? No creo”, dijo el titular británico de Exteriores, Philip Hammond, en una entrevista durante el congreso anual del Partido Conservador con Reuters recogida por el Daily Telegraph.

Ya en septiembre, Hammond había señalado que para conseguir un acuerdo con los aliados de Asad, es decir: Rusia e Irán, el Reino Unido y otros gobiernos occidentales estarían de acuerdo con un periodo de transición de hasta seis meses en el que el presidente sirio podría permanecer en el poder, según The Guardian.


ITALIA: Renzi, 3 octubre, entrevista en La Repubblica

“No será simplemente ayudando a Asad como bloquearemos al Estado Islámico. Tampoco considerándole [a Asad] el único problema, como hacen otros [de forma] igualmente banal”, aseguró Renzi al diario italiano sin concretar si negociaría con Asad o no. “Necesitamos un proyecto plurianual y una coalición que no se limite a anunciar algunos bombardeos aéreos. Ninguno entre los líderes occidentales puede realmente creer que podemos dejar Damasco en manos de Rusia, del tándem ruso-iraní”.

En Bruselas este lunes, Italia ha sido más explícita: “La cuestión es aceptar la idea de que con operaciones militares no se resuelve la situación sino acompañando al dictador a la salida y hacerlo sin crear vacíos que pueden ayudar al desarrollo de fuerzas terroristas”.

En este último punto los analistas consultados por EL ESPAÑOL coinciden en que los países buscan evitar un vacío de poder como el que se produjo en Libia tras la caída de Muamar al Gadafi y que aún hoy -cuatro años después- mantiene al país en el caos. Así lo ha confirmado también el ministro de Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE.

Austria: Kurz, 8 de septiembre, durante una visita a Irán

“Es necesaria una colaboración pragmática y también una inclusión de Asad en la lucha contra el terrorismo del Estado Islámico”, declaró el ministro de Exteriores austriaco, Sebastian Kurz, durante una visita a Irán, informó Die Presse. Aunque su país no pertenece a la OTAN, su valoración resulta especialmente importante en el contexto de la crisis de refugiados, pues es uno de los países que ha acogido y ayudado a estas personas en su camino hacia Alemania y otros países europeos.

Fuera de la UE

Los demás miembros relevantes de la Alianza Atlántica y la Liga Árabe no se niegan a una negociación con Asad e incluso la promueven, con Estados Unidos a la cabeza:

EEUU: Kerry, 16 de marzo de 2015. Entrevista en CBS

“Al final tenemos que negociar”, afirmó el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en una entrevista con el canal CBS. “Porque todo el mundo está de acuerdo en que no hay una solución militar, sólo hay una solución política”. La respuesta de Asad fue tajante: “Las declaraciones de fuera no nos conciernen”.

Ya entonces se buscaba una solución diplomática a la guerra siria y al Estado Islámico, pero Barack Obama se resistía a contar con Asad cuando se habló de ello en la Asamblea General de la ONU a finales de septiembre mientras Rusia insistía en ello. Así Moscú decidió iniciar su intervención desde el aire sin esperar más. Un día Obama y Putin realizaban su discurso en la sede de Naciones Unidas de Nueva York y al día siguiente el principal aliado de Asad comenzó su intervención desde el aire en Siria, contra el grupo terrorista y contra grupos armados de la oposición. Desde entonces, la Casa Blanca se vio forzada a buscar la coordinación con Rusia, pero la realidad ha mostrado una descoordinación en el aire sirio, con ambos países metidos en una extraña guerra fría en la que evitan atacarse mutuamente en el aire mientras siguen lanzando bombas al suelo sirio, cada uno con sus objetivos. Una situación que no parece sostenible en el tiempo.

TURQUÍA: Erdogan, 24 de septiembre, en Estambul

“El proceso de transición es posible tanto con Asad como sin él. Lo que hace falta es la oposición… Nadie puede imaginar el futuro de Siria con Asad. No es posible aceptar a una persona responsable del asesinato de 300.000 a 350.000 personas, un dictador”, comentó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un acto público, según el periódico Hurriyet Daily News.

Erdogan pidió a la UE que entrenara a los rebeldes, que estableciera una zona de protección en el norte de Siria y una zona de exclusión aérea para evitar los ataques de Asad a la población civil.

Liga de Países Árabes: Heli, 8 de octubre

"No creo que la intervención militar extranjera en Siria, ya sea de Rusia o de Occidente, decida la suerte de la guerra que se libra en Siria", dijo el vicesecretario general de la Liga, Ahmed bin Heli en una rueda de prensa. Heli considera necesario unificar los esfuerzos árabes, regionales e internacionales para impulsar una solución política para Siria que cuente tanto con el Gobierno de Asad como con la oposición armada, para que hallen una solución política a la crisis, informa EFE.

CANADÁ, a la espera de elecciones el 19 de octubre

Es otro socio fuerte de la Alianza Atlántica, pero su posición con respecto a Asad ahora se encuentra en un impasse hasta que se vote su nuevo Gobierno el próximo domingo. Un suceso del pasado junio sí ofrece una pista sobre el posicionamiento de la sociedad canadiense al respecto: tras el bombardeo de posiciones del Estado Islámico en Siria, el Ejército canadiense tuvo que salir a la palestra para explicar que no se habían coordinado con el régimen de Asad. “Atacamos los objetivos del EI que nos dan. Ese es realmente nuestro objetivo y no ha habido coordinación con el Gobierno de Siria”, aseguró la general de brigada para el área, Lise Bourgon, tal y como recogió el Huffington Post de Canadá entonces.

Rusia e Irán continúan como principales aliados de Bashar al Asad y defienden la permanencia del dictador en el poder con el argumento de que ha sido elegido “legítimamente” por el pueblo. Queda por ver si Asad está interesado esta vez en escuchar la oferta de diálogo, pues -aunque debilitado- tiene el apoyo militar ruso más fortalecido que nunca.