Toyota ya anunció hace unas semanas la llegada de una actualización para el Yaris, su modelo urbanita de segmento B, que pese a contar con varios años encima, sigue ofreciendo un gran compromiso calidad-precio gracias a un diseño agradable, una construcción consistente y unas cualidades técnicas notables, con una variante híbrida como máximo exponente. 

En la actualidad la gama del Yaris ofrece dos motores de gasolina y una variante híbrida, siendo las unidades de gasolina un 1.0 de tres cilindros y 69 CV y un 1.3 de 99 CV, motores sencillos, agradables de conducir y con un consumo y mantenimiento reducidos, ideales para uso urbano.

Sin embargo, aprovechando la llegada de una actualización estética y la futura entrada en vigor de un nuevo ciclo oficial de homologación de consumos y emisiones contaminantes denominado RDE -Real Driving Emission-, Toyota ha anunciado la incorporación de un nuevo motor 1.5 que sustituirá al actual 1.3. 

Con 1.5 litros de cubicaje, el nuevo propulsor de cuatro cilindros es, de nuevo, atmosférico. Pertenece a la nueva familia de motores ESTEC -Economy with Superior Thermal Efficient Combustion- de Toyota, con un diseño específicamente pensado para reducir las pérdidas energéticas por fricción. 

Este nuevo motor cuenta con una EGR refrigerada que le permite reutilizar buena parte de los gases generados en la combustión, utilizando también un sistema de inyección directa para un mejor rendimiento. Hablando de rendimientos, el rendimiento térmico de este propulsor se sitúa en el 38.5%, una de las mejores cifras de la industria. 

La mayor peculiaridad de este propulsor es que, gracias a un sistema de alzado variable de las válvulas de admisión "VVE iE", es capaz de cambiar su ciclo de funcionamiento, alternándolo dependiendo de las condiciones entre el conocido ciclo Otto y el menos conocido pero más eficiente ciclo Atkinson, ya utilizado por Toyota en otros modelos, sobre todo híbridos. 

Como añadido, este motor será el primero de Toyota en contar también con un sistema de refrigeración por agua del colector de escape, lo que permite reducir la temperatura de los gases que expulsa el motor sin necesidad de enriquecer la mezcla de combustible, con el consiguiente ahorro en el consumo y descenso en las emisiones contaminantes.

La compresión de este nuevo motor es muy alta para tratarse de un propulsor de gasolina -13.5/1- lo que también le permite obtener una buena cifra de potencia con un consumo reducido. Las cifras de rendimiento -111 CV y 136 NM- permiten al Yaris ser más rápido en las maniobras de aceleración con un consumo un 12% inferior.