La gama actual de Skoda, el fabricante checo de automóviles propiedad del Grupo Volkswagen, tiene a día de hoy al Superb como modelo tope de gama, con unas características que lo intentan acercar lo máximo posible a los modelos premium del segmento E, donde compite desde su nacimiento allá por el año 2001. 

El Superb avanza ya por su tercera generación, más avanzada y refinada que nunca. Pese a contar con una gama muy diversa, con varias opciones motrices tanto diésel como gasolina, cambios automáticos y manuales o tracción delantera y total, el Superb nunca ha ofrecido -actualmente tampoco lo hace- una variante con espíritu deportivo. 

Skoda tiene una larga tradición en modelos de corte dinámico, que se plasman en vehículos de calle encuadrados dentro de la familia RS, que se ha llegado a ofrecer en modelos como el Fabia o el Octavia. A día de hoy sólo el Octavia ofrece versiones RS, tanto diésel como gasolina, con potencias que alcanzan un máximo de 230 CV. 

Hace unas semanas conocíamos la noticia de que Skoda estaba planteándose dejar de lado las versiones RS, dando lugar así a la desaparición de legendarios modelos que han servido, en muchas ocasiones, para "democratizar" la deportividad entre los clientes, combinando a la perfección las prestaciones con la practicidad y la economía de uso. 

Sin embargo, puede que la familia RS cuente en poco tiempo con un nuevo integrante, contradiciendo así a las voces que hablaban de la desaparición de estas versiones. En este caso el encargado de lucir tales siglas sería ni más ni menos que el Superb, ofreciendo de esta manera una curiosa deportividad envuelta en una carrocería que ronda los 5 metros de largo. 

En caso de que llegase al mercado, el Superb RS montaría una variante potenciada del 2.0 TSI que monta el Octavia RS. Recordemos que la potencia máxima de este motor, en el caso del Octavia, es de 230 CV, aunque en el Superb ya se ofrece con 280 CV en el que hasta ahora es el tope de gama. 

No obstante, el Superb RS superaría los 300 CV, convirtiéndose así en el primer Skoda de calle de la historia en superar esa barrera. Con esta potencia, aceleraría de 0 a 100 km/h en unos 5 segundos, plantándose en los 250 km/h con facilidad. No faltarían un ajuste más dinámico del chasis y una decoración acorde al planteamiento del modelo. ¿Estamos a tiempo de ver tal curiosa combinación?