Conducir de forma más eficiente –y, de paso, más segura- es algo que está al alcance de todo el mundo, tengas el coche que tengas. Es solo una cuestión de hábitos. Te contamos algunas maneras de reducir el consumo de tu vehículo que quizá no conocías.

Ventanillas subidas y aire acondicionado controlado

Sí, es cierto, cuando conduces con las ventanillas bajadas o llevando el aire acondicionado a tope puedes evadirte del calor sofocante en verano. Sin embargo, son medidas poco prácticas a la hora de ahorrar combustible.

En ciudad a velocidades lentas quizás sí te compense llevar las ventanillas bajadas, pero no a velocidades altas porque la resistencia aerodinámica es mayor. En el caso del aire acondicionado, lo ideal sería llevarlo siempre a una temperatura de entre 23 y 24 grados, donde la exigencia al motor es menor.

Controla el cuentarrevoluciones

En coches de gasolina, es recomendable llevar la aguja del cuentarrevoluciones entre las 2.000 y las 2.500 rpm; con motores Diesel, el intervalo ideal es entre 1.500 y 2.000 rpm. Controlar las revoluciones de tu coche puede ayudarte, y de qué manera, a ahorrar combustible.

Ten en cuenta que a partir de los 100 km/h, el consumo aumenta hasta en un 16 por ciento. Si tu coche no tiene cuentarrevoluciones, utiliza estas referencias: tercera velocidad a partir de 30 km/h, cuarta a 40 km/h, quinta a 50 km/h y sexta a 60 km/h.

En el tráfico, apaga el motor en paradas prolongadas

Lo recomendable en las paradas prolongadas es que apagues el motor de tu coche, cuando estimes que vas a estar parado más de un minuto, en un gran atasco o en un paso a nivel, por ejemplo. Esto también es aplicable a las paradas breves, esas de ‘me bajo un momento’. Ten en cuenta que el consumo de combustible cuando el motor está al ralentí es de 0,5-0,7 litros a la hora.

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