“It’s always the same old story, you never know what you got ‘til it’s gone” Mike Rutherford. 

Cataluña es una región rica, llena de potencial y de talento, que ha sido expoliada por el socialismo separatista y que ahora se enfrenta a unas elecciones históricas. Las encuestas dan la victoria al PSC como alternativa al nacionalismo. Una estrategia sin fisuras. Votar a Illa para frenar a Puigdemont para que luego Sánchez les dé a Junts x Cat lo que quieran.

No podemos olvidar la desastrosa gestión de la pandemia, que dejó a España como el peor país en salud y economía en 2020. Nos mintieron primero sobre el riesgo de pandemia hasta que pasó el 8 de marzo de 2020, nos mintieron sobre “como mucho unos pocos casos”, nos mintieron sobre los tests masivos e intentaron colarlo a la OCDE, nos mintieron sobre la idoneidad de las mascarillas FFP2 diciendo que no eran “adecuadas para la población”, mintieron sobre el falso comité de expertos, impusieron un mando único inepto e irresponsable que dejó la peor gestión de la pandemia además de dos estados de alarma inconstitucionales y centenares de millones despilfarrados en contratos inflados. Y van dando lecciones.

Salvador Illa ha dicho que no va a aceptar un referéndum, pero también dijo que “de amnistía, nada de nada, y lo repito por si no me han oído bien”… Y aquí estamos. Todo el mundo sabe que votar a Illa es votar a un posible tripartito con ERC y Puigdemont, o una coalición con un partido separatista que mantenga a Sánchez en la Moncloa. Para el PSC, las elecciones catalanas no van de lo que le interese a los catalanes, sino de la aritmética que mantenga a Sánchez en la Moncloa.

El problema de Cataluña es muy grave y viene de años de expolio fiscal y políticas destructivas impuestas por el independentismo. Con la excusa del engaño de “España nos roba” han creado un sistema asfixiante que penaliza el enorme potencial de una economía que era pujante y se ha quedado muy por detrás de su potencial.

Todo el mundo sabe que votar a Illa es votar a un posible tripartito con ERC y Puigdemont,

Merece la pena analizar el nuevo informe del Instituto Juan de Mariana, “Cataluña, ante su declive económico”. Refleja con claridad el efecto devastador para la economía catalana del modelo intervencionista unido a un independentismo que ha incrementado la inseguridad jurídica y regulatoria y cercenado el atractivo inversor. 

Recordemos que Cataluña era una economía más fuerte y productiva que Madrid durante años hasta que el intervencionismo separatista destruyó la confianza. Muchos se creen que votar al PSC va a hacer a Cataluña fuerte debilitando a los demás, pero es un error. El socialismo solo empeora a todos.

Cataluña no va a mejorar haciendo a Madrid más pobre, solo va a mejorar si se quita de encima el yugo del expolio fiscal y legislativo del separatismo. Y eso no va a ocurrir con una coalición de socialistas e independentistas.

Las conclusiones del informe son demoledoras. Una política liberal y de bajos impuestos ha llevado a Madrid a seguir siendo la comunidad más solidaria, ya que aporta el 70% del fondo común de las comunidades autónomas, sino a tener una balanza fiscal mayor a la de Cataluña, es decir, que aporta más impuestos al Estado de lo que recibe. 

El PIB de Madrid ya es 7.500 millones superior al de Cataluña, a pesar de que la población de Madrid es inferior en un millón de personas. La brecha de PIB per cápita entre Madrid y Cataluña se ha multiplicado por seis en las tres últimas décadas y ya se sitúa en el entorno de los 6.000 euros (38.435 euros en Madrid, 32.550 en Cataluña). 

El PIB de Madrid ya es 7.500 millones superior al de Cataluña,

Merece la pena analizar el nuevo informe del Instituto Juan de Mariana, “Cataluña, ante su declive económico”. Refleja con claridad el efecto devastador para la economía catalana del modelo intervencionista unido a un independentismo que ha incrementado la inseguridad jurídica y regulatoria y cercenado el atractivo inversor. 

Recordemos que Cataluña era una economía más fuerte y productiva que Madrid durante años hasta que el intervencionismo separatista destruyó la confianza. Muchos se creen que votar al PSC va a hacer a Cataluña fuerte debilitando a los demás, pero es un error. El socialismo solo empeora a todos.

Cataluña no va a mejorar haciendo a Madrid más pobre, solo va a mejorar si se quita de encima el yugo del expolio fiscal y legislativo del separatismo. Y eso no va a ocurrir con una coalición de socialistas e independentistas.

Las conclusiones del informe son demoledoras. Una política liberal y de bajos impuestos ha llevado a Madrid a seguir siendo la comunidad más solidaria, ya que aporta el 70% del fondo común de las comunidades autónomas, sino a tener una balanza fiscal mayor a la de Cataluña, es decir, que aporta más impuestos al estado de lo que recibe. 

El PIB de Madrid ya es 7.500 millones superior al de Cataluña, a pesar de que la población de Madrid es inferior en un millón de personas. La brecha de PIB per cápita entre Madrid y Cataluña se ha multiplicado por seis en las tres últimas décadas y ya se sitúa en el entorno de los 6.000 euros (38.435 euros en Madrid, 32.550 en Cataluña).