Una prenda de protección individual. FOTO: Grupo Oroel.

Una prenda de protección individual. FOTO: Grupo Oroel.

Aragón ESPECIAL

ITAINNOVA y Oroel: cuando la innovación textil convierte al sector en más sostenible

El Instituto Tecnológico de Aragón colabora con esta empresa aragonesa en conseguir prendas de protección individual más eficaces gracias a la economía circular.

1 diciembre, 2023 01:41

ITAINNOVA o, lo que es lo mismo, el Instituto Tecnológico de Aragón, es una entidad pública dependiente de la administración autonómica que se ha colocado, por méritos propios, en el centro del progreso económico de la región.

Por este centro, en el que trabajan alrededor de 300 profesionales, están pasando proyectos disruptivos de sectores económicos diversos que ayudan a proyectar a Aragón tanto a nivel nacional como internacional. El componente de contribución a la mejora del potencial de las empresas aragonesas también es un hecho evidente.

Cristina Crespo, que forma parte del equipo de Materiales de ITAINNOVA, reflexiona sobre el papel de este centro tecnológico en la economía de la región. "Creo que el papel que juega y puede jugar ITAINNOVA en las empresas de Aragón es muy importante", concede.

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Este instituto tecnológico se dedica a la investigación en tres ámbitos, como explica Crespo: "El regional, el nacional y el europeo".

La conversación con Cristina Crespo no es casual, responde a un hecho concreto. Y es que ella es la responsable de un proyecto disruptivo de la industria textil aragonesa que abre un nuevo camino para una gestión de los materiales más sostenible.

El proyecto se llama ECOROEL y se ha centrado en la investigación y desarrollo de nuevas prendas de protección individual con el objetivo de establecer un modelo de economía circular.

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Confecciones Oroel es una empresa nacida en 1980, en unos años en los que el nivel de innovación no era, como es lógico, comparable al actual, sobre todo, por el número de herramientas tecnológicas disponibles.

Ahora bien, eso no quiere decir que no hubiera innovación. "En los años 83-84 desarrollamos un mono antiestático de protección a la pintura; en el año 1992 fuimos pioneros en certificar prendas de protección... Nuestros competidores en España y fuera de ella han ido por detrás de nosotros en muchos casos, siguiendo nuestros pasos", rememora Luis del Corral, presidente de la compañía.

Hoy en día, esta empresa se ha convertido en un grupo empresarial 100% aragonés -Grupo Oroel- formado por un conjunto de empresas ubicadas en diferentes países y continentes cuya actividad principal es el diseño, fabricación, comercialización y mantenimiento de vestuario de protección individual.

Este grupo nació en el año 2004 cuando Confecciones Oroel vio la posibilidad de ampliar su catálogo de servicios y ampliar su diana de mercados.

Aun así, este cambio lo hace sin perder la esencia que mantenía desde los años ochenta: especializarse en un vestuario de trabajo distinto, mucho más técnico que el fabricado hasta ese momento en España.

El proyecto ECOROEL, evidentemente, forma parte de esa estrategia. Pretende establecer un modelo de economía circular basado en la investigación y prototipado de una nueva gama de productos sostenibles mediante el ecodiseño de prendas técnicas de protección reciclables.

Instalaciones de Grupo Oroel.

Instalaciones de Grupo Oroel.

Del mismo modo, busca el aprovechamiento de residuos textiles. Estos residuos son una fracción importante del textil preconsumo procedente de los recortes procedentes de la confección y del postconsumo procedente de los equipos de protección individual (vestuario de protección) fuera de uso.

Del Corral explica que en la génesis del proyecto está el hecho de que "nuestros clientes desde hacía varios años nos solicitaban información sobre dónde iban a parar sus residuos textiles una vez terminado el contrato de alquiler de las prendas".

En este sentido, el presidente de Grupo Oroel remarca que "como ninguna productora de fibra, hilador, tejedor, acabador, etc. nos daba solución al problema, empezamos hace unos seis años a pensar en hacer con el residuo algo que fuera factible".

"La originalidad del proyecto y el reto tecnológico consiste en la tipología de materiales a los que se pretende aplicar el ecodiseño y la recuperación de los materiales. La dificultad y la necesidad de investigación se basa en que, a diferencia de las prendas de vestir ordinarias, las prendas de protección están sujetas a estrictos ensayos de prestaciones mecánicas y térmicas", indican los responsables del proyecto.

Y es que "con el nivel de conocimiento actual, no es posible hacer una estrategia de upcycling con los materiales postconsumo provenientes de prendas de protección".

Grupo Oroel ejerce el papel de coordinador del proyecto y aborda el esfuerzo innovador con la colaboración científica del centro tecnológico de referencia de Aragón.

Concretamente, esta colaboración se ha llevado a cabo por parte del grupo de Materiales y Componentes de ITAINNOVA.

El papel de ITAINNOVA es la "valoración de los tejidos de las prendas de protección oficial como refuerzo de materiales poliméricos", explica Cristina Crespo. 

"Aprovechamiento completo"

Dicho de otro modo, "una vez que ha finalizado le vida útil de las prendas, se han aprovechado las propiedades ignífugas de ese tejido para incorporarlo como refuerzo de polímero reciclado, de plástico reciclado como polipropileno o como refuerzo de polímeros elastómeros tipo goma EPDM (caucho de etileno propileno dieno), NBR (caucho de acrilonitrilo-butadieno) y SBR  (caucho estireno-butadieno)".

Según explica la responsable del proyecto en ITAINNOVA, "es importante destacar que se ha estudiado la valoración completa del tejido, tan solo eliminando las partes metálicas (cremalleras o similares), con lo que no ha sido necesario un proceso de separación y clasificación de los distintos componentes y materiales que forman parte de estas prendas".

Esta forma de valorización de un lado "permite el aprovechamiento completo de la prenda tras su fin de vida útil y eliminaría los procesos costosos de separación y clasificación en una industrialización".

En definitiva, Crespo presume de que "los nuevos materiales desarrollados poseen propiedades mecánicas mejoradas y un mejor comportamiento frente a la llama por lo que podrían llegar a sustituir a materiales utilizados en la actualidad como podría ser el caucho de las palas bate-fuego".

El principal valor del proyecto, añade, "es el hecho de llevar la economía circular a la empresa textil, y en especial a la empresa textil de prendas de protección cuyos productos tienen unos requerimientos técnicos muy elevados".

Para ITAINNOVA, "el desarrollo del proyecto ha sido muy enriquecedor; como centro tecnológico nos ha permitido conocer los procesos de la industria textil".

Y es que "nuestra actividad está orientada a la neutralidad climática desde el desarrollo de materiales avanzados y de nuevas técnicas de caracterización y modelado multiescala".

Además, "estamos ligados al mundo industrial en permanente y estrecho contacto con nuestros clientes, a los que acompañamos en el diario, complicado y apasionante viaje de su crecimiento y consolidación, a través del incremento de su competitividad; la adaptación a mercados cada vez más exigentes en términos de costes, calidad y requerimientos ambientales; y la incorporación de nuevas tecnologías basadas en nuevos materiales y en nuevas formas de transformarlos y adaptarlos", resume Cristina Crespo.

Cabe mencionar que el presupuesto total del proyecto ha ascendido a 688.912 euros, de los que ITAINNOVA ha aportado 217.912 euros. La subvención total para el proyecto ha sido de 373.750 euros.