Bellucci, como una bella viuda durante el rodaje de Spectre

Bellucci, como una bella viuda durante el rodaje de Spectre Sony Pictures

El Estilo Cine

A Bond le ponen las arrugas

'Spectre' convierte a Monica Bellucci en 'chica Bond' a los 51 años. "Es la primera vez que besa a una mujer madura", dice la actriz.

29 octubre, 2015 00:54

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Se llama Lucía Sciarra. Acaba de enviudar -su marido ha tenido un accidente de helicóptero, un caso de caída con ayuda- y esa misma noche ya está en la cama con otro tipo. No piensen mal. El marido era un mafioso que no le merecía ningún respeto y al que sólo le ataba ser su seguro de vida. Y el otro tipo es Bond, James Bond. Ya saben, mezclado, no agitado. A ver quién se resiste.

Lucía es Monica Bellucci, un bellezón italiano que, a sus 51 años, se ha convertido en la "chica Bond" -¿"mujer Bond"?- de más edad de la saga en Spectre. Lo nuevo de 007 se estrena el 6 de noviembre. Sam Mendes vuelve a dirigir la franquicia, después de Skyfall, con Daniel Craig como el agente británico con licencia para matar. El propio Craig tiene tan sólo 47. 

Sam Mendes buscaba una mujer madura, de unos 50 años, que aunque hubiera perdido la belleza de la juventud, fuera femenina.

"Es la primera vez que se ve a una mujer madura. ¡Y la primera vez que Bond besa a una mujer con arrugas! Es un papel pequeño, pero clave, porque da información a Bond, y con esa información comienza la misión. En este papel aunque es breve, da la oportunidad a una actriz de trabajar una gama amplia de situaciones", explicó la actriz en Madrid.

"Es una mujer que pasa por la soledad, la muerte, la guerra con Bond, que es una especie de danza, un tango entre entre eros y thanatos, y que finalmente se salva y puede comenzar una nueva vida", responde, preguntada por qué la llevó a aceptar el papel. "Sam Mendes buscaba una mujer madura, de alrededor de 50 años, que aunque ya hubiera perdido la belleza de la juventud, fuera femenina", prosigue.

Actriz de carácter, con papeles personalísimos a sus espaldas -Irreversible, La pasión de Cristo-, Bellucci (Città di Castello, Italia, 1964) nunca le ha hecho ascos a los blockbusters, desde la saga Matrix a las adaptaciones de Astérix. Con 007 no tuvo dudas: "Entrar en las institución de Bond es adentrarse en una gran tradición. Las mujeres de Bond siempre han sido como iconos. Hay una imagen bellísima del pasado de Ursula Andress saliendo del agua, en esa misma escena que luego hizo Halle Berry. Son dos actrices que han tenido carreras diversas que se resumen en ese momento cinematográfico". 

La actriz defiende al personaje protagonista: "Se le ha acusado a Bond de usar a las mujeres como objeto. Yo no estoy de acuerdo. Pienso en Famke Jansen, maravillosa, en Eva Green, Sophie Marceau, Halle Berry, Rosamund Pike... Son todas mujeres muy fuertes. Pero tienen su feminidad y es muy importante. En Spectre, esa feminidad también existe. Es muy interesante. Y hay una evolución".

Esa feminidad la paseó por Madrid, donde lució un italianísimo vestido de una conocida firma de alta costura en el Teatro Real, donde se realizó esta entrevista. Sus 51 años son imposibles de adivinar, ni en pantalla ni en persona. Lo de las arrugas es metafórico: las que tiene son casi imperceptibles.

Madura infantil

Bellucci asegura sobre su personaje: "Lucia es una adulta pero a la vez vive como una niña. También su sexualidad es infantil: cuando Bond se acerca, ella se deja llevar. Él la seduce, y ella a él. Gracias a esta seducción recíproca, ella salva la vida. Es un contrato antiguo. Una feminidad a la antigua".

En total, han pasado por la saga desde 1962, cuando arrancó con 007 contra el Dr. No, unas 60 chicas Bond. La cifra varía según se cuenten en ella secuaces trinas (los 'ángeles de Blofeld' de 007 al servicio secreto de su Majestad), secretarias (la Moneypenny de Naomi Harris bien merece un sitio en la lista, como la de Lois Maxwell, que interpretó el papel de la secretaria durante 23 años) y aventuras más que fugaces. Algunas malvadas también darían para un debate (Grace Jones, Famke Jansen) que aquí nos ahorraremos: están en la lista. De todas ellas, ninguna se acerca, ni de lejos, a los 51 años de Bellucci. La más veterana fue Honor Blackman, que con 39 años interpretó a la inolvidable Pussy Galore en Goldfinger (1964).

Las chicas Bond más conocidas

Las chicas Bond más conocidas

La elección de actrices no sigue un patrón claro de edades. EL ESPAÑOL ha analizado las 25 actrices más destacadas -muy respetables fans de la saga, disculpen de antemano las omisiones: toda lista implica elegir y dejar fuera nombres- que han sido chica Bond a lo largo de los años. El análisis de sus edades (en la fecha del estreno de cada filme) nos dice que en la década de los 60, la media era de 27 años. En los 70 subió a 28, en los 80 a 32,5, y en los 90 a 33. Parece un patrón, como si Bond fuera madurando en sus gustos. Pero el cambio de Milenio volvió a bajar la edad a 29. El dato atípico de Bellucci sitúa la década en curso en una media de 42. Aunque alguna omisión de la lista como la propia Léa Seydoux (30 años) podría rebajar esta media.

Jane Seymour, en Vive y deja morir, y Lois Chiles, en Moonraker, fueron las chicas Bond más jóvenes, con 22 años ambas. Las más veteranas, aparte de Blackman, llegarían en los 80: Maud Adams, en Octopussy, y Cassandra Harris, en Sólo para sus ojos. Harris, curiosamente, fue además la primera esposa de un actor que con los años encarnaría a Bond: Pierce Brosnan. Ambas estrenaron con 38 años.

Lois Chiles y Roger Moore, en Moonraker. La actriz tenía 22 años

Lois Chiles y Roger Moore, en Moonraker. La actriz tenía 22 años Unifrance

Bellucci prefiere no analizar el porqué de su elección, si hay o no una suerte de declaración sociopolítica sobre las mujeres en la saga. "Esto es una decisión de Sam Mendes. Me pareció extraño. Le dije: '¿Qué hago yo en Bond con 50 años?', y él me respondió: 'Busco una mujer adulta'". 

Mendes también habló con EL ESPAÑOL en Madrid. Entre otros detalles del filme, abordó la elección de Bellucci. "La trama necesitaba un personaje que tuviera una historia, que fuera deseable, italiana, una viuda y guapa. Y resulta que, gracias a Dios, hay una mujer que se llama Monica Bellucci en el mundo y que encajaba". Y asegura que "no quería cambiar el estereotipo en plan cruzada". 

Aunque reconoce que "es verdad que ha cambiado mucho la sociedad, y mi percepción de las mujeres. Pero mi cometido no es ése, sino contar la historia que quería. Para mí, es un orgullo que las tres chicas del filme, Monica Bellucci, Léa Seydoux y Naomi Harris quieran trabajar conmigo. Me lo tomo como un cumplido. Las tres son mucho más que una cara bonita: son mujeres que no necesitan a Bond".

Viejos villanos

Seydoux es en realidad la verdadera "chica Bond" del filme, al menos en peso en la historia y en presencia en el metraje. Si bien Bellucci, que aparece apenas diez minutos, ha hecho correr ríos de tinta. "No era una cuestion de minutaje, sino de tener la posibilidad de crecer como actriz -explica Bellucci-. Con Sam Mendes he aprendido muchísimo y he temido una gran experiencia. El mío es un camino que continúa, de un director a otro, de una película a otra. Y en él salto de filmes pequeños a grandes, de MalenaLa Pasión de Cristo, de Matrix a una película iraní como Bhaman Ghobadi...".

Spectre, por lo demás, enfrenta a Craig con dos viejos conocidos de los amantes de la saga, la organización secreta que da título al filme y su lider, Stavros, algo que, sumando dos más dos, tiene poco de spoiler. Quién es en realidad Stavros (al que interpreta Christoph Waltz) es la cuestión que conviene no desvelar. Tiene mucho que ver con otra pregunta, quién es Bond, que respondía a medias Skyfall. El nuevo filme continúa esa indagación, formando una suerte de tetralogía con Casino Royale, Quantum of Solace y Skyfall. Ralph Fiennes sustituye a Judi Dench como M, Naomi Harris repite como la secretaria Monypenny, aquí con un mayor protagonismo, y Ben Wishaw es de nuevo Q, el científico de los inventos. 

La actriz Lea Seydoux.

La actriz Lea Seydoux. Sony Pictures

Habra deportivos, laboratorios secretos y artilugios con sorpresa, martini con vodka, persecuciones y una cantidad asumible -e inevitable- de violencia casi desde el minuto uno, cuando el filme arranca con un brillante plano secuencia en plena fiesta del Día de los Muertos en México DF. De ahí -otra clave de la saga, los escenarios exóticos y variados-, a Roma, Tánger, el interior de Marruecos y Londres.

Y, quién sabe, quizá veamos un Bond 25, como ya aparece nombrada en internet la hipotética próxima entrega. Daniel Craig probablemente no esté en ella. Ya se le buscan sustitutos. Sam Mendes no ha negado la mayor sobre la dirección, pero tampoco se pilla los dedos. Aunque ya les adelantamos que el final de Spectre parece cerrar esa puerta. Los tiempos están cambiando.