Detenida en Pinto (Madrid) una mujer mexicana acusada de enaltecimiento yihadista. / Interior

Detenida en Pinto (Madrid) una mujer mexicana acusada de enaltecimiento yihadista. / Interior

Tribunales Audiencia Nacional

Prisión para la mexicana afincada en España que se convirtió al Islam radical

La juez destaca su “importante transformación con una estética rigorista con los preceptos más radicales”.

24 enero, 2017 17:09

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La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela acaba de ordenar el ingreso en prisión incondicional para la mujer de nacionalidad mexicana afincada en España que se convirtió al islam radical, Ana Marilú R. y que pasó a llamarse Hayar. En el auto, la instructora destaca la “importante transformación estética rigorista con los preceptos más radicales del islam”. Está investigada por enaltecimiento del terrorismo, adoctrinamiento y captación propios del DAESH.

La magistrada analiza cómo la investigada no tiene vida social “y sus actividades diarias se reducen simplemente al cuidado de sus hijos, no teniendo amistad con ninguna mujer de su vecindario”. A su juicio, este comportamiento es significativo de los islamistas más radicales “ya que se aíslan de su entorno, evitando el contacto y relación con los que no comparten su doctrina e ideales (los infieles)".

En el registro de su domicilio en Madrid, se encontraron varios dispositivos móviles de ella y de su marido -también investigado- en el que han aparecido imágenes de una pistola HK en una funda para camuflarla de paisano; un jinete en el desierto por tanto una bandera negra con la 'shahada' o profesión de fe islámica, “siendo la representación típica de un muyahidin o guerrero yihadista”, así como diversas imágenes con la bandera del DAESH.

Ana Marilú se conectaba cada domingo en chats y a través de videoconferencia leía escrito relacionados con la vida del profeta y asesoraba a los demás integrantes de esos grupos para la captación de nuevos devotos del islam. "En el mismo sentido, -dice- fue descubierta una serie de audio incitando de manera explícita a la yihad y ensalzando la figura del mártir", añade el auto.

Lamela subraya que la investigada debe ingresar en prisión por la existencia de riesgo de destrucción de pruebas de los delitos imputados, así como de reiteración delictiva, teniendo en cuenta, dice, "que la investigada viene operando dentro de un grupo de personas que tiene vínculos con distintos países", sin olvidar su "peligrosidad", añade, pues "viene realizando labores de enaltecimiento, adoctrinamiento y captación propios del DAESH".