La ministra de Empleo, Fátima Báñez, y la consejera de Empleo y Políticas Sociales del gobierno vasco, Beatriz Artolazabal.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, y la consejera de Empleo y Políticas Sociales del gobierno vasco, Beatriz Artolazabal. EFE

Política País Vasco

Un nuevo convenio realza los frutos del pacto en Euskadi frente a Cataluña

Sáenz de Santamaría afirma que los que caen en el extremismo acaban “aislándose” mientras el Gobierno vasco prepara la negociación del traspaso de la Seguridad Social.

18 julio, 2017 17:04

Siete años después de que el País Vasco recibiera la transferencia de las políticas activas de empleo los Gobiernos central y vasco han alcanzado un acuerdo sustancial para la eficiencia de su desarrollo: el intercambio de información esencial para mejorar la lucha contra el fraude, evitar duplicidades y optimizar los recursos sobre la formación siempre limitados .

Ambos Ejecutivos suscribirán un convenio de colaboración por el que la comunidad autónoma vasca recibirá mensualmente por vía telématica datos sobre las cotizaciones de trabajadores y empresas radicadas en Euskadi y las bonificaciones que reciban éstas últimas ; así como el detalle sobre todos los cursos de formación y sus participantes. El pacto involucra a la Tesorería General de la Seguridad Social y al SEPE en su conexión directa con Lanbide, el Servicio vasco de Empleo, y una comisión de seguimiento vigilará su buen funcionamiento.

El convenio ha sido posible gracias al clima de entendimiento que preside las relaciones entre PP y PNV y los Ejecutivos español y vasco y se suma a los acuerdos ya cerrados a lo largo de esta legislatura, cuyo próximo hito se alcanza este miércoles en Madrid con la firma del acuerdo sobre la actualización del Concierto Económico y la renovación de la Ley Quinquenal del Cupo, que asegura un horizonte de paz fiscal hasta 2021.

El intercambio de información en materia de Seguridad Social y Empleo entre los Gobiernos central y vasco ha sido presentado este martes en Vitoria por la ministra Fátima Bañez y la consejera Beatriz Artolozabal en presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaria. Las dos integrantes del Ejecutivo español se han trasladado a la capital alavesa para reunirse asimismo con la Junta Directiva regional del PP y girar una visita a las instalaciones de Mercedes Benz, la empresa que según ha recordado el presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso, más aporta al PIB de la comunidad autónoma.

“El País Vasco contribuye a la estabilidad de España"

El mensaje de Sáenz de Santamaría y Bañez ha seguido la estela abierta por el presidente del Gobierno,Mariano Rajoy, el pasado fin de semana en Bilbao durante su asistencia a los actos de homenaje a Miguel Ángel Blanco: poner en valor el resultado, los “frutos”, de la colaboración y el pacto entre PP y PNV, tanto en Madrid como en Vitoria, por contraposición a la esterilidad del camino seguido en Cataluña por sus principales fuerzas políticas y su presidente, Carles Puigdemont.

Bañez, que ha glosado la recuperación económica y de empleo experimentada desde la crisis, ha asegurado que España “avanza cada día, pacto a pacto” y que la suma de voluntades entre vascos y españoles “multiplica los resultados”.

La ministra ha mantenido que España ha recuperado siete de cada diez empleos perdidos y que la reactivación del mercado laboral se produce con mayores estándares de calidad, con mayor número de contratación indefinida que temporal, y en todos los sectores, grupos de edad y comunidades autónomas. El objetivo del Gobierno es que en 2020 haya 20,5 millones de trabajadores en activo en todo el territorio nacional.

En la que constituye su cuarta visita al País Vasco desde el arranque de la legislatura Sáenz de Santamaría ha ensalzado el valor de la “estabilidad política” y los frutos de “la moderación” frente al “radicalismo “, que sólo aporta “división”, aunque sin mencionar directamente a Cataluña, hilo conductor subyacente en todo su discurso.

Al mencionar los resultados que se obtienen del diálogo y el acuerdo, la vicepresidenta ha “rendido cuentas” ante los dirigentes del PP vasco y enumerado la aprobación de los Presupuestos Generales de 2017, el ahorro en las liquidaciones pendientes del Cupo y los acuerdos para su renovación y la actualización del Concierto, las inversiones acordadas para la entrada del tren de alta velocidad en las capitales vascas, la aprobación del techo de gasto para 2018 y el desbloqueo de algunos litigios pendientes entre las dos administraciones, como los relativas a la tasas de reposición de la Ertzaintza y la Ley Municipal de la comunidad autónoma.

Sáenz de Santamaría ha asegurado que “el País Vasco contribuye hoy a la estabilidad de España”, a través de los acuerdos alcanzados con el PNV, y ha insistido en que el resultado repercute en el bienestar de los ciudadanos.

“Ambos gobiernos hemos sabido poner encima de la mesa asuntos sobre los que es posible pactar”, ha comentado, llamando a seguir el modelo que convierte “a la moderación y el equilibrio” en instrumento de hacer política frente al “populismo” y la “radicalidad”, que sólo genera “división” y “más conflicto”.

Siguiendo ese argumento ha defendido continuar por lo que ha llamado la “legislatura colaborativa”: “Los gobiernos que apuestan por esta forma de trabajar refrendan la confianza de los ciudadanos; los que apuestan por el fanatismo y el extremismo acaban aislándose”, ha sentenciado en alusión a Cataluña y con la vista puesta en los próximos meses.

Discrepancias sobre la seguridad social

La próxima estación del entendimiento entre los Gobiernos central y vasco tiene que ver con la negociación de los Presupuestos Generales de 2018 para los que el PP volverá a necesitar el voto del PNV. El partido de Ortuzar ya ha avanzado sus exigencias centradas en la negociación de las transferencias pendientes, entre las que se identifican como prioritarias la cesión de las prisiones ubicadas en suelo vasco y el traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social.

La reclamación de ambas competencias está incluida en el pacto de coalición PNV-PSE-EE que sustenta el Gobierno vasco. Extremo que la consejera vasca Artolozabal se ha encargado de recordarle este martes a la ministra Bañez respecto a la materia que incumbe a su Departamento. El intercambio de declaraciones ante la prensa entre una y otra en la sede del Gobierno vasco en Lakua anticipa la complejidad de las conversaciones y las fricciones que rodean el traspaso de la SS.

Bañez, que ha hecho partícipe al País Vasco de la recuperación del mercado laboral, se ha cerrado en banda a la hora de defender el actual modelo de pensiones, “solidario y sostenible”, basado en el mantenimiento de la caja única. Ha recordado que los pensionistas vascos han recibido 58.300 millones en los últimos cinco años y que su pensión media, de 1.300 euros, es una de las más altas y está por encima de la media nacional, situada en 1.065.

La ministra ha asegurado que las pensiones vascas, que han crecido “un 11%” desde 2011, son posibles “gracias a la solidaridad y el compromiso de todos los españoles” y que el actual modelo de solidaridad de caja única, recogido en la Constitución, es “garantía” del funcionamiento del sistema presente y futuro. “En él participamos todos, independientemente del lugar en el que vivimos”, ha subrayado.

Ante la defensa de Bañez, la consejera se ha visto en la obligación de replicar que el objetivo del Gobierno vasco es conseguir la transferencia. El PSE-EE apoya al PNV pero no es partidario de la ruptura de la caja única; sí de gestionar el cobro de las cotizaciones y el pago de las pensiones, aunque sin capacidad para interferir en la regulación de las mismas. Las negociaciones entre ambos Gobiernos se iniciarán a la vuelta de verano en septiembre, cuando el Ejecutivo de Rajoy ponga sobre la mesa los presupuestos de 2018.