Pedro Sánchez, con su equipo el día de la noche electoral, la última vez que intervino.

Pedro Sánchez, con su equipo el día de la noche electoral, la última vez que intervino. EFE

Política LA NUEVA LEGISLATURA

El PSOE prepara su "no" a la investidura de Rajoy, pero se abre a revisarlo

El Comité Federal prepara un rechazo rotundo para presionar a Rajoy, pero también a nuevas elecciones.

6 julio, 2016 01:07

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En política, el tiempo puede convertir a un "nunca" en un "tal vez" o incluso en un "sí". Pero los tiempos son fundamentales. Lo sabe Mariano Rajoy y parece haberlo entendido el PSOE, determinado a decirle al candidato del PP que con sus votos no cuente para ser investido. 

Desde este martes, los líderes autonómicos socialistas desfilan por la sede de la calle Ferraz para despachar con Pedro Sánchez. El objetivo es consensuar el resultado de la reunión que este sábado celebra el Comité Federal, el máximo órgano entre congresos. A él corresponde analizar el resultado de las últimas elecciones decidir la política de pactos. La Ejecutiva no quiere ni oír hablar de lo primero. El país antes que el partido, aseguran. Según los críticos con Pedro Sánchez, es la manera de evitar "asumir responsabilidades, a diferencia de todos los candidatos del PSOE de la historia", explica uno de ellos. 

Se esperan intervenciones muy críticas contra Sánchez por ser el cabeza visible de un gran fracaso electoral materializado en 85 diputados, 52 menos que el PP, del que le separan más de 10 puntos en porcentaje de voto. Pero esas intervenciones serán a puerta cerrada. La presión del PP y en menor medida otros partidos se ha centrado en exigir al PSOE que aclare qué hará en la investidura de Rajoy. Los populares prevén que se celebre la última semana de julio. 

Los dos consensos del PSOE

En el PSOE hay consenso sobre dos asuntos clave: no deben repetirse de nuevo las elecciones y el PSOE no puede regalar su apoyo a Rajoy. El candidato del PP no ha hecho ninguna propuesta pública concreta para alcanzar un pacto, ni siquiera con los partidos de centroderecha.

El PSOE navega como puede entre esos dos consensos. El primero ("no" a unas terceras elecciones) abre la puerta a una abstención del PSOE, el único partido que por sí solo puede garantizar la investidura de Rajoy. El segundo (no regalar su abstención) lleva a los socialistas a votar "no". Por el momento.

Así lo han hecho saber las dos líderes regionales que Sánchez vio este martes. Idoia Mendia (País Vasco) avanzó además la posición del propio Sánchez, que no ha hablado en público desde la noche electoral, hace 10 días. 

"No" a la investidura

"Ahora lo que toca y lo que corresponde no es poner el foco en el PSOE, sino en el PP", dijo Mendia. Por eso la posición de los socialistas "será no a la investidura de Rajoy cuando se señale". 

La postura "absoluta" del PSOE es "un no rotundo al PP". "Somos la alternativa al PP, el PSOE ha demostrado su liderazgo de la izquierda, somos la alternativa de gobierno, por lo tanto, con el partido de la corrupción, con el partido de los recortes que ha generado tanta desigualdad y sufrimiento, el PSOE no puede tener y no tiene nada en común", dijo Sara Hernández, líder de los socialistas madrileños, reconociendo que hay sintonía plena con el líder del PSOE en este aspecto. 

Los tiempos y las circunstancias

De idéntica forma se han pronunciado otros líderes del PSOE con más peso, como los de Andalucía, la Comunidad Valenciana o Castilla-La Mancha. Eso sí, preguntada por la posibilidad de revertir ese "no", Mendia avanzó que ella "no lo descartaría".

A un Comité Federal de rechazo puede seguir otro que consagre la abstención. Líderes destacados del PSOE, como Guillermo Fernández Vara, el presidente de Extremadura, han pedido esa "mínima abstención de última hora" que permitiría a Rajoy seguir en la Moncloa. Otros dirigentes territoriales consultados por EL ESPAÑOL reconocen en privado la posibilidad, pero sólo como último recurso, ya que en la cámara hay otros grupos a cuya puerta puede llamar Rajoy.

La duda en este momento es si ese cónclave podría celebrarse antes del primer intento de Rajoy por ser presidente para facilitar su investidura o si se plantearía sólo después de que el candidato del PP mordiese el polvo como Sánchez y fuera tumbado en dos votaciones consecutivas. Una posible oferta de Rajoy en materia política podría ayudar a los socialistas a decidirse. 

Según los plazos legales, tras la primera investidura se abre un plazo de dos meses antes de disolver de nuevo las Cortes y convocar de nuevo a las urnas. Si Rajoy no lo logra a la primera, por la vía de acuerdos con otros partidos o con el PSOE, todavía podría intentarlo durante dos meses. Entonces, el empeño del PSOE por no ser el responsable de unas terceras y difíciles terceras elecciones podría hacer que el partido abra la mano. Es, según muchos socialistas, tan solo una cuestión de tiempo.