Los artesanos de la paz, Matteo Zuppi, Harold Good, Mixel Berrokohrigan, Michel Tubiana y Araiz Funesas.

Los "artesanos de la paz", Matteo Zuppi, Harold Good, Mixel Berrokohrigan, Michel Tubiana y Araiz Funesas. Reuters

España DESARME DE ETA

Los organizadores del desarme admiten que no saben con precisión lo que hay en los zulos

Dicen que “ya habrá tiempo para un inventario más preciso” y dejan sin respuesta las principales dudas sobre la entrega.

8 abril, 2017 12:28
Bayona (Francia)

Dos de los organizadores del supuesto desarme de ETA Michel Berhocoirigoin y Michel Tubiana han comparecido en una rueda de prensa en el Museo de Bayona para ofrecer datos del listado de zulos que hace semanas les facilitó la banda.

No obstante, el único dato concreto que han aportado ante los periodistas es que las ocho localizaciones contienen 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivo y varios miles, pero es difícil de cuantificar, de kilos de munición y detonadores”. Minutos después han reconocido que todavía no han tenido ocasión de hacer un inventario preciso pero, según han dicho, “no es relevante” porque “lo importante es que ETA al final de esta jornada estará desarmada”.

Sin embargo, ni siquiera ese último extremo han podido asegurar con rotundidad. Según han explicado, cuentan con la colaboración de 172 “observadores” que han sido desplegados en cada uno de los ochos zulos a la espera de que las autoridades francesas acudan a desmantelarlos con las coordenadas que a través de ellos les ha hecho llegar este sábado la Comisión Internacional de Verificación. No han precisado, porque dicen que no es su competencia, a qué autoridad concreta (si policial o judicial) se le ha hecho llegar la información.

No han aclarado si en algunos zulos ya se había presentado la Policía francesa a lo largo de la mañana, pero han manifestado su deseo de que sea rápido. “Hemos hecho llegar al Estado francés a través de nuestros canales que no tenemos intención de permanecer allí muchos días”, ha llegado a decir Berhocoirigoin, quien ha mostrado su alegría porque de momento las autoridades galas no hayan “obstaculizado” la jornada: “Dijeron que no la iban a obstaculizar y de momento no lo han hecho. No ha habido incidentes”.

A partir de ahí, tampoco han contestado a la pregunta de si alguno de los zulos está en algún domicilio, como fue el caso de diciembre cuando varios de estos mediadores fueron arrestados por tratar de destruir en un caserío del sur de Francia un 15% del arsenal de ETA en connivencia con la banda. “No vamos a alimentar investigaciones policiales”, ha respondido Tubiana.

Los detalles no son "relevantes"

Tampoco han aclarado si alguno de los zulos está en España y se han limitado a afirmar que “no sólo están en el País Vasco francés”. Según ha declarado a este periódico otro de los mediadores, Txetx Etcheverry, todos están en Francia.

Preguntados acerca del tipo de armas de fuego que contienen los zulos, han reconocido que no saben con exactitud lo que hay en su interior, si son armas cortas, largas, si hay misiles o lanzagranadas de las que ETA adquirió en el pasado o si están todas las del robo de 2006 en la fábrica de armas de Vauvert. “Ya tendremos tiempo para hacer un inventario más preciso”, ha dicho Berhocoirigoin, quien tampoco ha sido capaz de ofrecer ninguna garantía de que entre esas armas estén las empleadas en atentados sin resolver.

En varias ocasiones ambos han dicho que esos detalles no son “relevantes” y en todo caso han delegado la función de acreditar el origen del armamento en las fuerzas de seguridad.

Sobre la participación de la Comisión Internacional de Verificación ha admitido que se ha limitado a servir de nexo entre ellos y las autoridades francesas, pero que han dado el visto bueno al dato de 120 armas y tres toneladas de explosivo a partir de sus trabajos de verificación de los últimos años. La Comisión Internacional de Verificación participó en 2014 en el falso desarme de ETA en el que los terroristas expusieron en un vídeo un bodegón de armas que representaba una parte ínfima de su arsenal y después se las volvieron a llevar.