Cospedal, en su primera reunión de ministros de Defensa de la UE.

Cospedal, en su primera reunión de ministros de Defensa de la UE. Olivier Hoslet/EFE

España

Los obstáculos de Dolores de Cospedal para afianzar un proyecto militar europeo

España juega un papel clave en el plan de acción que la Unión Europea firmará esta semana.

9 diciembre, 2016 03:04

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Alemania, Francia, Italia y España son los cuatro países que encabezan en proyecto común de Defensa europeo que viene fraguándose en el seno de la Unión en los últimos años y que esta semana afronta una fase decisiva, con la aprobación de un plan de acción conjunto. María Dolores de Cospedal, con la cartera de Defensa apenas estrenada, hereda el reto de afianzar un proyecto que tiene algunas similitudes con la OTAN, organización con la que se pretende estrechar lazos de colaboración.

El plan de acción de la Unión Europea se sostiene sobre dos pilares: la aprobación de un fondo para financiar gastos comunes y la creación de un mando para coordinar las operaciones lanzadas desde Bruselas. Todo ello erigido sobre un núcleo duro de países –entre ellos, España- que servirán de avanzadilla en materia de colaboración.

De acuerdo a la información publicada por Revista Española de Defensa, difundida por el Ministerio ahora dirigido por Cospedal, estas decisiones se rubricarán en el Consejo Europeo de Jefes de Estado y Gobierno los próximos días 14 y 15 de diciembre.

En su primera visita oficial al extranjero, María Dolores de Cospedal se reunió en noviembre con varios de sus homólogos europeos en una cumbre que tuvo lugar en Bruselas. Con estos encuentros, la ministra retomó el reto de colocar a España como uno de los líderes en esta propuesta de cooperación, que cuenta con el respaldo de Federica Mogherini, vicepresidenta de la Comisión Europea y presidenta de la Agencia Europea de Defensa, y con el visto bueno de otras organizaciones internacionales como la OTAN.

Relaciones UE-OTAN

Las relaciones con la Alianza Atlántica son el esqueleto sobre el que se sostiene la estructura de este plan de acción. Cospedal, al igual que otros ministros de Defensa europeos, planteó la necesidad de afianzar los lazos con la OTAN, ofreciendo capacidades similares pero complementarias.

El escenario del Mediterráneo es un ejemplo de cómo debería funcionar esta simbiosis, donde la Unión Europea desempeña una misión para acabar con el tráfico de seres humanos y la Alianza pretende acabar con la inestabilidad derivada de problemas internacionales como el terrorismo.

Las dificultades

Pero el camino para la creación de un proyecto común de Defensa no es sencillo. Frente a la pasión con la que Italia, Alemania, Francia y España defienden este plan, hay otros países que proyectan sus dificultades: Reino Unido, especialmente, ha advertido del riesgo de las “duplicidades” que podrían darse entre la UE y la OTAN, con los sobrecostes que ello conlleva.

Otros países, no obstante, optan por no dar pasos en firme. Se trata de los Estados que se encuentran más próximos a la órbita de Rusia, o bien los que no quieren apuntalar su presupuesto en materia de Defensa para sumarse al proyecto común europeo. Por eso, los países miembro han optado por el momento por “dar la bienvenida” al ambicioso plan, una fórmula que ha contado con el beneplácito de todos los Estados sin concretarse el modo en el que se efectuará.