Francisco Granados junto a David Marjaliza

Francisco Granados junto a David Marjaliza Interviú

España

Granados a Marjaliza: "Los dos sabemos la poca importancia que le he dado siempre al dinero"

La cita se halla en la correspondencia que ambos mantuvieron en 2010 y que se ha hecho pública en el sumario de la operación Púnica.

18 febrero, 2016 18:48

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La relación del empresario David Marjaliza y el ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados comenzó a deteriorarse en 2010 a raíz de la venta de un chalet en Marbella, hasta el punto de que su socio le dijo: "Ya veremos quién estará a tu lado cuando caigas en el cargo".

Así consta en los correos electrónicos volcados del ordenador de Granados por la Unidad Central Operativa (UCO) Guardia Civil el 17 de julio de 2015 en la sede del PP y que figuran en los tomos del sumario de la Púnica que se han hecho públicos hoy.

La UCO investiga la "continua cadena de favores y ventajas" por parte de Marjaliza, considerado cabecilla de la Púnica, hacia su socio en esa trama, Francisco Granados, y su sucesor como alcalde de Valdemoro, José Miguel Moreno.

En concreto, se centra en la compra de tres chalets de lujo en Marbella en 2003, de los que los políticos disfrutaron durante siete años en los que Granados y Moreno habrían pagado como mucho 3.000 euros en el primer caso y 6.000 en el segundo a pesar de que supuestamente el empresario se los alquilaría por 3.000 euros cada año.

"Sembrar para recoger"

Marjaliza reconoció en su declaración ante el juez que él perdía dinero con esa operación, pero lo hacía "para agasajarles de alguna manera", es decir, "sembrar para recoger" posibles favores. De hecho, la UCO señala en su informe que Marjaliza fue beneficiario de numerosas adjudicaciones en Valdemoro.

Finalmente, el empresario vendió a los dos políticos los chalets en el año 2010. En el caso de Granados, lo hizo a su mujer, Nieves Alarcón, por un precio "muy inferior al de mercado", con lo que, según la Guardia Civil, el empresario habría regalado a la familia entre 100.000 y 150.000 euros. 

Sin embargo, esa operación desembocó en una agria discusión por correo electrónico entre los socios Granados y Marjaliza. "A mí me enseñaron de pequeñito que cuando haces un favor a alguien lo primero es dar las gracias", comienza una carta escrita por el empresario a Granados en la que rebate una supuesta acusación de "usura" por parte del primero y le recuerda que ha puesto de su bolsillo 100.000 euros para gastos financieros de la operación.

Un "monstruo" creado "entre todos"

"Parece mentira que después de estar tantos años a tu servicio y sabiendo lo que sabes, me puedas tratar a mí tan despectivamente con todos tus comentarios, los cuales me han dolido", continúa Marjaliza, quien lamenta que el "monstruo" que han ido creando "entre todos" sigue creciendo.

Marjaliza advierte a Granados: "Al final te lo estás creyendo en exceso, el tiempo nos pone a todos en nuestro sitio y ya veremos quién estará a tu lado cuando caigas en el cargo". Y, antes de despedirse y recordarle que aún es su amigo, cita el refrán "érase una vez un hombre tan pobre, tan pobre, que solo tenía dinero".

Granados reconoce los "favores"

Granados responde a Marjaliza que no da crédito a sus comentarios y a "la rabia" que muestra, que parece contenida desde hace tiempo. A su juicio, es una "enorme injusticia" la valoración que hace su amistad.

Reconoce en ese escrito los "favores" que le ha hecho el empresario, pero le pide que no le dé lecciones de generosidad y apunta: "Los dos sabemos la escasa importancia que le he dado siempre al dinero".

Pese a este desencuentro y la "pataleta" que Marjaliza atribuye a Granados, el empresario escribe de nuevo al político para decirle que da por finiquitada la discusión y que seguirá a su disposición.

La Guardia Civil imputa por estas operaciones delitos de cohecho a Granados, Marjaliza y a Moreno Torres y de blanqueo a Marjaliza, Moreno Torres, a la cuñada de éste Esther Giménez y al conocido prestamista Antonio Arroyo.

La UCO también ha enviado al juez una investigación sobre una vivienda que el empresario Ramiro Cid -otro de los beneficiarios de las adjudicaciones en Valdemoro- habría construido para Granados, algo que intentaron ocultar mediante compraventas a terceros.

En este caso, la Guardia Civil señala a Granados y Cid por delitos de cohecho y a la esposa de Granados y al empresario, entre otros, por delitos de blanqueo de capitales.