España

Empotrar el coche contra un escaparate: el plan para liberar a un ladrón

Hay varios heridos leves. Los Mossos buscan capturar a los cinco delincuentes huidos.

3 enero, 2016 14:22

Estrellar el coche en el escaparate de un centro comercial para liberar a una compinche detenida poco antes. Esa fue el mejor plan que se le ocurrió a una banda de ladrones que intentaron robar en la tarde de este sábado en un conocido hipermercado de Sant Boi de Llobregat, en Barcelona. Pese a que el lugar se encontraba lleno de clientes en ese momento, sólo hay que lamentar una veintena heridos leves, por contusiones y cuadros de ansiedad.

Los cinco delincuentes, que permanecen en búsqueda y captura, intentaron robar en una tienda de telefonía móvil de Alcampo, pero fueron sorprendidas por los guardias de seguridad, que retuvieron a uno de los presuntos ladrones, mientras los otros cuatro pudieron escapar en un primer momento.

Acto seguido, los cuatro que habían huido empotraron su vehículo contra la puerta principal del establecimiento, lo que generó heridos y escenas de pánico entre los clientes que llenaban el Alcampo, que pensaron que se trataba de un ataque terrorista.

El alunizaje provocó que el ladrón retenido pudiera huir con sus cuatro compinches en el vehículo, del que se desconocen sus características, aunque los Mossos investigan para poder capturar a los autores de los hechos.

Al respecto, una dependienta de una tienda del centro comercial, Noelia Gómez, ha dicho a TV3 que "la tienda estaba llena, y la gente empezó a correr y a gritar: Una bomba, una bomba. Tiros, tiros. La gente salió corriendo y otros entraron para esconderse".

Por su parte, una clienta, Paula Adán, ha señalado que "he escuchado un ruido muy fuerte, parecían tiros, la gente corriendo y gritando...He cogido a mi hija y nos hemos ocultado en un probador, en una esquina. Mi hija estaba llorando. Luego hemos salido de la tienda. Hemos pasado mucho miedo".

Curiosamente, en abril del pasado año, otro vehículo acabó empotrándose contra un Alcampo. Ocurrió en la localidad guipuzcoana de Oiartzun, aunque en aquella ocasión el suceso vino provocado por un conductor que se confundió al accionar los pedales de su coche y acabó destrozando la línea de cajas del establecimiento.