ANA I. GRACIA ANA TUDELA

Mariano Rajoy ha despejado la duda. Las elecciones generales se celebrarán finalmente el 20 de diciembre. “La razón es que si fueran el 13 de diciembre tendríamos que constituir el Parlamento prácticamente en plenas Navidades. Así hay un poco más de margen; hay hasta el 14 de enero. Por tanto, podemos aprobar los presupuestos, hacer las elecciones y luego tener un margen para, después de las fiestas, constituir el Parlamento”, justificó, justo al comienzo de la entrevista hecha por Gloria Lomana, directora de Informativos de Antena 3. La periodista comenzó con cinco preguntas con las que el presidente debía responder sí o no. Y fue justo en ese momento cuando envió un mensaje a Artur Mas, si finalmente es castigado por el Tribunal Constitucional. “Yo respaldo cualquier decisión de cualquier tribunal, me guste o no”.

El Ejecutivo manejaba otra fecha para convocar elecciones, un fin de semana antes, el día 13 de diciembre. Sin embargo, esta posibilidad se cayó el lunes, después de que el Gobierno acordara con Bruselas que los bancos tributarán por sus activos fiscales diferidos (DTA). Con este acuerdo, las entidades financieras consiguieron salvar los 40.000 millones de euros que tienen en esta fórmula de capital y que Europa estaba investigando como una posible ayuda de Estado ilegal.

El Gobierno pactó con Bruselas aprobar esta normativa con celeridad: como una enmienda a la Ley de Presupuestos que modificará el impuesto de Sociedades. Este acuerdo tardío amplía el plazo para aprobar la nueva regulación hasta mediados de diciembre, lo que impide que las elecciones sean antes del día 20 de ese mes.

Los DTA son impuestos que los bancos tienen que soportar por adelantado, por cuestiones contables, pero que responden a una actividad económica que todavía no se ha realizado. Como los bancos están cubriendo con sus impuestos un resultado que no se ha generado, el Estado reconoce que se puede apuntar este pago como un activo. España, al igual que Italia, Portugal y Grecia, permite que los bancos se anoten este activo como parte de su capital y, de este modo, que contabilice para cubrir las exigencias de solvencia que demanda el Banco Central Europeo.

“El partido más votado”

En la entrevista, hecha cuatro días después de recibir un buen revolcón en Cataluña, el presidente del Gobierno ha hecho un repaso amplio de los casi cuatro años que lleva gobernando en directo. Ha reconocido que han sido “durísimos” y que en todo este tiempo ha habido fallos de comunicación. Tampoco se olvidó de destacar que el PP fue el partido más votado en las autonómicas y municipales del 24-M, al margen de los pactos de Gobierno que les dejaron fuera en grandes urbes como Madrid o Barcelona; y ha estirado como un chicle los éxitos de su gestión. “Si no llego a tomar medidas tan impopulares no hubiéramos podido evitar el rescate en 2012”, insistía cada vez que podía.

Uno de los momentos más divertidos fue cuando un ciudadano lo comparó con Don Tancredo. “Es un topicazo. Somos un Gobierno que ha hecho reformas como nadie”, y otra vez empezó a tirar de éxitos. “Fui Don Tancredo cuando me negué al rescate de España. Y con Artur Mas podría haber sido Don Tancredo, pero entonces habría sido un irresponsable”.

Rajoy ha recuperado una entrevista con la misma presentadora en enero de 2014 para destacar por encima de todos un dato: el del paro. “Me preguntó si sería capaz de dejar el paro en el punto donde lo cogí. Eso eran 600.000 empleos, y no me atreví a decirle nada. Ahora puedo decirle que se han conseguido dar empleo a más de un millón de personas”. Tras destacar el dato, el presidente del Gobierno no supo o no quiso adelantar el dato del paro que se conocerá este viernes. “No conozco los datos del paro”. “¿No ha preguntado a la ministra este dato?”. “No, pero bueno”.

El presidente del Gobierno se entretuvo todo lo que quiso en el bloque catalán. Volvió a afear la conducta de Artur Mas, destacó sus malos resultados, tendió la mano otra vez al futuro president de la Generalitat “siempre que se respete la ley” y, acto seguido, dijo que no tiene ningún problema en sentarse a hablar con sus futuros rivales. “Yo hablo con todo el mundo. Otra cosa es hacer lo que todo el mundo quiere”.

Que vienen los nuevos

El único momento tenso de la entrevista se vivió cuando la periodista le preguntó si coincidía con el comunicado que José María Aznar envió este lunes alertando al partido de que el electorado ha dado ya cinco avisos al PP desde las europeas. “Ni coincido ni dejo de coincidir. No voy a comentar nada”, dijo, para después dejar claro que “yo hablo a la gente a la cara, no a través de comunicados”.

Rajoy entró al trapo para criticar a Pedro Sánchez, el principal líder de la oposición. “Las únicas negociaciones que le he visto al señor Sánchez son con Podemos y la CUP para quitar al PP las alcaldías que ganó en las urnas”. Sin embargo, no hubo ni una sola crítica hacia el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, el principal quebradero de cabeza del PP desde que el domingo su partido arrasara en Cataluña.

En clave electoral, el jefe del Ejecutivo lanzó una advertencia a los suyos: “España necesita una política seria y estabilidad. Los experimentos solo son gaseosa”, en una clara referencia al fenómeno Rivera, que todavía no ha desembarcado en Madrid. Es una de las estrategias del PP: meter miedo a los nuevos. “Yo pondré todo mi empeño en convencer a los españoles de que hay que andar con cuidado”. Y adelantó una píldora de lo que va a ser su campaña electoral: “Si mantenemos las mismas políticas durante los próximos cuatro años crearemos dos millones de empleos, 500.000 por año”.