Rajoy en un acto electoral de este martes.

Rajoy en un acto electoral de este martes. EFE

Elecciones Generales ELECCIONES GENERALES 2016

PP y Podemos vuelcan toda la presión sobre Sánchez por los pactos tras el 26-J

Rivera propone una negociación a tres entre Ciudadanos, PP y PSOE a partir del lunes. 

22 junio, 2016 04:36
Alberto Lardiés Ana I. Gracia

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Podemos y el Partido Popular han coincidido en sus mensajes de este martes. Las dos formaciones se han centrado en presionar al PSOE con la vista puesta en los pactos para formar gobierno posteriores a las elecciones de este domingo. Por una parte, Mariano Rajoy ofrecía un acuerdo a Pedro Sánchez para conformar una "gran coalición" tras el 26-J. Por otra, fuentes de la dirección de Podemos exponían que esperan llegar a un acuerdo con el PSOE y que, si esto no ocurre, el partido liderado por Pablo Iglesias estará "más cerca de la mayoría absoluta"

A pocos días de que termine la campaña electoral y a tenor de unas encuestas que dibujan un panorama similar al del 20-D, este martes ha estado marcado por los acuerdos postelectorales. Y, como ya se ha dicho, el PP y Podemos apelaban al PSOE, de forma que trasladaban toda la presión a Pedro Sánchez y los suyos. Además, Albert Rivera proponía negociar con PP y PSOE tras el 26-J. En suma, todos dicen querer pactar con el candidato que más débil está al decir de todos los sondeos. Pero el líder del PSOE sigue sin dejar claro por qué acuerdos apostará tras la cita con las urnas. 

El mensaje de Rajoy no pudo ser más claro: "Plantearé una gran coalición al PSOE. Es una apuesta sensata". En la cadena catalana 8tv, el presidente del Gobierno en funciones decía que "la alternativa, excepto que el PSOE quiera hacer presidente al señor Iglesias, es la moderación", en referencia a la posibilidad de pactar con los socialistas para formar gobierno. "Unas terceras elecciones serían un disparate, yo como español las descarto", concluía el presidente del PP.

Podemos: "Si apoyan al PP, nos acercan a la mayoría absoluta"

Unidos Podemos también presionaba al PSOE, pero desde una óptica distinta a la del PP. Pablo Iglesias y los suyos quieren un gobierno de izquierdas con los socialistas. Y no se cansan de repetirlo. En este caso, incluso van más allá al señalar las consecuencias que tendría para el Partido Socialista negarse a la coalición de izquierdas.

Fuentes de la dirección de Podemos explicaban este martes que, sea cual sea el resultado, Iglesias llamará en la noche electoral del 26-J a Sánchez con la intención de empezar las negociaciones para la investidura. Y, en clave negociadora, añadían que esperan que haya fumata blanca que facilite ese pacto. Entre otras cosas porque "nada nos acercaría más a una mayoría absoluta que el hecho de que el PSOE facilitase un gobierno del PP".

Los dirigentes de Podemos creen, como repiten en todos los mítines, que "la opción más sensata" es llegar a un acuerdo de gobierno con el PSOE, su "aliado natural" para un"momento histórico". Eso sí, si los socialistas no dan el paso de apoyarles y facilitan un ejecutivo presidido por Rajoy u otro candidato del PP, en el partido de Iglesias están seguros de que saldrían beneficiados a medio plazo, porque en las siguientes elecciones, sean cuando sean, los votos socialistas se teñirían de morado. O, en otras palabras, lograrían pasokizar al PSOE por los errores de los socialistas. 

Rivera se ofrece y solo recibe ataques de Rajoy

En este contexto de hablar sobre los pactos, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, invitaba al presidente del Gobierno en funciones y al líder del PSOE a sentarse a una mesa de negociación a tres partir del 27 de junio, sea cual sea el resultado de las elecciones generales, "sin sillones ni condiciones previas". En un acto electoral en Avilés (Asturias), Rivera decía que el acuerdo de las tres fuerzas constitucionalistas es la única manera de desbloquear la formación de gobierno.

Sin embargo, el candidato de C's solo ha recibido ataques por parte de Mariano Rajoy y ni siquiera ha tenido respuesta del PSOE. El líder del PP respondía desde Torrijos (Toledo) ignorando por completo la propuesta de Rivera y atacando a su socio natural de gobierno. "El voto a Ciudadanos no es un voto útil para parar a los extremistas y los radicales. Si queremos certidumbre, hay que concentrar el voto en el Partido Popular", decía.

El equipo de campaña del PP se ha propuesto recuperar todo el voto que en las elecciones del 20 de diciembre fue a parar a manos de Ciudadanos (unos 500.000) y no quiere oír hablar de ninguna propuesta hasta que el domingo se pongan las cartas sobre la mesa. Lejos de recoger el guante lanzado por su rival político, Mariano Rajoy volvía a meter el dedo en la herida de Rivera. "El voto a Ciudadanos sirve para que gobierne Pedro Sánchez. Si votas a favor, tendremos un gobierno liderado por el PP", en una clara referencia al pacto que Ciudadanos firmó con Pedro Sánchez durante la legislatura fallida.
Como en anteriores mítines, en esta ocasión Mariano Rajoy ponía el ejemplo de la Diputación de Toledo, "donde los votos de C´sfueron para el PSOE" o el de la Junta de Castilla-la Mancha, "que no sirvieron para nada". Fuentes del PP reconocen que la clave para que Mariano Rajoy pueda seguir en la Moncloa dependerá en gran medida de si finalmente hay un 'sorpasso' o no de Podemos al PSOE. Además, no entienden este cambio de rumbo de Rivera, que hace tan solo unos días "pidió la cabeza de Rajoy como condición indispensable para sentarse a hablar con el PP".

¿Pinchazo en las encuestas?

Este cambio de rumbo de C's es entendida en filas conservadoras como "un pinchazo" en las encuestas. "Si Rivera baja escaños y sus votos no son relevantes, estará en el Parlamento sin pena ni gloria. Y quiere ahora anticiparse a lo que puede venir a partir del lunes", confiesan. Por eso, Mariano Rajoy continuaba este martes con su estrategia de pedir para él el voto que anteriormente fue a la formación naranja. "La división del voto moderado favorece a Podemos. Y la unión del voto moderado hace la fuerza".

En el caso de que Pablo Iglesias quede en segunda posición, el PP está convencido de que aunque Pedro Sánchez no dimita, el PSOE celebrará en septiembre un congreso para elegir nuevo secretario general. Será a partir de entonces, entrado ya el otoño, cuando el PP cree que "los socialistas, con un nuevo secretario general", podría abstenerse para que gobierne Rajoy "y tenga tiempo para consolidar su liderazgo". Y eso es, según dicen fuentes de Podemos, lo que catapultaría al partido morado