Me lo decía ayer un destacado militante socialista del sector sanchista que ha estado en primera línea en la batalla de las primarias del PSOE en la región:

“Emiliano será lo que él quiera ser en el partido. Ahora mismo está hundido porque ha puesto, junto a Fernández Vaquero, todo el aparato del partido a favor de Susana y se han llevado un palo histórico. Perdieron por quinientos votos cuando habían conseguido ochocientos cincuenta avales más, lo que hace en realidad mil trescientos votos perdidos cuando la gente de las agrupaciones ha tenido asegurado el voto secreto. Es un mensaje claro para Emiliano, que si es inteligente lo sabrá interpretar, porque hoy nadie cuestiona internamente su liderazgo y su Presidencia de la Junta. Mañana, si no aprovecha  la oportunidad y hace de la necesidad virtud, puede ser tarde. Aunque todo pinta que no ha perdido su olfato y su instinto de supervivencia porque ha aceptado negociar de igual a igual las delegaciones  provinciales al Congreso Federal. Eso es buena señal, porque es aceptar la realidad del partido después de unas primarias que son algo más. La delegación de Guadalajara ya está hecha y hoy mismo se pactará la de Toledo. Ya sabes, el porcentaje de votos de los tres candidatos se está trasladando proporcionalmente al número de delegados en el Congreso Federal. Si todo marcha en esa línea nadie cuestionará a Emiliano en su liderazgo regional. Luego vendrán los congresos provinciales y si ha leído lo que el partido le ha dicho tampoco él pondrá en duda lo que los militantes han dicho. Si él se pone a la labor de encabezar la renovación necesaria, con la misma lealtad con que nosotros estamos dispuestos a aceptar su liderazgo no habrá problemas. Pero es normal que ahora este depre acostumbrado como está al ordeno y mando. No somos comunistas y aquí ni habrá escisiones ni purgas, porque sabemos que nos jugamos el futuro del socialismo en España. El mismo Pedro Sánchez lo ha dicho y cumplirá su palabra. Otra cosa es que no cuente con los barones que callaron como putas en los comités federales de diciembre y junio, con excepción de Fernández Vara, y luego le tiraron por la ventana de Ferraz. Es verdad, que a lo peor Pablo Iglesias es el que le levanta el sillón con una  orden a García Molina para que no apruebe los presupuestos. Entonces, ni el PP le salvaría y estaría a merced de Pedro. Si ha  entendido el mensaje y nos oye sin prejuicios, tras el Congreso Federal, y antes del Congreso Regional de julio remodelará de manera muy  significativa su gobierno y se pondrá a la cabeza de la renovación del partido. Él es un hombre de partido, no ha hecho otra cosa en su vida y si hay alguien capaz de adaptarse a la nueva situación, y hasta de reinventarse a sí mismo, ese es Emiliano. No somos comunistas ni de Podemos. Está en sus manos”.

Cierro comillas.