Chris Pommering (centro), cofundador de Active.

Chris Pommering (centro), cofundador de Active. AVP

Empresas startups

“Muchos emprendedores no se sienten cómodos con el capital riesgo”

Un fondo impulsa un estudio para saber cómo mejorar la relación entre inversores y startups en España.

10 diciembre, 2015 23:57

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Tienen el poder que otorga gestionar el dinero que se invierte en pequeñas compañías tecnológicas. Y los emprendedores que acuden a ellos no siempre los ven con buenos ojos. Son los inversores de capital riesgo. En pleno apogeo del sector, Active Venture Partners, uno de los fondos de referencia en España con participadas como Packlink o Ticketbis, inicia una particular ‘cruzada’. “Muchos emprendedores no se sienten muy cómodos con el sector del capital riesgo”, reconoce su cofundador, Christopher Pommerening.

Hoy su industria vive un momento dulce. Al estallido de la burbuja puntocom en el año 2000 le siguió un periodo de sequía inversora que se acentuó, posteriormente, con la crisis económica. En el último lustro, el crecimiento ha sido muy significativo.

Con estos mimbres llega el momento de hacer cambios. Al menos así lo cree el equipo de Active. Su particular ‘cruzada’, que se ha venido a denominar Change.vc y se ha concebido a nivel europeo, tiene una primera fase. “Lo mejor que podemos hacer es preguntar a nuestros clientes, que son los emprendedores mismos, y a nuestros colaboradores y socios”, recuerda el directivo. El fin último es conocer cómo quieren que sea el capital riesgo del futuro.

Cuatro ‘frentes’ de mejora conocidos

A comienzos de año se conocerán las conclusiones concretas tras esta encuesta. Pese a ello, desde Active entienden que, tras escuchar las opiniones de muchos emprendedores durante años, ya son conocidos cuatro ‘frentes’ que abordar.

El primero tiene que ver con la actitud de los inversores. “Muchas veces los emprendedores se quejan de que los inversores tienen un aire algo arrogante”, reconoce. El segundo está relacionado con esto: “Los perciben como alejados de la misma comunidad de ‘startups’ y de emprendedores”. Y en este sentido, entiende que existe un problema cuando los mismos fundadores “no se sienten cómodos al hablar y contrastar con potenciales socios inversores”.

Más allá de la actitud, el proceso de inversión también genera ciertas reticencias. “Muchos no entienden que haya la misma transparencia por parte del inversor”, reconoce. Según él, no siempre saben si un inversor ha decidido finalmente apostar por su compañía o cuánto suele tardar en tomar una decisión.

¿Y en los acuerdos? Las cláusulas impuestas por el inversor en el pacto de socios representan el cuarto elemento. Para Pommerening, en el futuro se debe apostar por fórmulas con las que ambas partes ganen. “Queremos identificar cuáles son las cláusulas más problemáticas y apostar por contratos en los que se respeten los intereses de los emprendedores”, explica.

Mercado caliente… pero sin quemar

Esta autocrítica llega en un momento clave para el ecosistema emprendedor. “Por primera vez se está creando un ecosistema sano donde hay inversores, equipos de emprendedores potentes, consejeros y mentores”, reconoce. Sin embargo, está convencido de que es sólo el comienzo de un trayecto con mucho margen de mejora. Más aún si se compara con ecosistemas más maduros como el norteamericano u otros europeos. "Estamos a años luz de esos mercados; hay mucho camino por recorrer".

¿Y las valoraciones de las compañías? Él admite que en Estados Unidos existe una cierta inflación que puede tener influencia en las compañías europeas o españolas, cuyos emprendedores defenderán cifras y múltiplos similares para sus rondas de financiación. Aun así, afirma que en España se están manejando números “mucho más realistas y sensatos”.

En Active Ventures se encuentran en plena gestión de su segundo fondo de inversión, arrancado en 2012 con el respaldo de Telefónica (a través de Amérigo), el Fondico (fondo de fondos del Instituto de Crédito Oficial) o cuatro patrimonios familiares (family offices) españoles y alemanes. Contaba con 54 millones de euros, de los que les restan por gastar ocho. Esperan cerrar en los próximos meses dos nuevas operaciones.