¿Es Wolder una excepción o las empresas locales que venden teléfonos chinos con marca propia están condenadas a la desaparición? La compañía cántabra no ha sido la más grande de estas compañías, pero hasta su repentino expediente de regulación de empleo parecía que hacía bien las cosas. Un acuerdo enorme con Jazztel para suministrarle tablets, acuerdos para vender las tabletas oficiales de Masterchef y otros programas de la tele, una línea de móviles de gama media bien considerados (Wiam). Y, sin embargo, nada ha sido suficiente después de que los temores de Bankia sobre su modelo de negocio arrastraran la refinanciación sindicada y dejasen sin gasolina a la empresa que preside Ricardo Garrudo.

El ejecutivo mantendrá abiertas otras líneas de negocio y aprovechará que Wolder fue siempre más que una compañía de móviles, pero la división de electrónica de consumo lo tiene difícil. Hemos sabido por su cuenta en LinkedIn que su director general, Juan Luis Velázquez, ha buscado pastos más verdes y dirige ahora el mayorista Interbox, que precisamente comercializa marcas chinas como Huawei e Injoo. Marcas que ya no necesitan la coartada de un intermediario local para triunfar en nuestro país. En un mercado de márgenes estrechos, tener una empresa local que te suministre la marca y te ponga el servicio técnico es un lujo. La duda es si otras empresas más grandes como BQ, que hace mucho más que importar teléfonos de China y tiene un papel relevante en su gestación, superarán esta nueva etapa.

Era el buque insignia del grupo EShop Ventures, tras comprarla en 2014, y una de las marcas de comercio electrónico más reconocidas de España. Sin embargo, Rafael Garrido, el consejero delegado y fundador, no ha logrado mantenerla a flote y se ha visto obligado a declarar el concurso de acreedores y a vender todo el producto a precio de saldo. Las deudas, la dificultad para encontrar más recursos económicos y las fuertes pérdidas han pesado como una losa.

Las últimas cuentas disponibles de la compañía, correspondientes al ejercicio 2015, ya reflejaban una situación financiera muy complicada, con la reducción a la mitad de las ventas (por debajo del millón de euros) en tan sólo un año y unas pérdidas crecientes que alcanzaban los 2,5 millones de euros (4,1 millones en dos años).

En su momento, EShop Ventures fue considerado como el 'Amazon español', con un conglomerado de tiendas online especializadas en vino o moda y con grandes fondos de capital riesgo importantes como Qualitas Venture Capital (Grupo Prisa), Bonsai Venture o Kibo Ventures, entre otros. Ahora, su futuro está en entredicho, con un proceso concursal que arrancó este mismo mes y cuya resolución está aún en el aire.