Directivos de Chevron en bolsa.

Directivos de Chevron en bolsa. ALYSSA RINGLER HANDOUT Agencia EFE

Empresas Política fiscal

Los gigantes Pemex, Bombardier o Chevron mantienen en España el ‘truco’ fiscal de Microsoft

Las inversiones a través de Empresas de Tenencias de Valores Extranjeros (ETVE), con ventajas fiscales importantes, se dispararon en 2016 casi un 500% hasta los 8.200 millones.

22 marzo, 2017 01:56

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España ha sido utilizado por numerosas multinacionales para reducir su factura fiscal durante años. La vía: las entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE). Se trata de sociedades que acogen bajo su paraguas a filiales y sociedades del grupo lo que les permite beneficiarse de ventajas tributarias, como la exención en el cobro y distribución de dividendos. Microsoft la ha usado para repatriar más de 450 millones de euros de beneficios europeos hasta su matriz estadounidense. Pero no es la única. Gigantes como las petroleras Chevron y Pemex o el fabricante de infraestructuras Bombardier también también mantienen activas sus propias estructuras.

¿Qué es una ETVE? Sus operaciones se basan en la Ley de Sociedades. Se creó a mediados de los 90 con el objetivo de atraer capitales extranjeros y mejorar el saldo de la balanza de pagos. No sólo se aprovecha de la exención de impuesto sen el movimiento de dividendos sino también de rentas derivadas de transmisión de valores representativos de los fondos propios de entidades residentes.

Las petroleras Chevron y Pemex

¿Qué compañías mantienen esta estructura? El caso de Pemex es uno de los más destacados. En 1988 constituyó una compañía en las Antillas Holandesas, PMI Holdings. En 2005 la trajo a España y bajo su paraguas albergó varias filiales. Hoy tiene la de los Países Bajos (PMI Services, BV), Estados Unidos (PMI Services Estados Unidos), y México (PMI Norteamerica SA de CV). En el último año 2015, la sociedad en sus propias cuentas reconoce que el importe de las rentas exentas en concepto de dividendos ascendió a casi 600.000 euros. “Durante el ejercicio no se pagaron impuestos en el extranjero, dado que de acuerdo con la normativa doméstica mexicana, el reparto de dividendos no está sometido a tributación”.

Hay otro gigante del sector del petróleo que también cuenta con una estructura similar en España. Chevron Corporation creó junto a la también estadounidense Phillips 66 una compañía petroquímica conjunta en el año 2000. En ese mismo ejercicio se creó una entidad en España bajo la que fue colocando filiales (hoy tiene un total de ocho entre las que se encuentran Canadá, Bélgica, Turquía, Francia o México). Sólo en el ejercicio 2015 recibió 33,1 millones de euros de las sociedades con las que opera, principalmente, en países europeos. Ese mismo año pagó 32,8 millones a su socio único, Chevron Phillips Chemical Company. Esta operativa es muy similar a la que llevó a cabo durante años Microsoft en España.

Vodafone, Bombardier o un gigante papelero

La operadora de telecomunicaciones británica Vodafone sigue manteniendo su ETVE desde que la constituyera en el año 2000. Su socio único es Vodafone Europe BV (en Holanda). En el ejercicio 2015 de la empresa, recibió 69,4 millones de euros de dividendos de otra sociedad Vodafone Holdings Europe V.V. que “han gozado de exención por aplicación del régimen especial de las ETVE”, según reza en su propia memoria.

El fabricante de infraestructura de transporte Bombardier también cuenta con otra ETVE activa. Fue constituida en 2001 en Vizcaya y su socio único está ubicado en Países Bajos. Y en el objeto social se encontraba la tenencia y gestión de acciones o participaciones en entidades no residentes. Esta entidad controla de manera directa otra compañía en España (Bombardier Transportation Investment Spain), Btren Matenimiento Ferroviario (51%) y la filial rusa. De manera indirecta, a través de otras sociedades, controla otras filiales como la de Bélgica, Austria, Brasil, Hungría o República Checa.

Otro caso es el de International Paper, una empresa estadounidense fundada en 1898 y el segundo mayor fabricante de materiales para envases del mundo. Cuenta en España con una ETVE llamada International Paper Holdings Spain SL, bajo cuyo paraguas se encuentran filiales de Marruecos, Chile, Italia, Mauritania o Perú. Recibió 41,9 millones de euros de dividendos en el ejercicio 2014.

Hay quien desmontó su estructura fiscal en los últimos años, después de años de mantenerla activa. Es el caso, por ejemplo, de la petrolera ExxonMobil, que constituyó en 1999 su sociedad holding (ExxonMobil España) que llegó albergar sociedades estadounidenses y luxemburguesas de todo el grupo. Fue extinguida en agosto de 2012.

Otras compañías que, pese a mantenerlas abiertas, no tienen gran actividad. Es el caso de Reckitt Benckiser, el tercer actor en el sector del gran consumo, dueño de marcas como Durex, Air Wick, Calgon o Strepsils. Lleva sin presentar cuentas en España desde el año 2012, pero no ha llevado a cabo ningún cambio en la sociedad desde ese año.

Una inversión millonaria

Las ETVE representan un tipo de sociedad que sigue siendo muy utilizado por parte de las grandes multinacionales para reducir su factura fiscal, gracias a las ventajas que tiene. Y su uso se ha recuperado en el ejercicio 2016. En concreto, el año pasado se cerró con 8.200 millones de euros de inversión neta a través de esta figura, lo que supone más de un 498% de incremento.

En total, el papel de las inversiones netas a través de estas figuras ha ganado mucha importancia en el año 2016. Durante ese ejercicio representaron casi un 32% de los 27.739 millones, según los datos hechos públicos este martes por el Ministerio de Economía.

Microsoft y sus 450 millones

Uno de los casos más llamativos de los últimos años ha sido el de Microsoft. Tal y como explicó EL ESPAÑOL, el gigante tecnológico usó durante años la estructura de la ETVE para repatriar más de 450 millones de euros en dividendos europeos sin pagar impuestos.

Bajo el paraguas del ‘holding’ español, no sólo colocaron a la filial española (Iberia) sino también las de países como Bélgica, Austria, Finlandia, Alemania, Noruega o Dinamarca. Una buena parte de los beneficios generados por todas ellas salían de España a través de dividendos que, gracias a la legislación fiscal local y al convenio de doble imposición con Estados Unidos, aterrizaban en su país de origen sin ningún coste fiscal.