Pérez Dolset se marchó de la junta dando por finalizada la sesión antes de debatir su posible salida.

Pérez Dolset se marchó de la junta dando por finalizada la sesión antes de debatir su posible salida. Zed / Flickr

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Guerra civil en Zed: Pérez Dolset se aferra al sillón y los disidentes eligen un nuevo consejo

Arranca una nueva batalla judicial por la legitimidad del empresario para liderar la compañía tecnológica.

21 enero, 2017 02:32

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La mañana de este viernes era muy fría en la localidad madrileña Las Rozas. Lo era aún más en la sala de juntas de la empresa tecnológica Grupo Zed. Tras tres intentos fallidos, su fundador y máximo accionista, Javier Pérez Dolset, se tuvo que ver las caras con el resto de accionistas. Su continuidad estaba sobre la mesa. Y pese a la decidida intención de sus socios de expulsarlo, él se aferró al sillón gracias a un resquicio de la ley. Plantó a toda la junta y levantó la sesión sin votar su salida. Era sólo el comienzo de la enésima batalla a la que se enfrenta el directivo.

El resultado es el enconamiento de una guerra civil en la compañía tecnológica que se une a los numerosos frentes judiciales que se acumulan. Pero hay otra consecuencia: se avecina una batalla judicial por la legitimidad del empresario para liderar la empresa, después de que los ‘disidentes’ hayan nombrado a 4 consejeros y lo hayan destituido sin su presencia en la junta.

El artículo 48.2

“El que va a abrir las puertas de Zed el próximo lunes será Javier Pérez Dolset”, explicó justo después de finalizar la junta un portavoz oficial de la empresa a este medio. ¿Cómo lo va a hacer? La ley concursal a la que acudió el pasado mes de julio para pedir el concurso de acreedores, ahogado por las deudas de la compañía, es su clavo ardiendo.

En concreto, se aferra al artículo 48.2 de esa ley. En él se confirma que los acuerdos de la junta que puedan tener relevancia directa para el concurso requerirán “para su eficacia de la autorización o confirmación de la administración concursal”. A él se refirió el propio Pérez Dolset para confirmar que había ciertas dudas jurídicas sobre si la junta podría aprobar su cese sin el pronunciamiento del administrador.

Según el relato de varios de los accionistas ‘disidentes’ presentes en la junta, al llegar a ese punto 3, Pérez Dolset aseguró: “Como soy presidente y este punto afecta al patrimonio de la compañía y esta se halla bajo vigilancia de la administración concursal, no procede continuar con la junta…”. El representante del administrador legal pregunta extrañado y el directivo contesta que de acuerdo a su criterio “no se puede seguir”. Tras responderle que no entendía en base a qué lo decía, el presidente dio por concluida la junta. “¡Su obligación es acabarla”, le espetaron varios de los accionistas. Hizo caso omiso.

Después de esta conversación, no se ha votado la posible destitución y se ha levantado junto al secretario del consejo, Daniel Arteaga García, y ambos han abandonado la sala de juntas. Han dado por finalizada la sesión.

Un presidente y cuatro consejeros más

En ese momento, el resto de accionistas, con Inversiones Hemisferio (Grupo Planeta) a la cabeza, no acataron la decisión de Pérez Dolset y entendieron que no tenía potestad para levantar la sesión. Continuaron la junta, pero para ello necesitaron nombrar a un presidente interino. Lo hicieron.

Pero fueron mucho más allá. La destitución del consejero delegado salió adelante y también el nombramiento de cuatro nuevos consejeros, que se sumaban a los otros tres que formaban el consejo de administración (uno de ellos el propio Pérez Dolset). Esos nuevos representantes de la cúpula de la empresa son, según fuentes de estos accionistas, especialistas en la gestión de empresas en serias dificultades. Aunque no facilitaron los nombres. Estos serán, según sus propios planes, los encargados de nombrar a un nuevo CEO.

Con esta decisión, arranca una nueva batalla jurídica entre ambos bandos en lo que representa una bicefalia en la compañía. Pérez Dolset mantiene que sigue siendo CEO y el resto de accionistas entienden que él ya no ostenta el cargo y, por tanto, hay que buscarle sustituto. Hay, en consecuencia, dos consejos en paralelo y tendrá que decidir la Justicia cuál es el legítimo para continuar.

La batalla en Holanda, continúa

Mientras todo esto sucede, el fundador del grupo gana tiempo en el resto de frentes que tiene abiertos. En España, con la administración concursal de la filial española Zed Worldwide, que aún no ha presentado las cuentas de 2015 (no se pudieron aprobar porque, según adujo Pérez Dolset, dependían de la matriz, con sede en Holanda, que aún no han presentado las consolidadas).

Otra de esos frentes está en la Fiscalía Anticorrupción. Tras su propia denuncia por amenazas relacionadas con su socio, la empresa rusa VimpelCom, ahora el directivo se enfrenta a una investigación del ministerio para analizar las causas de la insolvencia de la compañía y si es punible. Como ha informado EL ESPAÑOL, una de las tesis se basa en que el socio ruso está estrangulando deliberadamente la compañía a través de Zed+ [creada en 2013 entre la rusa y Zed en Holanda] para ‘borrar’ a Pérez Dolset. La segunda tesis se centra en que el propio Pérez Dolset sea quien, en paralelo a esa supuesta obstrucción, haya llevado a la quiebra a la empresa a través de maniobras empresariales.

El otro frente está en Holanda. En febrero de 2016, el Tribunal Comercial de Ámsterdam suspendió al CEO Javier Pérez Dolset del consejo de la empresa, después de que el Tribunal Internacional de Arbitraje de Londres hallara en 2015 que había falsificado documentos. En 2014, según un documento presentado ante la Cámara de Comercio de Holanda, Zed+ -que controla el 70% de la filial española Zed Worldwide- controlaba 379 millones de euros en activos y registró un beneficio de 10,1 millones con 385 millones en ventas, informó la agencia Reuters.

Ahora se suma una nueva batalla. El otrora tiburón de los negocios de internet está más cercado que nunca. La de este viernes es una prueba más.