Encuentro entre Rajoy y Merkel.

Encuentro entre Rajoy y Merkel. David Ramos Getty Images

Economía

Madrid, Valencia y Murcia serían las regiones más beneficiadas con el sistema alemán de financiación

¿A qué autonomías ‘España les roba’? Fedea y el FiFo calculan cuál sería el reparto con el modelo germano, que permitiría tener un sistema más igualitario entre las distintas regiones.

14 mayo, 2016 01:56

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Desde el estallido de la crisis, prácticamente todas las comunidades se han quejado de la injusticia del sistema de financiación autonómico que es, de todo, menos igualitario. Las declaraciones han ido desde el “España nos roba” de la Generalitat de Cataluña hasta el “injusticia” de la Comunidad de Madrid y, con los datos en la mano, no les falta razón. En palabras de Ángel de la Fuente, director de Fedea y uno de los mayores expertos en financiación autonómica de España: “El gobierno español tira el dinero al aire y cae donde cae. Muchas veces el reparto es aleatorio y tiene mucho que ver el statu quo de las regiones”.

Josep Antoni Duran i Lleida fue el primero en proponer para España un sistema de reparto de los fondos autonómicos como el de los Länder alemanes, que, aunque tiene defectos, es más equitativo que el español. Fedea y el instituto FiFo de la Universidad de Colonia han calculado cómo quedaría el reparto de la financiación autonómica si se emplease el modelo alemán en el informe ‘Financiación regional en Alemania y España’ que presentaron de la Fuente y Michael Thöne, director ejecutivo del FiFo, el viernes. Este cálculo excluye a Navarra y al País Vasco, que cuentan con un régimen foral especial, y tampoco las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla. Cinco comunidades verían aumentar sus ingresos en detrimento de todas las demás, con los datos del año 2013, último ejercicio disponible para realizar el cálculo, teniendo en cuenta para el cálculo competencias homogéneas (ya que hay algunas autonomías que tienen que financiar ciertos costes que otras no tienen).

El gobierno español tira el dinero al aire y cae donde cae. Muchas veces el reparto es aleatorio y tiene mucho que ver el statu quo de las regiones.

La más beneficiada es la Comunidad de Madrid, que ella sola se llevaría más recursos como el resto de las cuatro comunidades autónomas más perjudicadas. En otras palabras, que de todo el ajuste que se realizaría con el sistema alemán, más de la mitad le correspondería a Madrid. En concreto, recibiría recursos por valor del 0,79% de su PIB, esto es, unos 1.500 millones de euros al año.

La segunda más beneficiada en porcentaje de su PIB sería la Comunidad Valenciana, ya que le correspondería una transferencia extra equivalente al 0,54% de su PIB, que en millones de euros serían algo más de 500 millones. Murcia y Cataluña ocupan el tercer y cuarto puesto en una situación muy similar, ya que les corresponderían 0,37 y 0,36 puntos del PIB respectivamente. Sin embargo, dadas las diferencias de su economía, las transferencias en términos absolutos serían muy diferentes: Cataluña tendría que recibir 700 millones de euros y Murcia, 100 millones. La última sería Andalucía, que recibiría un 0,09% de su PIB, esto es, en torno a 125 millones de euros.

El resto de comunidades, todas verían reducida su financiación anual. Las más perjudicadas en términos absolutos serían Castilla y León, Galicia y Extremadura, que verían reducidos sus recursos en 650 millones, 550 y 400 millones de euros respectivamente. Si se tiene en cuenta el drenaje de recursos que sufrirían en porcentaje de su PIB, las más perjudicadas serían, con mucha diferencia, Cantabria y Extremadura, ya que contarían con un 2,68% y un 2,48% menos de recursos.

Merkel no es perfecta

El modelo alemán realiza cuatro redistribuciones de los fondos regionales. El primero y que más contribuye a generar equidad entre los Länder es el reparto de los recursos obtenidos con el IVA. En su caso, esta distribución permite reducir a la mitad la desigualdad que se produciría si cada región se quedase con los impuestos que recauda en su jurisdicción. Por ejemplo, Baviera recauda, por cada habitante, casi el doble que Mecklemburgo-Pomerania Occidental, pero un sistema redistributivo no puede permitir estas diferencias. La mayor corrección es la que se ejecuta a través del reparto del IVA.

En Alemania todo lo establece el Gobierno federal, lo que contrasta con el caso español que está más descentralizado

Posteriormente se ajustan las transferencias horizontales (entre los Länder), que también reducen la desigualdad per cápita y por último se realizan transferencias verticales (del Estado a las regiones) y las transferencias para necesidades específicas (principalmente destinadas a la financiación del este de Alemania tras la reunificación). Con estos ajustes, la desviación estándar de la distribución, lo que refleja la desigualdad de la financiación entre regiones, se reduce a la mitad, desde 22 hasta 12,5.

En España, la dispersión con el sistema actual es de 8,9 y, según los cálculos de Fedea y el FiFo, si se aplicase el modelo alemán (sin contabilizar las transferencias a los Länder del este) la desviación estándar se reduciría hasta 3,1.

autonomias

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Sin embargo, el sistema alemán no es perfecto, ya que los Länder no tienen ninguna capacidad de decisión sobre los impuestos que establecen ni sobre el tipo aplicado. “En Alemania todo se establece más a nivel del Gobierno federal en comparación con España”, explica Thöne. En su opinión, el sistema español es uno de los más equilibrados del mundo gracias al equilibrio en la capacidad de decisión que tienen las autonomías y el Estado central.

Además, el sistema alemán tiene otro problema del que también adolece el español: el principio de ordinalidad. Esto significa que las autonomías que más recaudan, per cápita, no son necesariamente las que más recursos reciben, lo que provoca que el ranking se ve modificado en los sucesivos repartos de la financiación. El sistema alemán tiene, además, un problema a la hora de repartir los recursos de las ciudades-estado, ya que reciben mucho dinero por su población, más de lo que les correspondería. En España, si se aplicase el caso alemán, se conseguiría un sistema casi perfecto desde el punto de vista de la igualdad y también de la ordinalidad.