Inglaterra-Gales del Mundial de rugby en Twickenham.

Inglaterra-Gales del Mundial de rugby en Twickenham. Shaun Botterill Getty Images

Otros Deportes

El honor perdido de Twickenham

Inglaterra recibe al Gales en La Catedral después del fracaso mundialista causado por el XV del Dragón no hace ni un año.

12 marzo, 2016 01:40

Noticias relacionadas

El Seis Naciones saldrá prácticamente decidido de Twickenham, aunque esta vez, en La Catedral, no sólo está en juego el nuevo clásico del Viejo Continente. Este sábado, los 'nuevos' ingleses de Eddie Jones buscan revancha de su principal verdugo en el pasado Mundial. Este sábado el XV de la Rosa recibe en su casa al XV del Dragón, capaz de profanar su campo hace menos de seis meses, herida abierta que aún duele. Vaya si duele.

Después del mayor chasco de la historia de los inventores del deporte ovalado, Inglaterra se enfrenta a sus propios fantasmas ante unos galeses que hundieron la moral de la todopoderosa maquinaria inglesa. Estos hermanos pequeños que son queridos cuando no tienen opciones vuelven a Londres con la firme convicción de seguir ahondando en la herida y tomar la delantera como los principales aspirantes a conquistar el Seis Naciones.

El XV de la Rosa es la única selección que puede llevarse la Triple Corona (ganar al resto de Home Nations, los equipos fundadores del torneo: Escocia, Gales, Irlanda) y el Grand Slam, sumar todos los partidos del torneo con una victoria. Además, los ingleses ya se han hecho con una nueva edición de la Calcuta Cup tras ganar a Escocia en la primera jornada.

El trabajo del australiano Eddie Jones al frente del XV de la Rosa está surtiendo un efecto más balsámico que rompedor con la etapa anterior. Prácticamente está confiando en el grueso de jugadores que fracasaron en el Mundial, pero ha conseguido que vuelvan a tener confianza y a creer en esta selección. Aún queda mucho trabajo por delante cuando el principal objetivo es volver a aspirar a levantar la Copa Webb Ellis de campeones del mundo que ya alzaron en 2003 y donde fueron finalistas en 2007.

Habrá muchos frentes abiertos donde fijarse. Los capitanes Dylan Hartley (Inglaterra) y Sam Warburton (Gales) liderarán a unas delanteras que han dominado los partidos previos. Los locales sólo han concedido 28 puntos y un ensayo en contra en las tres jornadas anteriores por 49 puntos y cuatro ensayos cedidos por los galeses. En ataque, los ingleses también han sido los más ‘enchufados’ con 76 puntos y nueve ensayos, la mayoría de ellos ante Italia. Gales, con partidos muy igualados ante Irlanda y Francia, suma 62 puntos a favor, con cinco marcas.

Duelo de octavos con un marcado aire del sur. El inglés Billy Vunipola (24 caps), nacido en Australia, ha recuperado la confianza perdida y ahora es un indiscutible en los planes de Eddie Jones, mientras Talaupe ‘Toby’ Falateau, de origen tongano, ya es uno de los veteranos del equipo galés con 25 años y 55 caps a sus espaldas.

En la línea de tres cuartos hay muchos nombres en los que fijarse, jugadores eléctricos capaces de romper una férrea defensa con su velocidad. Los galeses George North, Jonathan Davies o el medio melé Gareth Davies, uno de los principales culpables del ‘sorpasso’ del pasado Mundial, volverán a sacar lo mejor de sí mismos en un ambiente hostil frente a los Ben Youngs, George Ford o Mike Brown.

Duelo de pateadores

Pero quizás el choque más esperado sea el duelo de pateadores. Dan Biggar, el bailarín, sabe bien lo que es anotar puntos clave ante Inglaterra, los últimos en el choque mundialista donde marcó la diferencia. Ante sí, Owen ‘Faz’ Farrel seguirá junto a Ford marcando la pauta del atino al pie de los del XV de la Rosa.

Dan Biggar treats everyone to another kicking dance!

Ambos están asesorados por dos leyendas del rugby mundial, Neil Jenkins y Jonny Wilkinson, respectivamente. Dos de los máximos anotadores en la historia del deporte ovalado, que entraron en el selecto grupo de jugadores con 1.000 puntos durante su carrera. Ambos fueron los mejores y máximos anotadores durante su etapa como jugador, pero ahora han sido superados por la estrella neozelandesa Dan Carter.

Jenkins, una auténtica leyenda en Gales, forma parte del cuerpo técnico de entrenadores de la Federación galesa prácticamente desde que colgó las botas. Warren Gatland lo rescató en 2008 para que se ocupara por completo en entrenar a los nuevos pateadores del XV del Dragón. Biggar lleva desde las categorías inferiores trabajando con Jenkins para convertirlo en un referente del rugby galés. Es típico ver a Jenkins llevando el agua a los jugadores durante los parones por patadas o ensayos, siempre cerca de su pupilo.

La participación de Wilkinson en Inglaterra es de menor calibre, pero no menos importante. Una de las primeras cosas que hizo el australiano Eddie Jones al aterrizar en Londres fue intentar ‘fichar’ a Jonny para su cuerpo técnico. El autor del aquel drop histórico para los de la Rosa en 2003 prefirió declinar la invitación oficial pero sigue colaborando de forma puntual en las sesiones de pateo con Ford y Farrel mientras continúa con su formación como entrenador. Wilkinson acabó su carrera recientemente con dos Copas de Europa consecutivas a sus espaldas con Toulon.

First Contact: Owen Farrell's penalty kick

También habrá cierta tensión entre los entrenadores. Todo un veterano en Gales como el neozelandés Warren Gatland, que tomó las riendas del equipo en 2007, ha llevado a los dragones a dos títulos del Seis Naciones o un más que merecido cuarto puesto en el Mundial 2011 en los 83 partidos que lleva al frente del XV del Dragón. Gatland ganó el Grand Slam en su primer año en Gales y ahora quiere aguar la fiesta a su homólogo en Inglaterra. Enfrente tiene a un ‘recién llegado’ como el australiano Eddie Jones, subcampeón del mundo en 2003 con los Wallabies, campeón del mundo con Sudáfrica en 2007 como entrenador asistente y técnico de Japón antes de embarcarse en la cruzada por devolver a Inglaterra a lo más alto del rugby mundial.

El Seis Naciones vuelve a jugarse en un choque Inglaterra-Gales en Twickenham, el 128º que juegan entre estos ‘hermanos’. ¡Qué más se puede pedir!