Los jugadores del Levante celebran un gol.

Los jugadores del Levante celebran un gol.

2ª División

Cruyff ignora al Levante en su autobiografía y ellos huyen de su modelo

Lidera la Segunda División sin estrellas. El crack holandés dedica media frase a su paso por el club en 1981. 

9 octubre, 2016 02:01

Noticias relacionadas

Hace 35 años que Johann Cruyff se enfundó la camiseta del Levante en Segunda División, aunque en sus recién publicadas memorias póstumas (Johan Cruyff. 14. La Autobiografía, editorial Planeta) casi lo ignore. Era 1981, llegó para la segunda parte de la temporada, cuando el equipo volaba rumbo a Primera División, con una plantilla recia como un muro. Sin embargo, al sueño le salieron grietas. Compañeros y aficionados presenciaron alguna filigrana del crack holandés, un par de goles en uno de los diez partidos que disputó, y se quedaron en Segunda, con huelgas por impagos y nubes negras en el horizonte.


Tras el descenso de la temporada pasada, anunciado desde las primeras semanas, y tras el fichaje fallido del colombiano de Banfield Mauricio Cuero, la contratación más cara de toda su historia, y del italiano Giuseppe Rossi, el Levante ha aparcado de momento este modelo Cruyff. Semejante estrategia y semejantes inversiones nunca le dieron buenos resultados. No consiguieron objetivos tampoco con Carlos Caszely en los setenta –Caszely era la estrella de la selección chilena y uno de los mejores jugadores sudamericanos– ni con Pedja Mijatovic en 2002 –el héroe de la séptima Copa de Europa del Real Madrid ya conocía la ciudad tras su exitoso paso por el Valencia–.


Tras ocho jornadas de campeonato en Segunda División, el Levante lidera la clasificación con 19 puntos y cuenta ya con un tranquilizante colchón de siete puntos en los puestos de playoff. Deja, además, a diez puntos o más a alguno de sus rivales teóricamente directos como el Real Oviedo, el Tenerife, el Cádiz, el Real Valladolid, el Mallorca o el Getafe. Datos nada desdeñables a estas alturas. Y todo ello con una plantilla humilde y, sobre todo, sostenible.

"Es vital que los jugadores conozcan la categoría"


Uno de sus principales jugadores, José Luis Morales, que vivió en sus carnes el descenso, describe para EL ESPAÑOL una de las claves para que la plantilla se haya adaptado tan rápido al nuevo estatus. “Se ha hecho un gran equipo con jugadores buenos de Segunda División, detalle que es muy importante. Es vital que los jugadores conozcan la categoría, que hayan jugado 50 o 60 partidos en Segunda. Que sepan la dureza de la competición y que sepan lo que nos tenemos que esperar: equipos muy motivados por ganar al Levante.”


El Levante comenzó desde muy pronto marcando el territorio. Arrancar en Segunda División con una victoria a domicilio, en pleno agosto, es una declaración de intenciones magnífica. Lo hizo en Soria, frente al Numancia. Y en la siguiente semana pudo en casa con el Alcorcón. “El secreto del colectivo es una buena pretemporada. En esas concentraciones largas, de una semana o diez días, es cuando estrechas la relación con todos los compañeros. Luego, en el día a día, solemos organizar cenas de equipo, o quedar para comer, para intentar ser también un buen grupo de amigos”. Morales pone el énfasis en el trabajo veraniego y los números le dan la razón. También en lo personal. El 10 se septiembre se encargó personalmente de desmontar al Real Zaragoza, en un 4-2 que comenzaba a poner en guardia al resto de rivales.

Los jugadores del Levante celebran un gol.

Los jugadores del Levante celebran un gol.


En el otro lado de la balanza, las viejas ilusiones de equipo grande de la directiva levantinista. Cruyff, fichado por el presidente Paco Aznar tras la etapa estadounidense del holandés, dejó a su paso por el Levante gran muestra de su simpatía, unas cuantas fotos y un agujero negro en los balances financieros de la entidad. Para siempre se irá arrastrando la leyenda que situaba a su suegro en las taquillas llevándose en sobres el porcentaje de billetería correspondiente al jugador, que era el que llenaba todos los estadios por los que pasaba. Y todo para nada. El equipo, como otras tantas ocasiones en las que el revuelo del glamour ha sobrevolado sus entrenamientos, perdió por completo la concentración.


Por eso el Levante, para intentar algo tan necesario y arduo como recuperar la categoría al año siguiente de haberla perdido, ha decidido escapar del modelo Cruyff. Nada desconcentra al bloque levantino esta temporada. “Este año tenemos un grupo muy bueno. El míster sabe la importancia de cada uno de nosotros dentro del conjunto. Tiramos todos hacia una misma dirección. En cada entrenamiento se nota que todos quieren jugar, y esa competencia interna es fundamental”. José Luis Morales recalca la labor de Juan Ramón López Muñiz, el alumno más aventajado de Juande Ramos, con experiencia ya en Primera División y en competiciones europeas.


El próximo compromiso del Levante es su visita a Almería, este domingo a las 18 horas. Por el momento solo han caído en Andalucía, 1-0 ante el Córdoba, cuando no consiguieron levantar un gol tempranero de los locales en el Arcángel. La novena jornada es una nueva oportunidad para demostrar que este es el modelo que necesita el club, y no el de las megaestrellas que raramente encajan en su vestuario, en su filosofía y en su cuenta corriente.


Es tan complicado en el encaje que el experimento difícilmente acaba significando más de media línea en sus autobiografías. "Después de un breve paso por el Levante español, decidí regresar a Ámsterdam", figura en la de Johan Cruyff. Demasiado poco para tantísimo esfuerzo.