Neymar y Suárez celebran uno de los goles.

Neymar y Suárez celebran uno de los goles. Juan Carlos Hidalgo EFE

1ª División Liga Santander

El Barça tritura al Leganés con un paseo triunfal en Butarque

Contundente goleada (1-5) de los azulgranas en el sur de Madrid, con la MSN luciéndose: dos goles de Messi, uno de Suárez y otro de Neymar. También marcó Rafinha en un encuentro muy sencillo para los culés.

17 septiembre, 2016 15:01
Leganés

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No hubo sorpresa en Leganés. Los milagros en el fútbol existen, pero no son comunes. En Butarque había ganas de campanazo, de día de gloria. Pero eran ilusiones. Cuando rodó el balón, los dos equipos se dieron cuenta de lo que había. Porque con la MSN en su máximo esplendor, sobre todo Messi y Suárez, es muy difícil que David gane a Goliat [Narración y estadísticas: 1-5].

A los 15 minutos, la conexión Messi - Suárez ya había hecho presencia en Leganés triturando las ilusiones de los presentes en Butarque, que todavía se frotaban los ojos. Estaban viendo al todopoderoso Barça en el estadio en el que hace dos años veían a su filial y hace tres a los modestos equipos de Segunda B. Pero Messi y Suárez no entienden de sentimientos y dieron un recital, con una conexión otra vez letal y de las más eficaces vistas.

Eso sí, ayudó la defensa pepinera. En el primer gol, dejaron solo a Suárez en la banda derecha. El uruguayo corrió a lo Bolt, liso, más lento que el jamaicano, lógicamente. Messi esperaba para rematar. 0-1. Les supo a poco, porque 15 minutos después otra vez se repitió la imagen. Fallo en la salida del balón de la zaga del Leganés y Suárez, que estaba mareando y agotando al equipo local, se aprovechó. 0-2 y partido finiquitado.

La realidad es que, aunque la solvencia y superioridad del Barcelona era notable, el Leganés no se merecía tal castigo. Había dado la cara, con minutos de rondar el área de un Ter Stegen ultraadelantado. Incluso después del mazazo del 0-2 tuvo una doble ocasión más que clara en las botas de Machís, que se fue por la banda de un desconcertado Mascherano.

Pero eso acabaría siendo un espejismo. Por cada gota de esfuerzo del Barça, el Leganés echaba diez. La diferencia en el campo era equivalente a la del presupuesto. Cuando el partido enfilaba ya el descanso, otra vez la pareja Messi - Suárez congelaba Butarque. Esta vez finalizó Neymar, a pase a dos metros del uruguayo y previo pase, de quilates, de Messi. Sólo quedaba dejar pasar los segundos 45 minutos y pensar ya en el decisivo partido del miércoles, también de Liga, ante el Atlético de Madrid.

Lo que pasó en la segunda mitad fue totalmente prescindible. El Barça hizo más daño en el césped y algunas veces también con actitudes poco deportivas, innecesarias. Neymar fue el que menos se dio cuenta de que enfrente tenía un equipo más que humilde. Sacó un penalti a Bustinza previa falta suya y alguna que otra actitud dudosa incendió Butarque. La pena máxima la convirtió Messi.

Se levantó la afición madrileña para despedir a Iniesta. El manchego bien lo merece. Además, hubo tiempo para un gol anulado a Paco Alcácer por fuera de juego y uno, éste sí válido, espectacular de Rafinha, ya recuperado para la causa. El partido terminó con un precioso tanto de Gabriel Pires, que se celebró como si fuera el del empate. Por eso acabó en fiesta esta primera visita del millonario Barça a Butarque.

Fue todo muy fácil, muy sencillo. Había mucha diferencia de calidad en el campo. Este paseo triunfal del Barça por el sur de Madrid en esta hora poco común le permite recuperar sensaciones tras el golpe ante el Alavés y seguir su semana goleadora: 12 tantos en dos partidos.