Luis Enrique, durante un entrenamiento.

Luis Enrique, durante un entrenamiento. REUTERS

1ª División Primera división

Luis Enrique y el dilema del cuarto delantero

El técnico busca un recambio de garantías para dar descanso a su tridente ofensivo.

28 julio, 2016 23:55

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Tras el fichaje de André Gomes y la renovación exprés de Javier Mascherano, el Barcelona se encomienda ahora a la búsqueda de un delantero que cierre la plantilla de cara a la temporada que viene. El perfil está claro: que esté dispuesto a ser suplente de la mejor delantera del mundo y esté listo para dar descanso ocasional a Messi, Neymar y Luis Suárez en una temporada extenuante.

También es valorable que el jugador en cuestión tenga juventud y margen de mejora, como es el caso de Gomes, llamado a la larga a heredar los galones de Iniesta en el Camp Nou. Sin embargo, los candidatos no abundan. Algunos, por su excesivo precio en el mercado; otros, como Vietto y Gameiro, porque ya no están en él.

En cualquier caso, en el Camp Nou no tienen prisa. "Tenemos tres delanteros que son muy buenos y eso dificulta, pero no lo cambio. El cuarto delantero ya vendrá, hay tiempo", aseguró este miércoles Robert Fernández, director deportivo del club. La traducción es fácil: no se fichará a nadie de primer nivel ni por una millonada. Hay tiempo. Y, normalmente en el fútbol, el tiempo abarata los costes.

Entre la proyección y la experiencia

"Quiero un delantero rápido, con remate y con gol. Extremos desequilibrantes y con buen uno contra uno ya tengo muchos", exigió Luis Enrique a la vuelta de vacaciones. Y, aunque ya no estén en el candelero, tanto Gameiro como Vietto cumplían con el perfil. Con experiencia en la élite, pero con proyección. Es el mismo caso que el de Lucas Pérez.

El delantero coruñés, de 27 años, viene de realizar una completísima temporada con el Deportivo y se encuentra en el mejor momento de su carrera. La última temporada explotó con 17 goles en 36 partidos y se convirtió en una de las revelaciones españolas del campeonato liguero.

Con la llegada del rumano Florin Andone a Riazor, Gaizka Garitano tendría cubierta la punta de lanza, aunque la salida de Lucas Pérez no parece fácil, sobre todo por la falta de recambios arriba que acusa el Depor. Asimismo, los 18 millones que costaría Ayoze Pérez, que ha eclosionado en el Newcastle de Rafa Benítez, también suponen un importante escollo.

No obstante, el mercado manda y Luis Enrique ya no descarta un delantero consagrado a bajo coste, pero que esté dispuesto a aportar minutos de calidad, más que un rendimiento regular. En ese espectro se encuentra Jonas Gonçalves.

El pasado curso, el exvalencianista se quedó cerca de Luis Suárez en la lucha por la Bota de Oro, con 32 goles frente a los 40 del uruguayo. Unos números que avalarían los contactos con el Benfica, que entiende que un traspaso moderadamente rentable es mejor que nada por un jugador que ya tiene 32 años.

De la misma quinta es Robin Van Persie. El holandés, que ya ha dejado atrás sus años de gloria en la Premier, viene de realizar un buen año en Turquía, donde ha cosechado 16 goles en 31 partidos de liga. Por desgracia, su relación con hinchada turca no es la mejor y no se descartaría que aceptase una oferta del FC Barcelona.

La opción C: fichar a una estrella

Eso sí, en el caso de que Luis Enrique no encuentre a su ariete ideal, también existe la posibilidad de que se decida por un jugador de más nombre. Y que el Barça pague por ello. Dos de los hombres que gustan en el Camp Nou son Carlos Bacca, del Milan, y Alexandre Lacazette, del Olympique de Lyon.

El colombiano, que dejó hace un año el Sevilla por unos 30 millones de euros, estaría disponible a priori por una cantidad sensiblemente superior. El caso del francés es distinto. Sus 23 goles en la Ligue 1 han disparado su precio de mercado y no parece viable un traspaso por menos de 40 millones de euros. Una cifra que se escapa a las previsiones del Barça.

Existe, como siempre, una última opción para Luis Enrique: tirar de cantera. No es algo precisamente nuevo en el Camp Nou y, normalmente, asegura grandes resultados a medio plazo. Con la cesión de Sandro, sólo queda inscrito en el primer equipo Munir, que tiene un perfil más de extremo que de delantero. Rápido y desbordante, con trabajo podría reconvertirse en un rematador puro.

Lo que queda por conocer es si Luis Enrique está dispuesto a apostar por un proyecto de dos o tres años para construir un 'nueve' capaz de dar el relevo a algún hombre de arriba o quiere alguien que le cubra las espaldas a corto plazo. Con Messi y Suárez rondando la treintena, no sería una mala idea.