Saúl Ñíguez celebra con Marco Asensio uno de sus goles a Italia.

Saúl Ñíguez celebra con Marco Asensio uno de sus goles a Italia. EFE

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Una exhibición de Saúl Ñíguez para la mejor España sub-21 de siempre

Descomunal partido del jugador del Atlético, que marca un hat-trick en la brillante victoria de España a Italia (3-1). También destacan Dani Ceballos y Marcos Llorente. 'La Rojita' jugará la final del Europeo sub-21 ante Alemania. 

27 junio, 2017 23:11

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Cuando una selección sub-21, que a priori debe estar llena de jugadores sin experiencia y pagando la novatada, cuenta con futbolistas que ya tienen una final de Champions a sus espaldas y grandes actuaciones en partidos importantes, es muy difícil que esa selección pueda perder. Cuando un equipo tan joven cuenta ya con talentos tan descomunales, lo normal es que llegues a la final del torneo que disputes. [Así te hemos contado el España 3-1 Italia, semifinal del Europeo sub-21]

Y así es la actual España sub-21, un equipo de época, deslumbrante y maravilloso que en la semifinal del Europeo encontró un héroe que bien merece todos los elogios. Saúl Ñíguez, ya curtidos en duras batallas con el Atlético, irrumpió en Polonia para llevar a la 'Rojita' a la final del Europeo. El ilicitano hizo el mejor partido de su vida con un hat-trick brillante (el primero de su carrera), marcando todos los goles de España. Él lideró a la selección española de una forma apabullante. Parecía como esos partidos del colegio en el que los de sexto de primaria jugaban contra los de tercero. 

Lo de Saúl fue, sencillamente, impresionante. Su dominio fue insultante y sus goles, preciosos. El primero, tras un remate medido y colocado tras entrar en el área. Estaba entonces el partido igualado y con un 0-0 que amenazaba con perpetuarse. El segundo, tras un 'cañonazo' desde su casa que sorprendió a todos, incluido a él. Fue el más psicólogico, porque Italia acababa de empatar por medio de Federico Bernardeschi. El tercero, definiendo una asistencia de Asensio en una especie de penalti en movimiento. Marcó en todos los registros y no hizo absolutamente nada mal. Un recital para años.

Saúl celebra uno de sus tres goles a Italia.

Saúl celebra uno de sus tres goles a Italia. EFE

Aunque Italia tuviera buenos jugadores, lo de España era otro mundo, otro ritmo. Nunca se ha visto en nuestro país una sub-21 tan primorosa. Ni la de hace cuatro años con Isco, Thiago, Koke, De Gea, Illarramendi o Morata. No es comparable. Porque a Saúl Ñíguez le acompaña un equipo que tiene jugadores que incluso mejoran a los que están en la absoluta. Lopetegui no puede dejara pasar ni un minuto para hacer un cambio generacional y darse más opciones en el Mundial de Rusia de dentro de un año.

Por ejemplo, Dani Ceballos hizo un encuentro descomunal. Volvió loca a toda la defensa italiana, incluido Gagliardini, que acabó expulsado ante la imposibilidad de parar al jugador, veremos por cuanto tiempo, del Betis. También Ceballos regaló el primer gol a Saúl y dejó destellos de estrella. Él será uno de los jugadores que se revaloricen tras este Europeo y también protagonizará alguna que otra portada este verano porque el Betis se le queda pequeño.

No fue el único que deslumbró. Marcos Llorente ya demostró toda la temporada en el Alavés que el Madrid tiene centrocampista para años. Ante Italia confirmó los mejores presagios. Su dominio en el centro del campo también fue rotundo y él tiene una característica muy importante: se crece y rinde mejor cuando las cosas están más apretadas. Fue fundamental cuando la semifinal estaba apretada, al igual que Kepa, el portero del Athletic, que sacó dos buenas paradas en los primeros minutos cuando Italia creó peligro y demostró que él es mejor portero que el mediático Donnarumma.

Marcos Llorente.

Marcos Llorente. UEFA

Injusto sería quitar de esta lista a jugadores como Sandro Ramírez, hiperactivo en ataque, Marco Asensio, más flojo (él ha puesto el listón alto) en esta semifinal pero esencial en el equipo, o la defensa, que empezó dubitativa pero acabó asentada. 

Una España gigante, que a pesar de ser sub-21 parece absoluta (este equipo estaría luchando por entrar en Champions en Liga) y que mezcla juventud con experiencia, está en su séptima europea final de esta categoría y buscará el viernes (20:45 horas), ante Alemania, su quinto título. Difícil será que se le escape.