Casillas en el partido Benfica - Oporto.

Casillas en el partido Benfica - Oporto.

Fútbol Internacional

Casillas salva al Oporto con tres paradones ante el Benfica

El portero español fue la gran figura en el Clásico de Portugal donde su equipo empató (1-1) gracias a su actuación. Iker acabó mandando callar al público de Da Luz.

1 abril, 2017 23:47

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Iker Casillas sigue de dulce en Portugal. Después de un primer año en el que estuvo muy lejos de su nivel, su segunda temporada en el Oporto está siendo verdaderamente buena. Además de tener los mejores datos de su carrera, el meta español está haciendo paradas que dan puntos a su equipo.

La última ha sido en el gran clásico de Portugal, el partido por excelencia del país vecino, el duelo entre Benfica y Oporto. En el estadio Da Luz, allí donde ganó la 10ª Copa de Europa con el Real Madrid, Iker Casillas sacó una mano que evitó que su equipo perdiera en Lisboa. El empate final (1-1) deja todavía con vida al Oporto en la Liga, siguiendo a un punto de su rival de este sábado, el Benfica, contra el que se jugará el torneo en las siete jornadas que quedan.

La parada dejó helado a Mitroglou, autor del disparo, y a todo el estadio lisboeta, que ya cantaban gol por lo "fácil" que parecía la ocasión. El delantero griego se quedó solo y solo tenía que empujar el balón, pero de repente apareció Casillas para sacar una mano de las que tanto acostumbró a hacer en sus buenos años en el Real Madrid. 

Benfica 1 - 1 Porto (Casillas a salvar)

No fue la única parada importante de Casillas en el clásico de Portugal. Minutos después hizo dos paradas seguidas de gran mérito, la primera a un disparo a pocos metros en la que reaccionó bien y la segunda en el rechace, tirado ya en el suelo y sacando con el cuerpo un disparo que bien podía ser gol en tantas otras ocasiones.

Benfica 1 - 1 Porto (Enorme Casillas)

No fue el único momento en el que Iker Casillas fue protagonista, ya que también mandó callar a la grada de Da Luz. El excapitán del Real Madrid fue 'pillado' llevándose el dedo a la boca, en un claro gesto de pedir silencio a los aficionados del Lisboa, imitando al que fuera su compañero Raúl González en el Camp Nou.