Rafa Benítez en el Bernabéu

Rafa Benítez en el Bernabéu Sergio Perez Livepic Reuters

Fútbol Real Madrid

El primer 'match-ball' de Benítez

No conseguir una victoria contra el Rayo Vallecano este domingo (16.00) supondría la destitución del entrenador madridista.

20 diciembre, 2015 02:57

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Las ruedas de prensa semanales de Rafa Benítez se han convertido en la mera repetición de un manual de comunicación de crisis. Agobiado por la prensa, con un vestuario irregularmente comprometido y silbado por la afición, el técnico del Real Madrid no puede salirse de un guión marcado si quiere evitar 'charcos' como los que le persiguen desde septiembre (a veces sin motivo alguno). Apenas emite opiniones y rehuye cualquier pregunta mínimamente complicada: algunos días constituyen un evento completamente estéril.

Este sábado, en una soleada Valdebebas, Benítez repitió sus palabras clave ("intensidad", "concentración", "compromiso", "confianza") con un tono anímico mejor al de otras ocasiones, a pesar de que una hipotética derrota contra el Rayo Vallecano (estadio Santiago Bernabéu, 16:00 horas) le dejaría sin turrón navideño en Concha Espina. La paciencia merengue está prácticamente agotada tras las repetidas decepciones ligueras y el esperpento copero. Benítez, respaldado de nuevo esta semana por Florentino Pérez como "solución" del equipo (sin reconocer cuál es el "problema"), sabe que ya no tiene crédito: son las servidumbres de llevar "el escudo más importante del mundo del fútbol", como afirmó este viernes.

El mono de trabajo

El preparador blanco apeló al madridismo más tradicional y acudió a una anécdota del almuerzo de Navidad del club (celebrado el viernes) para dejar traslucir parte de su pensamiento. "Amancio [Amaro] me contó una frase de Alfredo Di Stefano, que decía siempre que lo más importante es ponerse el mono de trabajo". La actitud del vestuario blanco, algunas de cuyas figuras se han 'borrado' sistemáticamente de partidos relevantes, está en la raíz del pobre balance madridista esta temporada: tanto la directiva como la afición son plenamente conscientes de ello. (Lo que tampoco salvará a Benítez si hay nuevas derrotas).

El técnico confía en una nueva reacción de sus jugadores y sobre todo en repetir el comportamiento de la segunda mitad en Villarreal: "No hicimos las cosas bien al principio", reconoció Benítez, "pero después modificamos las cosas; si estamos acertados, podemos ganar a cualquiera".

El fantasma de 1996

Aunque Jorge Valdano ya fue destituido en enero de 1996 tras perder en casa contra el Rayo Vallecano, la disposición atacante y valiente del equipo dirigido por Paco Jémez parece un motivo de mínima tranquilidad para el cuestionado técnico, en especial con las bajas seguras en defensa de Dani Carvajal y Raphael Varane.

Con el regreso del alemán Toni Kroos al centro del campo (tras no jugar ni un minuto en los dos últimos encuentros), la principal duda parece estribar en la posible presencia de Isco Alarcón en el once. Lo más probable, sin embargo, es que el malagueño repita suplencia. La 'BBC', criticada por su nula puntería el domingo pasado, jugará indiscutiblemente desde el inicio.

Un aspecto central de la jornada futbolera será la respuesta de la afición del Santiago Bernabéu, que desde el Clásico contra el Barcelona pide dimisiones a gritos y castiga a Benítez con ráfagas ensordecedoras de pitos.

Un Rayo preocupante

El Rayo Vallecano afronta su visita al Bernabéu en un momento bastante delicado a nivel deportivo: ha perdido los tres últimos partidos y se encuentra en puestos de descenso. El carismático Paco Jémez advirtió esta semana a sus futbolistas que "jugando como los últimos partidos no pueden competir ni contra un Segunda". Los rayistas cuentan con las bajas por lesión de los porteros Toño y David Cobeño, del lateral izquierdo rumano Razvan Rat y del centrocampista alemán Patrick Ebert. El defensa Diego Llorente, titular todos estos meses, no podrá jugar al estar cedido por el Real Madrid y tener una cláusula contractual que lo impide.

La salida a Valencia del próximo 3 de enero aparece como la fecha clave para el Real Madrid, que sigue sin sumar victorias contra equipos 'grandes' en esta Liga. Pero cualquier traspié anterior, ya sea este domingo o durante la visita de la Real Sociedad el próximo día 30, terminaría con la singladura de un técnico al que, por mucho que insista el club, es muy difícil que "le dejen trabajar tranquilo".