Denis Cheryshev, en el banquillo durante el partido contra el Getafe.

Denis Cheryshev, en el banquillo durante el partido contra el Getafe. Susana Vera Reuters

Fútbol REAL MADRID

El Santiago Bernabéu sí encuentra culpables

Pese a la holgada victoria ante el Getafe, el Bernabéu alterna sus pitos entre Benítez, Cherysev, Bale y el fondo sur. 

6 diciembre, 2015 03:12

Noticias relacionadas

“Nadie tiene la culpa, no hubo negligencias, fue una fatalidad”, repitió numerosas veces Florentino Pérez cuando compareció el jueves para explicar su versión sobre el 'caso Cherysev' y su eliminación de la Copa. El club temía abucheos al palco por parte de una afición que llega muy irritada al final de año si el encuentro se complicaba. “Estamos muy cabreados”, confesaba a EL ESPAÑOL antes del partido un empleado en el estadio. “Sabíamos que el ambiente estaría caldeado”, reconoció Rafa Benítez en la rueda de prensa tras el choque. Pero estaba aliviado: “Había que conseguir los tres puntos y lo hemos hecho haciendo un gran primer tiempo”.

El Bernabéu repartió culpas (abucheos) desde el calentamiento, a pesar de jugarse el encuentro en horario de sobremesa, que suele reunir un público más familiar y menos reivindicativo que (por ejemplo) los partidos de Champions. Bastante menos gente que de costumbre acompañó al locutor del estadio en su presentación de los jugadores. Los nombres de los titulares pasaron la lectura sin mayores aprietos. Incluido Karim Benzema. Cuando llegaron los suplentes se oyeron los primeros pitos: el 21, Denis Cherysev. Y cuando llegó el turno del entrenador fue un concierto de viento.

Goles contra los pitos

“Tenemos el máximo respeto por la afición”, comentó después sobre los silbidos el técnico en la zona mixta. La escasa intensidad del Getafe lograría el milagro de que en el descanso Benítez caminase hacia el vestuario entre aplausos generalizados (ganaban 4-0). Pero un rato antes, cuando el Madrid se había relajado un poco tras el aluvión inicial, el público pitó a Gareth Bale tras causar un par de atascos en el juego.

La estrella galesa no acaba de conectar con el madridismo en su tercera temporada. Afortunadamente, cazó el tercer gol en un rechace de Cristiano y calló los silbidos. Florentino Pérez empezó a respirar más tranquilo en el palco, al lado del presidente del Getafe. Ya en mayo, al finalizar la pobre temporada anterior, el Madrid le metió siete goles a los azules. El vecino le volvió a echar una mano al equipo blanco. Pero los pitos no se terminaron.

La segunda parte, bastante más flácida que la primera, estuvo marcada por las críticas a la grada sur del estadio, incesante en sus cánticos (minoritarios) de apoyo mientras el partido languidecía. Aunque el Madrid afirma haber expulsado a los 'ultras' del estadio, también les acusa de orquestar los gritos de “¡Florentino dimisión!”. Muchos de los que se les unieron en aquellos gritos les volvieron ayer la espalda. El Bernabéu vive tiempos de confusión y a veces ya no se sabe quién está gritando a quién.

Juicio madridista a Benzema

El primero que mereció una ovación unánime fue Luka Modric, timón del equipo, al ser sustituido. Un cuarto de hora después Jesé reemplazó a Benzema y el estadio recuperó las palmas para despedir en bloque a uno de los suyos. Imputado como cómplice de un delito de chantaje y cerca de estar apartado de su selección a sólo siete meses de la Eurocopa, nadie en el Bernabéu le afeó la conducta ni pareció estar de acuerdo con el primer ministro de Francia, Manuel Valls, en sus críticas al delantero como “deportista no ejemplar”. Benzema metió sus primeros goles desde que estalló el escándalo del vídeo sexual, recibió una ovación terapéutica y fue arropado por compañeros e hinchas, sin fisuras visibles.

A pesar del gol del honor marcado por Alexis y otra ráfaga de silbidos por dos jugadas posteriores, el partido terminó bien para el Madrid: 4-1, sin lesionados nuevos, con el regreso al gol de Benzema y, sobre todo, la gran actuación de Lucas Vázquez como lateral-interior y el magnífico tono físico mostrado por James Rodríguez. El 'crack' colombiano recuperó 10 balones: el doble que toda la 'BBC' junta. Después de tres mes volvió a jugar un partido completo con el Madrid.

Rafa Benítez repite que “el equipo está bien, mucho mejor de lo que se dice”, pero por si acaso los altavoces del estadio volvieron a tronar, como el día del Barça, en cuanto Mateu Lahoz decretó el final del partido. No fueran a oírse algunos "¡Florentino dimisión!".