Benzema y Valbuena en un entrenamiento con la selección Francesa.

Benzema y Valbuena en un entrenamiento con la selección Francesa. Reuters

Fútbol CASO BENZEMA

Un ídolo pitado y chantajeado

Mathieu Valbuena está acostumbrado a recibir golpes. Fue rechazado por su baja estatura y es odiado por “traidor” en la que fue su segunda casa, Marsella, tras fichar por el Olympique de Lyon.

7 noviembre, 2015 01:16

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En el Mundial de Brasil era frecuente ver a Mathieu Valbuena (Bruges, Francia, 1984), de padre español, hacer rondos y bromear con Karim Benzema durante los calentamientos prepartido de la selección francesa. Quince meses después, el mismo día que el delantero galo ocupaba involuntariamente los titulares de medio mundo por la famosa extorsión a su compañero de vestuario y dormía en un calabozo de París, el futbolista chantajeado cambió la foto de su perfil de Facebook y colocó una en la que aparece abrazado por el '9' del Real Madrid durante un entrenamiento de su selección. El gesto confundía aún más a una opinión pública sobresaltada por la imputación oficial de Benzema como cómplice en la extorsión a su colega. “Son muy amigos”, aclaró el viernes al diario Marca su tío Justo Valbuena, originario de Laguna de Duero (Valladolid), al igual que el resto de su familia paterna: “Lo que le han hecho es un cerdada […] Benzema es un tío cojonudo”.

Mathieu Valbuena se ha levantado ya varias veces de la lona, pero los dos últimos meses han sido los peores de su vida. De niño, con nueve años, un accidente de natación le dejó 50 puntos de sutura y cerca estuvo de apartarle de su deporte favorito. Más bajo que Messi (1,67 de altura), uno de los futbolistas más menudos del circuito europeo, ha reconocido varias veces que la fuerza más importante de su vida es el instinto de superación. Cuando tenía 18 años fue rechazado por el Girondins de Burdeos, el club de su provincia, debido a su estatura: una circunstancia relativamente habitual en el fútbol profesional hasta hace una década, pero que destruyó la autoestima del joven deportista.

El creativo centrocampista se refugió entonces en un equipo de la cuarta división francesa, el LibourneSaint-Seurin, que sólo dos años después, cuando Valbuena fue traspasado al Olympique de Marsella, estaba ya en la división de plata del fútbol galo. “Cuando se piensa que el listón está demasiado alto para mí, lo supero. Cuando se cree que estoy vencido, respondo. No me lo explico, pero soy consciente de que tengo mucho menos crédito que algunos”, afirmaría en una entrevista oficial con el club años después.

Su andadura en Marsella, donde alcanzó el status de ídolo, tampoco fue siempre feliz: en 2009 su técnico, Didier Deschamps, pensaba que no tenía futuro en el equipo. Valbuena aceptaba mal el paso por la suplencia y tenía, además, fama de 'piscinero'. Un año después viajaría con su país al Mundial de Sudáfrica, instalado definitivamente en la élite mundial por su extraordinaria habilidad y clarividencia con el balón, favorito máximo de la afición tras un final de temporada sencillamente colosal (el Olympique conquistó el triplete: Liga, Copa y Supercopa).

La 'pequeña bicicleta' (apodo derivado de su estatura y su magnífico regate) no jugó, sin embargo, ni un solo minuto en Sudáfrica. Pudo perder todo en un segundo cinco meses después, pero la fortuna decidió concederle otra oportunidad: perdió el control de su Lamborghini y tuvo un aparatoso accidente del que salió prácticamente ileso.

Valbuena, tras celebrar un gol contra el Tolouse.

Valbuena, tras celebrar un gol contra el Tolouse. Robert Pratta Reuters Lyon, Francia

Participó también en la Eurocopa de 2012, aunque tampoco salió al campo. En el Mundial de 2014 el propio Didier Deschamps, actual seleccionador de Francia, le puso como titular en cuatro de los cinco partidos que disputó la selección gala. La inflexión había sobrevenido meses después de aquella Eurocopa ganada por España, en octubre de 2012, precisamente durante un España-Francia de clasificación al Mundial disputado en el Vicente Calderón (1-1). Valbuena entró en el segundo tiempo y cambió completamente el partido: hasta Vicente del Bosque destacó su actuación. Desde entonces representa el talento y la sutileza en un mediocampo compensado por la fuerza física de Pogba o Matuidi. Sólo Shaqiri y De Bruyne crearon más oportunidades que él en el Mundial de Brasil (datos de Opta Sports), que Francia abandonó tras unos cuartos de final muy igualados contra el eventual campeón, Alemania.

La historia estaba lejos de terminar. Mathieu Valbuena dejó el Olympique de Marsella en el verano de 2014, tras el Mundial, convertido en un ídolo popular después de jugar ocho temporadas y ganar seis títulos. Cuando se marchó al Dínamo de Moscú, el club retiró la camiseta número 28 y la afición le homenajeó como a los 'grandes'. Valbuena no se adaptó a Rusia y regresó a Francia el pasado verano. Pero lo hizo al Olympique de Lyon, uno de los grandes enemigos del equipo marsellés. La reacción fue furibunda: el club recuperó el dorsal 28 y la afición, encolerizada, recibió al club rival y al jugador el 20 de septiembre con pancartas insultantes, silbidos, gritos, lanzamiento de objetos y botellas, bengalas y un muñeco colgado de una soga cuya foto dio la vuelta al continente. El partido (1-1) tuvo que ser suspendido varias veces. La policía antidisturbios intervino constantemente. Valbuena no podía sacar los córners y el portero del Lyon fue alcanzado por un objeto procedente de la grada. La liga francesa sancionó al club marsellés. Valbuena vivió una jornada espantosa. El chantaje ya existía, pero no era público. Veinte días después estalló el escándalo del vídeo sexual con una mujer de identidad desconocida y una presunta extorsión por 150.000 euros.

Mathieu Valbuena está casado desde 2010 con otra víctima de este oscuro caso, Fanny Lafon. La conoció en 2009, cuando “vivía malos tiempos con Deschamps en el Marsella”, reconoció años después en una entrevista: “No tengo familia cerca, es importante tener a alguien que te quiera cerca”. Los perfiles sociales de Lafon se actualizaban frecuentemente durante el Mundial de Brasil, en el que acompañó a su esposo, pero su perfil habitual de Facebook ya no existe y su cuenta de Instagram es ahora privada. Su consigna pública, según el sitio web Heavy.com, era hasta ahora: “La felicidad no consiste en tener lo que deseamos, sino en apreciar lo que tenemos”.

El seleccionador Deschamps descartó ayer a Valbuena, de 31 años, para los partidos amistosos del día 13 contra Alemania y del 17 contra Inglaterra porque “no está en las mejores condiciones psicológicas”. Valbuena (por boca de su abogado) dice estar “decepcionado” por haberse caído de la convocatoria, pero dice entender “perfectamente” la decisión del seleccionador. No se conoce la identidad de la mujer que coprotagoniza el vídeo sexual, pero su arrepentimiento sí es palpable.

El 19 de octubre, cuando su antiguo compañero en el Marsella Djibril Cissé tuvo que prestar declaración durante 12 horas por el mismo caso, escribió en Facebook: “Siento mucho que mi amigo Djibril Cissé haya estado en detención preventiva. Por lo que a mí respecta, no tengo nada que reprochar a Djibril, que ha actuado como un amigo, tratando de ayudarme”. Por la red circula ya un 'falso' vídeo paródico de su 'affaire' presuntamente extramarital. Su historia ha llegado a los cinco continentes. En dos meses, al chico menudo con nariz de boxeador que consiguió llegar a la cumbre del fútbol francés se le ha caído el mundo encima. Ahora se verá si sus declaraciones a Fifa.com el año pasado, durante el Mundial, son ciertas: “Hace falta mucho para que yo baje los brazos”.