Luis Suárez toma el mando

Luis Suárez toma el mando Albert Gea Reuters

Fútbol Liga BBVA

Luis Suárez toma el mando

El delantero uruguayo marca los tres goles del Barcelona en la remontada frente al Eibar en el Camp Nou (3-1).

25 octubre, 2015 20:50

Al Barcelona le gusta compartir. El balón corre sin dueño fijo de un futbolista a otro entre jugadores vestidos de blaugrana. El esférico es un juguete que utilizan todos, aunque el Eibar quiso disputárselo en el duelo entre ambos. Y el cuero no es lo único que comparte el Barça, que tras su victoria frente al Eibar (3-1) empata en el liderato de la Liga con el Real Madrid. El que no se asocia tanto es Luis Suárez, que es un jugador más finalizador. Precisamente sus cualidades de cara a gol, con una exhibición de tres tantos, son las que le dieron a su equipo la victoria en el Camp Nou.

Hasta ahora había sido Neymar el que tomaba el relevo de Messi, lesionado hasta finales de noviembre, como estrella del equipo pero, ante el Eibar, Luis Suárez pidió la vez. Se trata de un delantero al que no se le puede discutir su fuerte personalidad, la misma que sacó para dar la vuelta a un encuentro que se le complicó en exceso al equipo blaugrana en los primeros minutos.

Borja Bastón, que sigue levantando la mano y pidiendo el título de jugador revelación del campeonato (seis tantos en nueve partidos), picó al uruguayo, león dormido en el inicio, con un gol tempranero. La presión del Eibar en tres cuartos hizo efecto y volvió a demostrar la debilidad blaugrana en su zona defensiva. Dani García se quedó solo ante Claudio Bravo y el portero chileno logró bloquear el disparo. El rechace le llegó a Bastón y no lo desaprovechó.

Era un gol que servía para coger de la pechera al equipo de Luis Enrique y agitarlo, al menos lo suficiente para darle un evidente toque de atención; no obstante, se jugaba el liderato y no podía fallar. Para ello apareció Sandro, la sorpresa en el once del entrenador del Barcelona. Un balón al espacio de Busquets lo aprovechó para golpear de volea el extremo. Gesto espectacular que funcionó como un centro medido a la cabeza de Luís Suárez, que puso la testa para el empate.

Ni antes ni después de ese tanto el Barcelona fue claro dominador. Mendilibar planteó el partido para jugarlo de tú a tú, sin miedo. Y su apuesta le funcionó. Pero de poco sirve eso cuando enfrente tienes a un delantero como Luis Suárez. Si al uruguayo se le suma la magia de Neymar, Messi puede respirar tranquilo mientras se recupera. El brasileño le dio la réplica al Eibar del primer tanto del encuentro. Robó el balón tras presionar y tiró de fantasía para el desborde. La misma magia que le permitió ver la llegada de Luis Suárez, infalible en el remate.

Ya había comenzado la segunda mitad y el gol parecía un golpe decisivo. Esa imagen amenazó con cambiar con la expulsión de Mascherano por roja directa. El argentino debió decirle algo de gravedad a un miembro del cuerpo arbitral porque la expulsión fue directa. Una complicación que Luis Suárez, amo y señor de la noche, se encargó de fulminar. De nuevo Neymar, aunque por medio de un pase largo, asistió al delantero uruguayo. Su remate tranquilo y ajustado al palo fue el de un hombre que se sabía en su salsa la del gol. Uno más en su demostración de poderío. Tres goles, tres puntos un mano a mano por el liderato con el Real Madrid.