Hace más de una década el Oporto ganó dos tripletes en temporadas consecutivas. Los jugadores de esa plantilla se vieron recompensados y los pudientes clubes europeos pescaron en el equipo portugués. Su líder, José Mourinho, fue nombrado entrenador del Chelsea, donde pocas semanas después acabaría autobautizándose como “The Special One”. Mañana el arquitecto de aquel equipo lleno de jugadores de la tierra vuelve a Do Dragao, donde le espera en el marco contrario Iker Casillas.

Parece que fue hace años luz cuando Iker Casillas y José Mourinho convivían (por decir algo) en el Real Madrid. Entrenador y jugador eclosionaron entre ellos y frente al mejor Barcelona de la historia; con solamente un botín de Liga y Copa en tres años, Mourinho volvió al club londinense. Dos años más tarde Casillas haría las maletas para fichar por el equipo que ahora defiende, el Oporto.

El partido entre ambos en Portugal tiene el morbo garantizado. Idolatrado por los suyos, Mourinho hizo de un equipo competitivo a nivel portugués uno temido en toda Europa. La adoración de la directiva portuense hacia el manager de Setúbal es total; el club tiene entre sus vitrinas una estatua a tamaño real de Mourinho, tallada en bronce. Saliendo por el túnel de vestuarios se observan láminas con imágenes de eventos y personalidades históricas del club: Paulo Futre, Carvalho, Artur Jorge, Deco y un largo etcétera que incluye a Mourinho. Por ese pasillo ambientado en un aroma épico sale Casillas dos veces por semana. El karma le ha llevado a encontrarse, aunque sea de forma ilustrativa, con el que un día fue su maestro.

Mourinho en Stamford Bridge

Mourinho en Stamford Bridge Reuters

El martes el encuentro será de carne y hueso. El Oporto llega necesitado de puntos tras empatar contra el Dynamo de Kiev en el último minuto, debido precisamente a un error del ex portero madridista. Una victoria del Chelsea solidificaría el liderato del club azul en el grupo G, donde ya goleó al Maccabi de Tel Aviv en la primera jornada de la máxima competición europea.

Resto de la jornada

En una fecha sin partidos de gran enjundia, el Real Madrid y Barcelona se enfrentan contra el Malmö sueco y Bayer Leverkusen alemán, respectivamente. El FC Barcelona buscará su primera victoria en Champions tras empatar frente al AS Roma en la capital italiana 1-1 tras el golazo de Florenzi desde el medio del campo. El club madrileño, que goleó al Shaktar en la primera jornada, no debería tener mayor problema contra el equipo sueco a pesar de las condiciones climatológicas que pueda encontrar en el país escandinavo.

Por su parte, el Atlético de Madrid se enfrenta al Benfica. El club colchonero regresa dos temporadas después a la escena del crimen: el Estádio da Luz. Con las cintas amarillas de ‘Crime Scene Investigation’ en el córner izquierdo del fondo norte y la tiza con la silueta de Sergio Ramos en el lugar del famoso remate, el Atleti se enfrenta, además de con el Benfica, con la pesadilla del minuto 93. El club de la ribera del Manzanares venció en la primera jornada contra el Galatasaray y busca rubricar su buen rumbo a la segunda fase del torneo europeo con la que es su salida más complicada, más allá del viaje interminable a Astana el mes próximo.

Pero el partido de la jornada tendrá lugar en Turín, donde el Sevilla se enfrenta a la Juventus, vigente finalista europeo. El Sevilla llega al Juventus Stadium después de su primera victoria en Liga frente al Rayo Vallecano. Con tres puntos en el bolsillo tras ganar al Borussia Mönchengladbach en la jornada anterior, los hispalenses quiere salir vivos del grupo de la muerte. La Vecchia Signora dio la sorpresa frente al Manchester City ganando a domicilio al equipo de Pellegrini.