Somos unos privilegiados por haber sido testigos de la rivalidad entre Nadal y Federer. Yo he convivido con una generación de jugadores de leyenda y he visto jugar a los mejores de la historia, pero lo que han hecho Rafa y Roger en este deporte está lejos de cualquier comparativa que pudiera hacer.


Durante los últimos 13 años he disfrutado en directo de un montón de enfrentamientos entre ambos y cada partido ha sido un regalo para el tenis. La final de Australia fue un partidazo, que creo que tardaremos mucho tiempo en olvidar. Aunque en tenis repetimos mucho eso de que ‘los dos se merecen ganar’, pocas ocasiones merecerían más que volviéramos a usar esta frase. Rafa lo tuvo muy cerquita y faltó un suspiro para que conquistara su Grand Slam número 15.


Siempre he pensado que Rafa iba a volver a estar listo y preparado para ganar títulos importantes. Lo he repetido insistentemente cada vez que me preguntaban periodistas y amigos porque lo creía de corazón. El año pasado le vi jugando a un nivel excepcional en Madrid y de no ser por su lesión de muñeca, estoy convencido de que hubiera tenido opciones de competir por ganar Roland Garros. Y su garra y entrega en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, poniendo en riesgo su salud para conseguir medallas, creo que volvió a conmover a todos.


Estoy total y absolutamente convencido de que en Indian Wells y Miami estará a un nivel excepcional y que en la gira de tierra batida llegará lo mejor. ¡Qué ganas de recibirle de nuevo con los brazos abiertos en el Mutua Madrid Open! Como cada año, intentaré viajar a las finales del Godó, de Roma, de Roland Garros, de Wimbledon… y algo me dice que en alguna de esas finales veré a Rafa salir campeón. Gane o no gane, ver a Rafa con salud, con ganas y con ambición es de las cosas que más felices me hacen, pero es que estoy convencido que volverá a lo más alto.


Lógicamente, Federer ha hecho un torneo memorable jugando partidos increíbles contra Berdych, Nishikori, Wawrinka o Nadal, algo que a todo el mundo le  parecía impensable hace unos meses, así que hay que volver a quitarse el sombrero ante este gran campeón.


Estar seis meses fuera de la competición y volver de esta manera es algo que se recordará mucho tiempo. Espero y deseo que aún nos queden por ver muchos Nadal-Federer en los próximos años.