José Tomás, en La Malagueta en 2014.

José Tomás, en La Malagueta en 2014. Jorge Guerreo Getty Images/Afp

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La segunda ilusión de José Tomás después de Aguascalientes

El diestro cuelga el cartel de no hay billetes en la Monumental de México. La reventa se paga a 7.700€.

29 enero, 2016 01:40

Tiene por costumbre cancelar el entrenamiento físico de manera radical unos cuatro días antes de la gran cita. José Tomás lidió sus dos últimos toros de entrenamiento en el campo bravo mexicano el pasado martes y ya es momento de la preparación mental. Concentración pura y un poco de toreo de salón. 39 semanas completas después de su última tarde en el país azteca vuelve a hacer el paseíllo en público.

“Muy tranquilo, entre comillas, contento, centrado y concienciado de lo que debe suceder el próximo domingo”, así se encuentra el torero madrileño José Tomás ante la histórica tarde del próximo 31 de enero en la plaza de toros más grande del mundo, la Monumental Plaza México. Nos lo describe una de las personas que más cerca se encuentra del torero en estos días, su apoderado en tierras aztecas, Jorge Ávila.

Las más de 41.000 entradas que se pusieron a la venta en noviembre, 90 días antes del festejo, se agotaron en menos de 12 horas, un hecho insólito en la historia de la plaza. Y ahora, según avanzan las horas, aumenta también la cifra en euros que se pide en la calle por cada entrada. Las mejores localidades alcanzan, en la web oficial de venta ticketbis.com los 7.700 euros. Para que se hagan una idea, un asiento del segundo tendido en el embudo de Insurgentes, lo que equivale a una fila 20, cuesta cualquier otro día de toros de la temporada unos 20 euros, y ya se pide por ese asiento 1.129 euros.

Su ausencia potencia infinitamente su presencia. Una única tarde anunciada en la temporada sumado a la negativa a retransmitir la corrida por televisión dispara los precios y consigue crear la necesidad de asistir a la plaza de toros. Y, además, es esta ocasión hay que añadir el inconveniente de la distancia, de los miles de kilómetros que separan la tierra natal del torero con la ciudad de México.

“José Tomás tenía dos metas que alcanzar este año. Una la cumplió en Aguascalientes el pasado 3 de mayo al reaparecer tras la gravísima cornada que sufrió en 2010 que a punto estuvo de costarle la vida. Su segunda ilusión se cumplirá el domingo”, asegura Jorge Ávila. El torero madrileño tiene residencia en Aguascalientes donde pasa varios meses al año y allí es donde ha ubicado su trinchera frente al mundo, desde finales de octubre, para prepararse a conciencia esta fecha. México es su tierra de acogida y donde tomó la alternativa hace veinte años.

Volverá a colgar el cartel de “no hay billetes”, esta vez en la plaza más grande del mundo y José Tomás volverá a cumplir la liturgia del reencuentro con el público. Aficionados y curiosos con dinero llegarán hasta La México rememorando las grandes citas del diestro como aquellas dos Puertas del Príncipe de Sevilla consecutivas o las otras dos tardes históricas en Las Ventas de Madrid, unidas también a la tragedia de la cornada. O aquellas encerronas de Barcelona, antes de su cierre, y la matinal de Nimes, señalada por los grandes aficionados como la mejor ‘mañana’ de toros que han vivido.

El próximo domingo, José Tomás, que comparte cartel, mano a mano, con el joven e importante torero mexicano Joselito Adame y anunciados toros de Fernando de la Mora y Los Encinos, logrará su segunda meta del año. Ahora nadie de su entorno habla de ello pero si todo sale bien será momento de especular sobre la próxima fecha, plaza y cartel para verlo anunciado. De sueños también se vive.