Retrato de Quevedo, atribuido a Juan van der Hamen.

Retrato de Quevedo, atribuido a Juan van der Hamen.

Cultura LITERATURA Y libertad

Lo que la Fiscalía no permitiría tuitear a Quevedo

El poeta tenía lengua viperina. Irónico, sátiro y una inteligencia sin rival. ¿Podría haberse expresado hoy con la libertad de hace cuatro siglos?

20 julio, 2016 01:43

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Si algo tenía Francisco de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos (1580-1645) era la lengua más afilada que el pico de un cernícalo. Una ironía que rozaba la calumnia, que le llevó más de una vez a batirse en duelo con aquellos que sufrían las afrentas de su pluma. Hoy el honor sigue siendo motivo de duelo, pero en los tribunales. 

Si el célebre poeta tuviera hoy cuenta de Twitter se vería en dificultades para ejercer su libertad de expresión. César Strawberry, cantante del grupo Def Con Dos, ha sido absuelto por la Audiencia Nacional de las acusaciones de delito de enaltecimiento al terrorismo y humillación a las víctimas de ETA y de los Grapo, por varios tuits publicados entre 2013 y 2014. El Quevedo más envalentonado, encantador, pendenciero y lúcido tendría serios problemas tras publicar un libro como Política de Dios y gobierno de Cristo

1. "Al que roba poco lo llaman ladrón y lo meten en la cárcel, y al que roba imperios lo coronan".

Caso Gürtel, Caso Noos, los ERE de Andalucía… Esta frase de La vida del buscón relata una España inquebrantable desde la publicación en 1626 de esta novela picaresca. Mientras que los grandes señores se llenan los bolsillos, a los jóvenes pícaros, como don Pablo, no les acompaña la fortuna. Por mucho que don Pablo intente prosperar parece que la catástrofe siempre está a la vuelta de la esquina, ¿qué se puede esperar del hijo de un ladrón y una hechicera? A la Inquisición no le gustó demasiado la obra de Quevedo, que renegó de ella durante años aunque actualmente no se tiene ninguna duda de su autoría.

2. "Puto es el hombre que de putas fía, y puto el que sus gustos apetece; puto es el estipendio que se ofrece en pago de su puta compañía".

Quevedo, armado contra los puteros y contra las putas, contra el dinero por compañía, contra la degradación de la mujer, contra la hipocresía de una sociedad que asume, permite y aplaude el pago por apropiarse de ellas. Y critica a la mujer que lo denuncia.

Francisco de Quevedo retratado por Francisco Pacheco.

Francisco de Quevedo retratado por Francisco Pacheco.

3. "Son los catalanes el ladrón de tres manos, que para robar en las iglesias, hincado de rodillas, juntaba con la izquierda otra de palo".

En 1640 se produce la Sublevación de Cataluña, comienza como el Corpus de Sangre donde campesinos y segadores se sublevaron y asesinaron al virrey de Barcelona por los abusos que el ejército real cometía. Quevedo escribió sobre el suceso histórico y afirmaba que "la rebelión de Barcelona ni es por el güevo ni es por el fuero".

4. "Vi, debe de haber tres días, en las gradas de San Pedro, una tenebrosa boda, porque era toda de negros. Parecía matrimonio concertando en el infierno".

Estos versos inauguran un romance titulado Boda de negros. El poeta se sorprende por el enlace y explota una larga serie de tópicos propios de la época. Quevedo es para muchos un antecesor del humor negro por la crudeza con que trata los asuntos cotidianos. El mismo humor que estos días lleva a los tribunales a César Strawberry y Guillermo Zapata. Es un magnífico hacedor de la hipérbole, como por ejemplo: "Trajeron muchas morcillas, y hubo algunos que de miedo. No las comieron, pensando se comían a sí mesmos".

5. "Hay mil doncellas maduras que guardan virgos fiambres, hasta que a fuerza de hambres / se les van en cataduras".

Con estos versos las activistas de Femen no se desnudarían en el Congreso, lo harían en el mismo salón del autor de El Buscón. El poema critica el materialismo imperante en la sociedad y de las mujeres que “a ninguno quieren bien si no las calza y las viste”. Quevedo explota todos los tópicos de su época donde la mujer es su enemiga. 

6. "Sois para la virtud y la justicia polillas graduadas, entretenidos acerca de la mentira, regatones de la perdición".

Quevedo se refiere a los “doctores sin luz, que dan luz con el pábilo muerto de sus censuras, muerden y no leen”. La versión barroca de los adalides de Twitter, los del hashtag indiscriminado, quien te condena con el unfollow… Parece que la fauna de internet también molestaba en el Siglo de Oro, aunque a través de otros medios.

Niños comiendo uvas y melón, de Murillo, una representación de la picaresca.

Niños comiendo uvas y melón, de Murillo, una representación de la picaresca.

7. "Éste, en quien hoy los pedos son sirenas, éste es el culo, en Góngora y en culto, que un bujarrón le conociera apenas".

Con apenas 20 años Quevedo se atrevía con Góngora, que era ya un escritor de culto. Se contestaban con un repertorio de insultos a la altura de la pluma de ambos. "Los pedos son sirenas" se refiere a la calidad que se le atribuían a las obras del cordobés y que a Quevedo le parecían poco menos que deshonrosas.

8. "Vuestros conceptos alabo pues, de pura buena pesca, los hacéis a la gatesca, pues los hacéis por el rabo".

Para el autor de El Buscón, Góngora era un escritor sucio y oscuro, desdeñaba el estilo culterano que difundía e incluso llego a hacer un manual sobre cómo escribir las Soledades en un día. Lo consideraba un cura indecente, homosexual y adicto al juego. Y todo ello se lo hizo saber, pero el cordobés trataba de responderle con la misma violencia: "¿No imitaréis al terenciano Lope, que al de Belerofonte cada día sobre zuecos de cómica poesía se calza espuelas y le da un galope?".