Hasta el último momento, Manuel Díaz El Cordobés (48 años) no decidirá cuál de los tres trajes que ha mandado confeccionar estrenará este sábado en la que considera "la corrida más importante de mi vida", según sus propias palabras. Y es que, según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes cercanas al diestro, ha encargado varios modelos para esta nueva temporada que quería que estuvieran listos para la faena que compartirá con su hermano Julio Benítez (31) en Morón de la Frontera (Sevilla).

Nazareno, corinto y azul purísima y oro. Son las tres opciones que baraja el diestro y que el mozo de espadas le tendrá preparados el sábado, cada uno con su capote correspondiente. Hasta el mismo momento en el que se vista en el hotel, acompañado de este último y de su mujer, Virginia Troconis (36), no se decantará por uno de ellos. "Dependerá del que decida en ese momento, en función de de sus sensaciones", indica una persona de confianza del diestro. 

Los tres están cuajados de oro y confeccionados por sastre de confianza de El Cordobés, Justo Algaba, quien alaba el estilo "clásico pero con un toque moderno" del torero. El precio de cada uno de ellos oscila entre los 4.000 y los 4.500 euros, dependiendo de los materiales. En esta ocasión, y debido a que ha pasado la última semana encerrado en el campo a fin de prepararse con reses sin distracción alguna, las últimas pruebas se llevaron a cabo este jueves en el establecimiento Pedro Algaba, ubicado en la capital hispalense, a 20 minutos de la finca en la que Manuel Díaz se ha preparado a conciencia.

Imagen del interior del establecimiento de la sastrería Justo Algaba. Justo Algaba

"Yo le pregunté cuál quería que le confeccionara primero y me dijo que los tres tenían la misma importancia, así que hasta el último momento se preservará el misterio", confiesa en conversación con EL ESPAÑOL Algaba, quien asegura que el matador de toros se encuentra estos días "con la misma ilusión que cuando empezó".

"Está especialmente positivo. Para él esto no es una corrida más, es un aliciente de cara al futuro", añade el leal sastre.

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Este jueves, el diestro vivía su último entrenamiento, pues tal y como ha podido saber este medio, la víspera de la corrida ha transcurrido como si de una jornada de reflexión electoral se tratase. Nada de reses y nada de esfuerzos. El matador de toros necesitaba descansar física y mentalmente de cara al encuentro que protagonizará con su hermano y al que podría acudir su padre, Manuel Benítez El Cordobés (80).

Hasta este sábado, Manuel Díaz no llegará al hotel. Lo hará con el tiempo justo para vestirse. Un día antes, serán los toros los que entren en la plaza, justo a tiempo del primer reconocimiento veterinario. 

Todo está preparado, pues, para el evento de este sábado, que tendrá posiblemente mayor interés social que taurino, dado que es la primera vez que los dos hermanos coinciden en la plaza pese a la dilatada carrera de El Cordobés como torero. Por lo pronto, las entradas están agotadas desde primera hora del viernes y la reventa hacía acto de presencia, haciendo disparar el precio de las entradas hasta en un 500%.