Joaquín es un auténtico imán para la audiencia. Genuino y divertido como pocos, el futbolista portuense llevó a El Hormiguero el pasado noviembre a su máximo de temporada hasta entonces consiguiendo reunir a 3.117.000 espectadores y un 16,8% de cuota de pantalla.

Por ello no es de extrañar que Bertín Osborne quisiera contar con su presencia este miércoles en Mi casa es la tuya. Y, cómo no podía ser de otra forma, el joven se ganó a la audiencia gracias a sus anécdotas y, sobre todo, la aparición estelar de su madre Ana que provocó las carcajadas del presentador con la historia de su “huevo defectuoso”.

Y eso que el presentador tuvo que parar la grabación del programa a punto de desmayarse debido a un proceso gripal. “Se le ha juntado todo y no hemos podido terminar como hubiésemos querido. Pero ha aguantado el tirón como un profesional”, le justificó el futbolista.

"Nació con un huevo que no estaba cuajao”, contó la madre de Joaquín. Fui al médico y me dijo que tenía dos opciones: operarlo o voluntad. Todos los días a las doce y media o una, donde de más el sol, lo tenía que poner con el huevo fuera. Tenía que estar cinco minutos hasta que se cociera poco a poco. Y así siete u ocho meses. Y ya se le puso como el otro”, contó entre risas.

La madre de Joaquín.

Pero, más allá de la divertida anécdota, Joaquín contó a Osborne cosas que hasta ahora no había confesado. Una de ellas, por ejemplo, es que realmente quería ser torero. “Estuve apuntado a la escuela taurina de El Puerto. Pero mi padre vio que me lo tomaba tan en serio… Me regalaron un capote de Paco Camino. Yo recuerdo torear de pequeño. Esa afición que tenía y tengo. Y yo no tengo a nadie que haya sido torero. He toreado más de la cuenta, más de lo que debería. Me quitaron del tirón y mi padre con seis o siete años me apuntó a fútbol”.

La variopinta oferta de Florentino

También contó cómo rechazó varias ofertas del Real Madrid, una de ellas de lo más variopinta. “Siempre ha tenido un interés grande por mí. Florentino me cogió un día en un servicio con Raúl en Barcelona estando con la Selección. Me llamó Raúl y después entró él. Me doy la vuelto, lo veo entrar y digo: ‘Capi, que está aquí tu presidente’. Y me dice: ‘Joaquinito,¡qué pasa!”.

“Lo saludo y le dice Florentino a Raúl: ‘¿Cómo está este vestido de blanco?’ Y Raúl le dice que yo tenía que estar vestido de blanco ya. Total que dice: ‘No te preocupes que ya hablo yo con tu presidente’. Esa fue una de tantas. Pero por hache o por b no se dio. Yo tenía un presidente complicado. Yo era Joaquín del Betis, era feliz y no iba a forzar para irme. Era el Madrid, pero miraba antes mi felicidad”.

Un presidente tan complicado, Manuel Ruiz de Lopera, que incluso le llegó a poner un detective ya que el joven salía “más que un camión de basura”. En más de una ocasión el futbolista salió a disfrutar de la noche a escondidas del club y, durante una de esas fiestas, en casa de su compañero de equipo Benjamín Zarandona, Lopera se presentó para leer la cartilla a los jugadores, uno a uno. “Hicimos una cena en Halloween en petit comité y cuando nos quisimos dar cuenta había 200 personas. Yo con 20 años y veo a Benjamín subiendo las escaleras con la cara desencajada diciendo que quién había invitado al presidente. Fue cogiendo uno por uno y cuando llegó a mi, me dice: ‘Muy pronto estás empezado tú’. Y no sin saber qué decir”.

Quizá por ello, el día que el jugador sentó la cabeza, Lopera estaba tan contento que hasta llevó la Copa del Rey hasta su boda con su mujer. “Me lo comentaba en broma. Y llego en el coche saludando y cuando llego me toca un hombre y me dice: ‘ya estamos aquí y la Copa la tengo detrás’. Fíjate si había gente que no vi ni a mi mujer. Y cuando estamos dentro me dice que el cura ha puesto la Copa donde no se ve. Así que estoy casándome y la Copa detrás". 

Joaquín y su mujer.