Kike Sarasola se mete a presentador: La fama no me obsesiona

Kike Sarasola se mete a presentador: "La fama no me obsesiona"

Famosos EL CHICOTE DE LOS HOTELES

Kike Sarasola, en plan Chicote, sacará los trapos sucios de los hoteles

  • Entrevista: "la fama no me obsesiona" / "Este programa me va a venir muy bien tanto a mi marca personal como a mi marca hotelera".
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20 enero, 2017 02:20

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Kike Sarasola (53 años) es uno de los empresarios más conocidos gracias a su cadena de hoteles Room Mate, ya instalado en las principales cadenas del mundo. Sin embargo, el público de a pie casi no le conoce. Aunque ya ha coqueteado en alguna ocasión con los medios de comunicación y con programas de televisión, ahora se lanza a su primera aventura en solitario con programa propio: Este hotel es un infierno. Aunque se declara muy diferente a Chicote, en este programa tendrá la misma función que el cocinero pero salvando la vida de pequeños hoteles españoles. 

Para presentar el programa elige un enclave en el que se siente protegido por los suyos. Lo hace en la azotea del Hotel Óscar, situado en plena Plaza Pedro Zerolo, en el madrileño barrio de Chueca. Él, que siempre ha sido un defensor de los derechos de los homosexuales, no podía encontrar otro sitio más perfecto que este para lanzarse a una nueva aventura. La aventura más pública que ha hecho hasta ahora. 

Es padre de un niño y una niña con su pareja Carlos, es empresario y ahora tiene un programa de televisión propio. Sus dotes para ser competitivo ante cualquier proyecto personal y profesional le vienen del deporte. Compitió en hípica en en las Olimpiadas de Barcelona, Atlanta y Sidney y fue cuatro veces campeón de España. Una caída provocó una rotura de espalda que le dejó fuera de la competición para siempre. Aquel año había abierto un pequeño hotel que le sirvió como semilla en la que centrarse al abandonar el deporte. Y así empezó su éxito profesional.

Ahora se embarca en su primera aventura televisiva de la mano de DMAX. El próximo martes a las 22:30 horas se enfrentará a su primer desastre hotelero. Para hablar de sus grandes éxitos, de sus miedos, de su camino hacia la fama y de su faceta más privada, en EL ESPAÑOL hemos hablado con el propio Kike Sarasola.

Este hotel es un infierno.

Este hotel es un infierno.

Ya has parido este nuevo proyecto. ¿Estás contento con el resultado?

La verdad es que es un programa para reírse. Yo he llorado, he reído, me he cabreado. Todos los programas tienen momentos para todo: momentos tensos, de cabreo, emotivo, de odio, que me quieren. Me voy muy lleno y muy satisfecho de que he podido ayudar a alguien, a cambiar su dinámica de vida. A algunos les quedaban apenas unos meses para cerrar el hotel por deudas o por no ver salida al agujero. Les hemos enseñado cuál era su problema y les hemos reformado el hotel. Con eso ya tienes mucho conseguido. Estoy muy contento.

¿No te daba miedo este salto televisivo y tener tu propio programa?

Muchísimo. Estaba acojonado. Siempre me ha gustado mucho la televisión. He hecho cosas como actor y las cámaras no me preocupan. El dar el salto me daba respeto. El formato lo conocía de EEUU y me encantaba. Al principio fue duro porque tenía que decirle a alguien que no conocía que su hotel estaba sucio. Me estoy metiendo con un extraño. Fue violento. Cuando entras en la dinámica te cuesta menos. 

¿Puede ser perjudicial para el sector hotelero?

Si te quedas sólo con el principio en el que yo enseño lo malo, por supuesto que sería negativo. Pero cuando ya enseño que el personaje ha entendido lo que tiene que hacer y le hemos reformado el hotel, te apetece ir al hotel. Para la hotelería creo que es bueno. El final es bueno. 

Se te conoce muy bien en el sector empresarial y hotelero, pero eres un desconocido para el gran público. ¿No te da miedo la fama?

No, para nada. No es un tema que me obsesione. A mí marido más, pero yo no. Llevo desde los 12 años en la hípica y siempre he estado muy expuesto. Pero no entra en mis planteamientos. Lo hago porque me apetece y porque me gustaba el programa. Me han ofrecido 20.000 realities y he dicho que no porque no me sentía a gusto. El resultado es fantástico. He decidido no verme más porque siempre me veo gordo y con barriga. 

Pero si vas a salir hasta desnudo…

Bueno, es que yo soy un mandado. Si la directora me decía que me metiese en la ducha, pues yo me metía. 

¿Qué te ha dicho tu marido sobre este nuevo proyecto? 

Vino conmigo a ver uno de los programas y estaba impresionado de lo duro que es. Es una semana de rodaje intenso y de convivencia. He vivido con ellos, he dormido allí. Es mucha intensidad. Al principio estaba muy asustado porque es mucho estrés. Pero al final ya estuvo muy a favor y le gustó. 

¿Ha sido difícil el rodaje ahora que sois padres de dos niños?

Sí, fue difícil. Han sido tres meses de rodaje y les he visto poco. Por eso estas Navidades me desquité y me fui unas semanas de vacaciones con mi marido y ellos solos. Fue duro, pero para eso somos dos. 

Llevas una de las cadenas hoteleras más importantes, padre, un programa de televisión. ¿Cómo lo consigues?

Ahora entiendo a las mujeres cada vez más, que hacen de todo. Lo hago durmiendo cada vez menos. Cuando encuentras algo que te gusta le encuentras el hueco y tiempo para hacerlo. 

¿Has censurado alguna imagen?

Nada de nada. El montaje es muy respetuoso y la productora siempre ha sido muy respetuosa. Al principio tienes miedo para ver como sales, pero estoy muy contento con el resultado. No hemos censurado nada porque yo tampoco soy de decir tacos. Soy fan de Chicote, pero somos muy distintos y nuestra forma de cabrearnos es muy distinta. Lo que más he aprendido de este programa es a escuchar. Cuando llego me tengo que enterar de cuál es el problema de verdad y tengo que escuchar mucho. Mi marido dice que este programa me ha enseñado a escuchar. 

Kike Sarasola.

Kike Sarasola.

¿No te molesta que te comparen con Chicote?

Para nada. Chicote es un gran comunicados. Sus programas son adictivos. Pero es que somos muy distintos. 

¿Vas a dejar a tu hija, la mayor, que vea el programa?

Sí. Es un programa que es para todas las edades. Lo han cuidado mucho y no hay ninguna vulgaridad. 

Esto va de hoteles. ¿Qué hay de más para que hayas decidido decir que sí a esto y no a todo lo que te presentaron antes?

Lo primero porque es de hoteles. Yo sabía que si lo hacíamos bien podríamos cambiarle la vida a los personajes. De los ocho, hemos cambiado la vida a seis. Son muchos. Han aprendido y les hemos ayudado. Merece la pena si ya le cambiábamos la vida a uno. He llorado a lágrima vida viendo como un padre vuelve a su familia y vuelve a encontrarse otra vez con su hotel. 

¿Cuál fue el detonante que te hizo meterte en el mundo de los hoteles viniendo de la hípica?

Me caí del caballo preparando mi cuarta olimpiada. Me rompí la espalda y en ese momento Carlos y yo habíamos montado nuestro primer hotel. Nos iba muy bien y estaba teniendo mucho éxito. Casualidades. Yo soy muy intenso. Pasé de la intensidad de los caballos a la intensidad de los hoteles. 

¿Lo echas de menos?

Echo de menos la competición. Yo soy muy competitivo y más que los caballos echo de menos la competición.

¿Has dejado de montar?

Completamente. Yo he montado en caballo para competir. Montarme ahora en un caballo para dar un paseo me sabría a poco. SI me monto en un caballo es para competir. 

Discovery se mueve muy bien a nivel internacional. ¿Crees que este programa te puede posicionar a ti y a tu marca de hoteles mucho mejor?

Este programa me va a venir muy bien tanto a mi marca personal como a mi marca hotelera, sin lugar a dudas. Si tiene éxito nos vendrá muy bien a los dos. 

¿Ya habías dormido alguna vez en hoteles de este tipo?

Yo he pasado media vida durmiendo en hoteles de este tipo. En los concursos de hípica íbamos por pueblos y dormíamos en este tipo de hoteles porque no hay otros. Yo estaba acostumbrado. 

¿Cómo ha cambiado tu vida al convertirte en padre?

Es lo mejor que he hecho en mi vida. Lo mejor que he hecho en mi vida ha sido tener hijos. De lo único que me arrepiento es haberlos tenido tarde porque si los hubiera hecho antes hubiera tenido más de dos. 

Este hotel es un infierno.

Este hotel es un infierno.

¿Ya paras con dos?

Sí, a mí me gustaría tener más pero mi marido ha dicho que ya.

¿La niña ha recibido bien a su nuevo hermano?

Fenomenal. Las mujeres son así. Está muy pendiente de su hermano y lo cuida. 

Vienes del éxito de la hípica y de los hoteles. ¿Estás preparado para que esto no lo sea?

Sí. La hípica te enseña lo que es el éxito y el fracaso, que son dos palabras que yo odio. El éxito y el fracaso duran 24 horas. Un deportista gana hoy Roland Garros y mañana empieza Wimbledon desde cero. Éxito y fracaso duran 24 horas. Yo ni me creo los éxitos ni me creo los fracasos. Si no lo es yo he dado lo mejor de mí. 

¿Cómo va Room Mate?

Fenomenal. Tenemos ya 30 hoteles, 23 abiertos. Estamos preparando siete más y estamos firmando ahora uno nuevo en San Sebastián, en Frankfurt y en París. 

¿Alguna vez te imaginaste este éxito?

No. Yo soy muy ambicioso y muy competitivo. Cuando abrí mi primer hotel soñaba con tener 20 hoteles. Lo sueño pero nunca pienso que va a ser realidad. 

¿Cuál ha sido la clave del éxito?

Trabajar mucho y trabajar mucho. Y rodearte de gente que piense igual que tú. El éxito de mis hoteles no soy yo, es por el equipo. Yo puedo tener un hotel, no 20. El reto ahora mismo con mis hoteles no es llegar a 100 hoteles, que llegaré, sino llegar con la misma filosofía que tengo ahora, que el equipo esté a la altura. 

¿Te has arrepentido alguna vez de que tanto éxito te reste vida personal?

No, porque sé separar. Tengo mis refugios, que son Ibiza, Cartagena y Colombia. La prensa siempre me ha respetado y no nos hemos encontrado nunca. Yo tengo mi vida pública y mi vida privada.