Estaba previsto que este lunes una de las propiedades familiares más cargada de historia del expresidente de Banesto saliera a subasta tal y como aparecía publicado en el portal de subastas judiciales del ministerio de Justicia desde junio. Tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL esta no se ha llevado a cabo ya que la familia de Conde había presentado un recurso para llegar a un acuerdo económico que les permita seguir manteniendo el control de la finca. Por tanto, hasta que este no se resuelva la venta pública no puede producirse, ya que por ley los propietarios tienen derecho a presentar una contraoferta. 

Entrada de la finca mallorquina Can Poleta

La jueza de primera instancia de Palma concluyó hace un mes que la finca es propiedad del entorno de Conde, ya que en el auto del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que decretó el ingreso en prisión del exbanquero, esta sociedad figuraba como una de las empleadas por él para repatriar a España fondos procedentes del extranjero.

Conde y su difunta esposa Lourdes Arroyo en la finca mallorquina EFE

Fue su primera mujer, Lourdes Arroyo, la que hizo que Conde se enamorara de Mallorca. Su suegro compró Can Poleta para los recién casados. Luego el exbanquero se la compró a él en 1982. Se trata de una fabulosa masía con vistas a la sierra de Tramontana formada por varias fincas rodeadas de olivos milenarios. Fue el lugar elegido por Lourdes para morir. Una propiedad cargada de recuerdos para la familia Conde y que Mario se encargó de exaltar en el pregón que dio en las fiestas de Caimari en 2009. De ahí que vayan a intentar mantenerla como sea.

Conde abandonando la cárcel de Soto del Real el pasado 17 de junio junto a sus abogados Gtres

Conde esta tranquilo y desde que salió de la cárcel bajo fianza el pasado 17 de junio está volcado junto a sus abogados en su estrategia de defensa. Fuentes cercanas aseguran que esta convencido que va a poder acreditar ante la justicia que los 13 millones de euros de los que se le acusa de blanqueo no proceden de Banesto.