Mireia Lalaguna. Barcelonesa. 22 años. Modelo y estudiante de Farmacia. Y desde este sábado, además, Miss Mundo. Es la primera española que gana el más prestigioso y antiguo certamen de belleza. La joven catalana, sin embargo, antepone sus dotes intelectuales a su aspecto exterior. Pese a su llamativo 1,77 de estatura, aderezado con  unas medidas de 88-68-90, ensalza la decisión de un jurado que "ha sabido encontrar" en ella "una belleza interior, no sólo exterior".

La alta y rubia Mireia, con el pelo recogido a un lado y enfundada en un espectacular traje celeste que dejaba ver toda la espalda, se sentó en el trono de reina mientras la vencedora de la edición de 2014, la sudafricana Rolene Strauss, le colocaba la corona azul de brillantes que portará durante los próximos 12 meses. Lalaguna admite, en todo caso, cierta incredulidad: "No me esperaba llegar al top cinco", asegura la joven que el año pasado ya fue Miss Atlántico.

Además de cursar el último año de Farmacia en la Universidad de Barcelona, la modelo habla cuatro idiomas y toca el piano. Acudió a la localidad china de Sanya junto a sus padres, que han apadrinado una carrera de modelo que, desde los 14 años, le permite participar en campañas publicitarias.

Lalaguna se ha mostrado muy interesada por la política "y más siendo de Cataluña, donde está todo un poco movido", reconoce, pese a que por las exigencias del certamen ha tenido que seguir desde Asia buena parte de la campaña electoral en la medida en la que la censura del régimen chino lo ha permitido.

La joven, que dice sentirse "muy catalana y muy española", tiene muy en mente que nunca antes una paisana había logrado este premio (Amparo Muñoz ganó en 1974 el otro gran concurso de belleza planetario, Miss Universo).

"Creo que es todo un orgullo para mi país", afirma, y recuerda que España estuvo cerca de conseguirlo ya en Miss Mundo 2013, cuando la entonces representante española, Elena Ibarbia, fue cuarta.

El reinado de Miss Mundo supone 12 meses de trabajo en los que la principal de la ganadora es viajar por diversas partes del mundo para colaborar en obras benéficas, desde atención a poblaciones pobres a actos de recaudación de fondos para proyectos humanitarios.

"Espero tener un año brillante", aseguró Lalaguna respecto a esa nueva responsabilidad, y adelantó que posiblemente tendrá que cambiar su residencia a Londres, sede de la organización de Miss Mundo, y aparcar sus estudios de Farmacia, que espera retomar en el futuro.