Elegir televisión puede ser complicado.

Elegir televisión puede ser complicado. Adam Berry Getty Images

Tecnología Guía de regalos

La mejor guía para no equivocarse si va a comprar una tele: brillo, resolución y precio

Es fácil hacerse con un televisor que nos satisfaga si se sabe en qué elementos basar la decisión.

3 enero, 2017 02:00

Ya estamos todos: Netflix, HBO, Amazon... Un buen número de servicios de televisión para disfrutar de las mejores series y películas. Ahora sólo falta un dispositivo adecuado para verlas. Y aunque la tableta o el ordenador son buenas opciones, nada como un televisor. Ahora que los Reyes Magos se acercan, todavía hay tiempo para pedir un nuevo modelo y mejorar la experiencia cinéfila de toda la familia.

Además del presupuesto, hay que tener en cuenta otras características. Por ejemplo, la iluminación. Según el material con el que están fabricadas, ofrecerán un brillo u otro y, por tanto, una forma u otra de mostrar las imágenes. Si el presupuesto es limitado, échale un ojo a las LCD: son las más económicas, pero se han quedado algo atrás en la carrera por los salones. Si el dinero no es mucho problema, las pantallas LED son tu opción ideal. Todavía más caros, pero con más colores y de calidad, son los televisores con tecnología OLED, que poco a poco están desplazando al plasma.

También importa la resolución de la imagen. De menor a mayor, las tres opciones imperantes son el HD Ready (1280x720 píxeles), el Full HD (1920x1080 píxeles y tal vez la más usual) y el 4K (3840x2160 píxeles). Esta última es la tecnología de mayor nitidez hasta la fecha, aunque ya se están haciendo pruebas con el 8K.

Los televisores 4K son los que ofrecen una mejor imagen a menor distancia, pero todavía no se producen muchos contenidos preparados para esta tecnología; si quieres ahorrar algo de dinero, puedes prescindir de este formato (eso sí, es un modelo con cada vez más presencia en el mercado y quizá quieras ir pensando en el futuro). Lo mismo pasa con la tecnología 3D: modelos hay, pero ¿los necesitamos? Y con las pantallas curvas: solo son recomendables para un salón con una o dos personas, centradas frente al dispositivo para tener la mejor experiencia.

¿Conectada o no?

Y cuando decimos conectada, nos referimos a múltiples cosas. Ten en cuenta el número de entradas para cables que tenga tu televisor por si quieres conectar un DVD o un Chromecast. Y también, si se trata de una smart TV o no. Si no vas a usar mucho internet, busca modelos que no sean inteligentes y ahórrate algunos euros.

Con juegos o con sistema 3D

Ahora bien, ¿qué hay en el mercado? Si buscamos algo baratito, optemos por LCD y LED. Hay modelos por poco más de 200 euros, como un LG de 32 pulgadas y tecnología LCD de 205 euros y que sobresale por tener juegos integrados. De la misma casa tenemos un HD Ready, de 27,5 pulgadas y tecnología LED, por 222 euros.

Subiendo de precios entraríamos en una gama media. Es posible hacerse con una Samsung LED de 32 pulgadas, ideal para el salón, por 340 euros y con diversas entradas para conectar audio y vídeo. Si queremos aprovechar los contenidos de Netflix en 4K, por un poco más tenemos la Hisense 40K321: 40 pulgadas, 4K y tecnología LED por 431 euros. Ambos dispositivos son ya smart TV y cuentan con un borde metálico que da sobriedad y elegancia al dispositivo; tenlo en cuenta para tu salón.

Por 500 euros hay más modelos, aún más parecidos a estos que a los pedazo de dispositivos que sobrepasan los 1.000 euros. El número de pulgadas también aumenta y podemos tener una smart TV de 43 pulgadas, tecnología 4K Ultra HD por 501 euros. También de 43 pulgadas, pero con el sistema Android TV, es un modelo Full HD de Sony, disponible por 600 euros.

Si el dinero no es un problema y te puedes gastar más de 1000 euros buscando la mayor calidad, tienes varios modelos de LG. Todos se basan en la tecnología OLED, que como ya hemos dicho es hasta el momento la más avanzada para la mejor experiencia de visionado.

La smart TV OLED55B6V cuesta casi 2.000 euros y viene con tecnología 4K Ultra HD. Una opción más ‘modesta’, una Full HD de 55 pulgadas, vale 1.300 euros. Entre sus características, destaca una entrada de audio para PC, convertidor 2D-3D y un sistema de sonido Dolby Digital. Eso sí, cuidado con sus 13 kilos de peso al transportarla.

Y si ya queremos tirar la casa por la ventana, escojamos un televisor OLED de pantalla curva, 65 pulgadas y resolución 4K, que está ahora mismo disponible por nada menos que 3.600 euros. Además, cuenta con la tecnología de la casa Cinema 3D para ver películas en tres dimensiones. Un modelo, sin lugar a dudas, solo apto para los más teleadictos. Y tú, ¿por cuál apuestas?