Un chico juega mientras la chica que le acompaña mira a otro lado.

Un chico juega mientras la chica que le acompaña mira a otro lado. Archivo

Salud Desmintiendo mitos

Menos apetito pero mejores erecciones: así influyen los videojuegos en la sexualidad

Un estudio científico analiza cómo afecta este 'hobby' en este parámetro, para contrarrestar la creencia de que el sexo es un mito para los adictos a la Play

14 junio, 2017 18:11

Existen muchos estereotipos en torno al papel de los videojuegos en la vida sexual de una persona. Series como The Big Bang Theory retratan las relaciones sentimentales y las vidas sexuales de cuatro frikis como si fuesen toda una hazaña, un claro ejemplo de la imagen que la mayoría de la sociedad tiene del gamer -jugador de videojuegos-, ¿pero existe realmente una base científica detrás de esta creencia?

Análisis de varios parámetros

Con el fin de dar una respuesta a esta pregunta, un equipo de investigadores de la Universidad de Roma ha publicado en The Journal of Sexual Medicine un estudio en el que se analizan varios parámetros de la vida sexual de 396 hombres, con edades situadas entre los 18 y los 50 años.

Al comprobar con una serie de cuestionarios si existía alguna correlación entre dichos parámetros y su afición por los videojuegos descubrieron que sí. Por un lado, aquellos que usaban estos juegos con mucha frecuencia eran menos propensos a la disfunción eréctil; mientras que, por otro, también se mermaba mucho su apetito sexual.

Por el momento no han logrado esclarecer la razón de estos resultados. En declaraciones a Broadly el investigador principal del estudio, Andrea Sansone, ha explicado que posiblemente se deba a que los videojuegos resultan placenteros porque estimulan la liberación de dopamina, del mismo modo que el sexo. De esta forma, al hacerlo con mucha frecuencia el cerebro podría "acostumbrarse" a ella, dando lugar a un efecto de tolerancia que convertiría las relaciones sexuales en algo casi irrelevante, incapaz de producir más placer que los propios videojuegos.

Sin embargo, estos investigadores también recuerdan que jugar moderadamente es muy recomendable, ya que resulta beneficioso para muchas funciones cognitivas. Por lo tanto, la solución para aumentar el apetito sexual no sería dejarlo por completo, sino hacerlo con una  frecuencia moderada. 

Entonces, ¿los estereotipos eran falsos? Como casi siempre, después de estas afirmaciones suele haber más mitología que realidad. Y es que, según esto, si los gamers tienen menos sexo en todo caso sería porque no les apetece, no porque no puedan.