BocaLista

Comer bien no es cuestión de dinero. Sabemos cómo disfrutar de la gastronomía más sofisticada sin renunciar a los productos más primarios.

Un plato de patatas bravas... de lo más típico de nuestra gastronomía.

Un plato de patatas bravas... de lo más típico de nuestra gastronomía.

Una de bravas... ¡Marchando!

Este par de frases deben de ser las más oídas en los bares madrileños y en los de muchas otras ciudades. Los dioses antiguos tomaban ambrosía y nosotros, aquí, para compararnos con ellos, tomamos bravas. Como buen manjar de dioses nadie te dice la composición de esa salsa picantita que adorna las patatas, que guardan con el celo de los mejores secretos de Estado o de alcoba. De la historia, quién las inventó y todas esas cosas ya hablamos otro día, que ahora tenemos la boca llena.

1.- Los Chicos C / Guzmán el Bueno, 33. Tlf: 915 433 856

Las bravas de Los Chicos, unas bravas especiales.

Las bravas de Los Chicos, unas bravas especiales.

Un bar de toda la vida, que supera algún que otro cambio en la decoración a base de no alterar su forma de preparar las bravas, según los cánones madrileños: patata crujiente por fuera pero blandita por dentro. La salsa, como el chocolate, espesa, sólo que picante. ¡Cuántas promociones universitarias se habrán iniciado en el mundo de la caña y las bravas en este local! Y las que vendrán.

2.- Docamar Cl. Alcalá 337. Tlf: 913 678 317

En Docamar aplican su salsa brava a varios productos, entre ellos la hamburguesa.

En Docamar aplican su salsa brava a varios productos, entre ellos la hamburguesa.

Los chicos de Docamar no tienen abuela así que son ellos los que dicen que llevan más de 50 años haciendo las mejores bravas del mundo. Por lo menos es el tiempo que lleva el local abierto allá en lo alto de la calle Alcalá, preparando cientos de kilos cada semana. De la forma de cocinar las patatas y la receta de la salsa –que venden en botellas– no sueltan prenda. Además de bravas tienen mil cosas más: patatas ali-oli, tigres, croquetas, hamburguesas... Y en temporada, ¡hasta cocido los martes!

3.- Las Bravas C / Álvarez Gato, 3. Tlf: 915 228 581

El local Las bravas, en el Callejón del Gato.

El local Las bravas, en el Callejón del Gato.

Es el lugar más conocido por los madrileños y turistas que pasan por el centro. En realidad son tres locales, muy cerca unos de los otros, en la zona entre la Puerta del Sol y la plaza de Santa Ana. Si alguien se pregunta por la especialidad de la casa sólo tiene que recordar el nombre. El bar original es el del Callejón del Gato, el que tiene los espejos deformantes en la fachada. Si te ves gordo después de comer una ración mírate en el siguiente y aparecerás delgado.

Las bravas que encuentras en estos locales son espectaculares.

Las bravas que encuentras en estos locales son espectaculares.

Valle-Inclán decía que el esperpento es la realidad reflejada en estos espejos. No hay constancia de que dijera nada de las bravas. Están tan orgullosos de su producto que han patentado su salsa, lo que ya tiene mérito. También se la ponen a la tortilla de patata y se quedan tan tranquilos. Si quieres tomarlas en una terracita lo mejor es ir al local del Pasaje Matheu 5. Fueron de los pioneros en la idea de tapas para llevar, por si quieres comértelas en casa u ofrecerlas de regalo si estás invitado a cenar, que llevar una botella de vino está muy visto.

4.- Hermanos Guío. El Museo de las Patatas C / Ferrocarril, 21. Tlf: 915 271 930

Exterior del local El Museo de las patatas.

Exterior del local El Museo de las patatas.

Éste es otro de esos bares cuyo nombre no engaña: un local que en realidad es un homenaje a la patata. Evidentemente no se trata de una patata cualquiera, sino que es una especial que traen de Segovia. Y la preparan de mil maneras diferentes, aunque los clientes sienten predilección por las revolconas y las bravas. Los que quieren variar la dieta pero sin arriesgar piden una de morcilla, y otra cerveza, claro. El local es de los de toda la vida y podría servir para rodar un capítulo de Cuéntame sin tocar casi nada...

5.- Loreto C/ Hartzenbusch, 7. Tlf: 914 472 522

Un día te enteras que el bar al que siempre te refieres como “el de las bravas” tiene nombre, y es el Loreto. Por fuera no llama la atención y más de uno habrá pasado por delante sin darse cuenta de que ahí dentro sirven unas de las mejores bravas del continente. Además, la cerveza está bien tirada. El local es pequeño y puede resultar incómodo cuando se llena, pero las penas se pasan con el lacón o el bacalao. Y con otra de bravas.

6.- La chula de Chamberí C / Fernando el Santo, 11. Tlf: 913 085 549

Las bravas de La Chula, algo diferente.

Las bravas de La Chula, algo diferente.

Las bravas pueden parecer una ración tradicional de bares de decoración y ambiente de toda la vida, pero entonces llegas a La chula de Chamberí y descubres nuevos horizontes. Y en ese mundo vuelven a aparecer las bravas, aunque también pueda haber hipsters. Aquí las patatas comparten el menú con las anchoas, la ensaladilla rusa y las croquetas, pero también platos que se inventan continuamente y a los que hay que estar atentos.

7.- Bodega La Ardosa C / Santa Engracia, 70. Tlf: 914 465 894

Interior de Bodega La Ardosa.

Interior de Bodega La Ardosa.

Hay varios locales con este nombre en Madrid. El más conocido es el de la calle Colón, famoso por ser el primer bar en España en instalar un grifo de cerveza Guinnes (y donde todavía hoy tardan varios minutos en servirte media pinta porque cumplen con el ritual completo de los buenos barmen) y por la tortilla de patata. Pero como aquí estamos centrados en las bravas nos vamos a Santa Engracia, muy cerca de donde arranca Ponzano, donde una ración cuenta con las tres características necesarias: es abundante, está muy buena y es barata. ¿Quién da más?

8.- Vi cool C / Las Huertas, 12. Tlf: 914 294 913

El toque original de las patatas bravas de Sergi Arola.

El toque original de las patatas bravas de Sergi Arola.

Éste sí que es un local innovador, en todos los sentidos. Aunque eso es lo mínimo que se le puede pedir a algo concebido por Sergi Arola. Aquí llama la atención la decoración, el mimo con el que se trata la bodega y, claro, lo rica que está la comida. La carta es una sorpresa constante, pero aquí no estamos a rolex sino a bravas. Éste es el lugar al que llevar a algún amigo, pedir una de bravas y ver la cara de sorpresa que se le pone al verlas: tienen forma cilíndrica y tienen la salsa brava en el interior, y cada una está coronada con un copete de alioli.

9.- Estado Puro NH Plaza Cánovas del Castillo, 4. Tlf: 917 793 036

Tampoco se quedan atrás las bravas de Paco Roncero.

Tampoco se quedan atrás las bravas de Paco Roncero.

Aquí tenemos a otro nombre de la alta y mediática cocina con su restaurante, el lugar donde desata su creatividad y ofrece sus creaciones originales Paco Roncero. Pero no lo hace inventando platos de nombres extraños sino reinterpretando los clásicos de siempre. Y allí, entre las tapas, junto al pulpo a la gallega y la ensaladilla rusa, aparecen las bravas. Como tiene que ser original ha creado unas patatas bravas cocidas y con piel, que pueden resultar chocantes al principio. Pero como todas las cosas buenas acaban gustando.

10.- La Emualda C / Menorca, 4. Tlf: 915 466 496

Las bravas de La Emualda tienen una calidad especial.

Las bravas de La Emualda tienen una calidad especial.

La Emualda es como un bar de toda la vida pero con decoración moderna y que da un paso más en la elaboración de platos y tapas de siempre. Es de esos lugares que hace especial hincapié en la calidad del producto sobre el que luego ellos elaboran sus locuras. Por supuesto tienen unas bravas que son muy diferentes de las de la mayoría de los bares madrileños, y cada una tiene hecho el hueco en donde va la salsa. No son las más baratas de este listado, pero probablemente estén entre las más sabrosas y originales. A dos pasos del parque de El Retiro, es el lugar donde reponerse de un paseo por la Feria del Libro.